El Tamagochi moderno existe y va a revolucionar las IA de compañía
La startup berlinesa Born, antes conocida como Slay, recauda $15M para crear personajes de IA que fortalezcan vínculos humanos en lugar de aislarlos.

Fabian Kamberi, CEO y cofundador de la startup berlinesa Born, cree que la mayoría de los actuales compañeros de IA están diseñados para explotar la soledad de los usuarios, fomentando relaciones con chatbots que terminan por aislarlos de la realidad. Ante esta situación su propuesta es clara: el futuro de la compañía pasa por convertir a la inteligencia artificial en un catalizador de experiencias compartidas.
El producto estrella de Born es Pengu, una app que funciona como un Tamagotchi moderno, pero con un giro: en lugar de ser una mascota virtual privada, requiere la colaboración de dos personas para cuidarla y jugar con ella. La idea, dice Kamberi, es que los usuarios no solo se relacionen con el personaje digital, sino también con sus amigos o parejas, transformando la interacción en un proyecto social conjunto.
La app es gratuita bajo un modelo freemium, con un Pengu Pass que desbloquea funciones adicionales. Según la compañía, ya ha superado los 15 millones de usuarios en todo el mundo, aunque no revela cuántos son suscriptores de pago, un dato crucial para cualquier negocio de consumo basado en suscripciones.
De Slay a Born: evolución con propósito
La filosofía detrás de Born no surge de la nada. Antes, la startup operaba bajo el nombre de Slay, una app social para adolescentes centrada en dar y recibir cumplidos. Su pivote hacia la creación de compañeros de IA mantiene la misma esencia: ofrecer interacciones digitales que refuercen la autoestima y las conexiones humanas en lugar de erosionarlas.
El mercado parece responder bien a esta visión. Born acaba de cerrar una ronda Serie A de 15 millones de dólares, elevando su financiación total a $25 millones. Entre los inversores figuran nombres destacados como Accel, Tencent y Laton Ventures.
Con el nuevo capital, Born planea introducir más personajes en Pengu, incluido uno diseñado como compañero de aprendizaje, además de abrir oficinas en Nueva York para enfocarse en marketing e investigación en IA. El área de investigación buscará mejorar el motor de personajes, con el fin de dotar a cada nuevo amigo digital de una personalidad coherente, memoria de interacciones y capacidad de evolución junto al usuario.
Además, la empresa está desarrollando en secreto un nuevo producto dirigido a jóvenes de entre 16 y 21 años, aunque los adolescentes a partir de 13 ya pueden usar sus apps. Kamberi asegura que estas nuevas experiencias permitirán a los usuarios crear y relacionarse con compañeros de IA culturalmente relevantes, que incluso podrían compartir contenidos de TikTok o Instagram en función de los intereses de cada persona.
El objetivo es claro: lograr efectos de red, donde las creaciones de los usuarios circulen en redes sociales y multipliquen la adopción.
Para Luca Bocchio, socio en Accel, el atractivo de Born está en su ambición de crear una nueva categoría de consumo social alrededor de personajes de IA emocionalmente inteligentes. “Hemos quedado realmente impresionados con la capacidad del equipo para desarrollar apps líderes en descargas y con su visión de producto. Estamos deseando seguir apoyándolos mientras escalan globalmente”, afirmó.
Con el respaldo de inversores de primer nivel y la promesa de personajes más ricos y sociales, Born busca demostrar que la IA no tiene por qué alimentar la soledad ni las conductas autodestructivas, sino que puede llegar a convertirse en una herramienta para conectar más y mejor con los demás.