El fin del soporte técnico humano tal y como lo conocemos

El fin del soporte técnico humano tal y como lo conocemos
Publicado en Tecnología

El anuncio de Zendesk en su reciente cumbre de inteligencia artificial marca un punto de inflexión en la historia del soporte al cliente. La compañía ha presentado un conjunto de productos impulsados por modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM) que, según promete, transformarán su dependencia del trabajo humano. En el centro de este nuevo ecosistema se encuentra un agente de soporte autónomo diseñado para resolver hasta el 80% de las incidencias sin intervención humana, acompañado de un sistema co-pilot que asistirá a los técnicos en el 20% restante, además de un agente administrativo, un agente de voz y un agente analítico. Con esta nueva arquitectura, Zendesk se propone reconfigurar un sector entero, sustituyendo progresivamente la intervención humana por automatización inteligente.

De la asistencia humana a la asistencia automatizada

El presidente de producto, ingeniería e IA de Zendesk, Shashi Upadhyay, lo resumió con una frase que refleja el cambio de paradigma: “El mundo va a pasar de software diseñado para usuarios humanos a sistemas donde la IA realiza la mayor parte del trabajo”. La afirmación no es exagerada. Estudios recientes confirman que los modelos actuales son capaces de manejar tareas de soporte con una eficacia comparable a la humana. La métrica TAU-bench, que evalúa la capacidad de las IAs para ejecutar acciones mediante herramientas, muestra que el modelo Claude Sonnet 4.5 resuelve el 85% de los casos de prueba, una cifra que valida la ambición de Zendesk.

Este cambio no ha surgido de la nada. Tras la turbulenta batalla entre inversores en 2022, Zendesk emprendió una estrategia agresiva de adquisiciones en inteligencia artificial. El nuevo agente analítico, presentado en esta cumbre, es el resultado directo de la compra de Hyperarc, completada en julio. Antes llegaron las adquisiciones de Klaus, especializada en control de calidad de agentes automatizados, y de Ultimate, plataforma centrada en la automatización de flujos de soporte, adquiridas en 2024. Estas operaciones han construido los cimientos tecnológicos que ahora permiten a Zendesk desplegar una plataforma unificada donde la inteligencia artificial no solo asiste, sino que dirige el proceso de atención.

Las primeras pruebas con clientes indican resultados alentadores. Según Upadhyay, las empresas que ya utilizan el nuevo sistema han visto aumentar la satisfacción del cliente entre cinco y diez puntos porcentuales. La razón, según el directivo, no es solo la rapidez de respuesta, sino la capacidad del agente autónomo para ofrecer resoluciones consistentes y contextuales, reduciendo la frustración que suelen generar los sistemas tradicionales de chatbot.

Hasta ahora, muchas empresas (desde Airbnb hasta Regal Theaters) habían experimentado con chatbots de soporte basados en IA, pero de forma limitada. Esos sistemas solían restringirse a tareas de recuperación de información o asistencia guiada, sin tomar decisiones autónomas. Zendesk, en cambio, aspira a que su inteligencia artificial no se limite a responder, sino que comprenda, actúe y solucione problemas reales sin intervención humana directa.

Las implicaciones económicas de esta transformación son enormes. La Zendesk Resolution Platform ya gestiona casi 20.000 clientes empresariales y procesa 4.600 millones de incidencias al año. Si la automatización logra absorber la mayor parte de esa carga, el impacto sobre la estructura de costes y la productividad global del sector será inmediato. Pero el cambio también plantea un desafío social considerable: en Estados Unidos hay 2,4 millones de personas empleadas en atención al cliente, una cifra que se multiplica en mercados internacionales. La automatización masiva del soporte no solo redefinirá las métricas de eficiencia, sino también el futuro laboral de millones de trabajadores.

Más allá de su dimensión económica, el movimiento de Zendesk simboliza la madurez tecnológica de la inteligencia artificial aplicada al servicio al cliente. Durante años, las empresas soñaron con asistentes virtuales capaces de entender y resolver problemas reales; hoy, ese futuro parece a punto de materializarse. Sin embargo, el reto ético y humano persiste: ¿qué lugar ocuparán las personas en un sistema donde las máquinas no solo ayudan, sino que deciden?

El paso que Zendesk ha dado podría convertirse en el modelo de referencia para una nueva era de atención automatizada. Si la promesa se cumple, el contacto con un operador humano podría pronto convertirse en un lujo o una excepción. Y en ese nuevo escenario, la voz del cliente, atendida por un algoritmo, será el reflejo más claro de cómo la inteligencia artificial está reescribiendo la relación entre empresas y personas.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!