China rompe el mercado de la IA con Manus, el nuevo agente que lo hará todo por ti

China presenta Manus, un agente de IA verdaderamente autónomo que supera a los sistemas de OpenAI. Su arquitectura multiagente permite resolver tareas complejas sin intervención humana, generando alarma en Silicon Valley

China rompe el mercado de la IA con Manus, el nuevo agente que lo hará todo por ti
Manus opera como un ejecutivo que supervisa subagentes especializados, descomponiendo problemas complejos y trabajando en segundo plano. Su avanzada autonomía podría cambiar radicalmente el panorama de la IA global
Publicado en Tecnología
Por por Sergio Agudo

Seguramente muchos de vosotros recordéis cuando DeepSeek apareció como un agente de disruptor en el mundo de las inteligencias artificiales. Cuando eso sucedió quedó, claro que El liderazgo en este campo quizá ya no estuviera en manos estadounidenses, sino que quizá ya hubiera pasado a manos chinas. Y con estos mimbres, puede que estemos hablando de la próxima gran revolución en inteligencia artificial.

Tal y como nos cuentan desde la revista Forbes nos encontramos ahora con un nuevo jugador dentro de este campo. A este agente autónomo de inteligencia artificial se le conoce como Manus. Este agente, presentado hace unos pocos días, no se limita a responder a órdenes, sino que puede operar de manera autónoma tomando la iniciativa.

¿El paso más allá que OpenAI no se atreve a soñar?

Manus es algo que no habíamos visto hasta ahora. Este agente representa un salto cualitativo en la evolución de la inteligencia artificial, posicionándose como el primero de su clase realmente autónomo. Pensad que estamos hablando de un nivel de inteligencia y autonomía con el que GPT-4 y sus recientes evoluciones y Google Gemini ni siquiera sueñan todavía.

¿Y por qué es tan importante Manus? Por cómo funciona. Manus tiene una arquitectura multiagente. No tiene una sola red neuronal, sino que opera como un ejecutivo que supervisa un equipo de subagentes especializados. Cuando se enfrenta a una tarea compleja descompone el problema en partes manejables, las asigna a los agentes apropiados y supervisa su progreso. Este enfoque le permite abordar flujos de trabajo de múltiples pasos que anteriormente requerían la integración manual de varias herramientas de inteligencia artificial.

Otro aspecto importante a destacar es que Manus no requiere de la participación activa del usuario. Este agente ejecuta sus tareas en segundo plano y notifica al usuario solo cuando los resultados están listos. Es como si fuese un empleado excepcionalmente eficiente, alguien que no necesita microgestión.

Además Manus parece haber venido preparado para dar guerra. De acuerdo con sus desarrolladores ha superado en todas las categorías a Deep Research de OpenAI en la métrica GAIA Benchmark, un estándar de evaluación para asistentes de IA generalistas.

Las tensiones que llegan con Manus

A nivel global las reacciones no se han hecho esperar. El surgimiento de Manus llega en el momento de máxima tensión entre China y Estados Unidos, desde la llegada al Gobierno de Donald Trump y Elon Musk. Vale la pena recordar que hay ahora mismo un proyecto faraónico llamado Stargate, con el que se va a desregular el desarrollo de IAs para que Estados Unidos siga manteniendo la primera posición en cuanto al desarrollo de estas tecnologías a nivel mundial.

La aparición de manos ha provocado mucha preocupación en Silicon Valley, donde líderes como Sam Altman han reconocido discretamente que el agresivo avance de China en sistemas autónomos podría darles una ventaja como primera potencia en industrias críticas.

En el Valle se teme que Manus represente la industrialización de la IA; que sea un sistema tan eficaz que las empresas pronto se vean obligadas a reemplazar el trabajo humano con IA no por elección, sino por necesidad competitiva. Porque sí, Manus da verdadero miedo, como se puede ver en el vídeo que acompaña a estas líneas.

Por ahora es muy pronto todavía como para poder evaluar realmente el alcance de Manus dentro de la industria o de la economía global. Lo que sí es cierto es que este asistente de inteligencia artificial está generando más preguntas que respuestas está dando.

Quizá deberíamos darle algo de tiempo para que la tecnología acabe de desarrollarse, y podamos hacernos una idea mejor de qué es capaz y qué no es capaz de hacer antes de poder emitir un juicio.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!