Tras 'Oso Vicioso' es el turno de 'El ataque del cocadrilo', próximamente en Prime Video
Cocodrilos, metanfetaminas y caos. ¿Para qué más?

Hay películas buenas, malas e indiferentes, pero luego hay otras que son tan malas que se nos hacen hasta divertidas. Es lo que comúnmente damos en llamar "cine cutre", una definición que entraña cierto cariño y un ya casi género en sí mismo donde encontramos auténticas "joyas" como Sharknado y sus secuelas, Castores zombies o una de las últimas y mejores: Oso Vicioso.
En la protagonizada por el plantígrado, su premisa es tan sencilla como que un oso de 150 kilos consume una enorme cantidad de cocaína lo que le hace perder el control y sembrar el caos a su paso, gracias a la nueva fuerza, velocidad y resistencia que le ha proporcionado el citado estimulante.
Hasta las cejas
Algo similar es lo que nos espera en El ataque del cocadrilo, conocida en inglés como Attack of the Meth Gator (mola menos), donde cambiando de droga, los resultados serán parecidos, aunque la bestia prehistórica de nueve metros de longitud tiene una ventaja de la que el osos carece: es capaz de acechar desde el agua.
Parece que en los próximos días estará disponible en @PrimeVideoES la que está llamada a ser una de las películas más importantes de los últimos años: El ataque del COCADRILO pic.twitter.com/OfplvXCLo3
— Peli de Tarde (@PeliDeTarde) July 19, 2024
Por eso no nos extraña que haya decidido aparecer en Florida, tierra también de caimanes, que cohabitan con los cocodrilos, ya que el estado del sur de los Estados Unidos está plagado de pantanos y de, aunque nos pese, droga. De hecho hasta hace poco Pelican Island, es una isla en Port Orange, era conocida como Meth Island, donde esta sustancias y muchas otras eran consumidas de forma habitual.
Según la cuenta de X Peli de Tarde, que os recomendamos a todos los aficionados a esta suerte de filmes, El ataque del cocadrilo está próxima a llegar a Prime Video España después de haber aparecido ya en otros países como Inglaterra o Alemania en el mismo servicio de streaming.
Sabemos que perderemos 90 minutos de nuestra vida viéndola, pero también somos conscientes de que no vamos a poder resistir la tentación de hacerlo.