¿Estamos hablando como ChatGPT? Un estudio revela cómo la IA está moldeando nuestro lenguaje diario
Un estudio alemán demuestra que los estadounidenses adoptan inconscientemente el vocabulario de ChatGPT en sus conversaciones diarias desde 2023

Resulta que los humanos han empezado a hablar como ChatGPT sin siquiera darse cuenta. Un estudio del Max Planck Institute for Human Development en Alemania ha pillado a los estadounidenses usando cada vez más las palabras favoritas de la IA: "delve", "meticulous", "groundbreaking" y otras que antes no aparecían tanto en conversaciones normales. Desde 2023, estos términos han ganado un 45% más de uso en podcasts y videos de YouTube en inglés, según los datos que han analizado.
Los investigadores hicieron algo bastante listo: cogieron millones de textos escritos por humanos, se los dieron a ChatGPT para que los "mejorase" y anotaron qué palabras prefería usar la IA. Los resultados publicados en arXiv identificaron una lista de términos como "underscore", "bolster", "comprehend" y "boast" que ahora aparecen un 38% más en el discurso estadounidense.
El "efecto GPT" ya está cambiando cómo hablan los estadounidenses
Lo que está pasando es que reproducen, sin pensarlo mucho, los patrones de las fuentes que consideran "serias" o "educativas" como las IA. Y este fenómeno no es solo cosa del lenguaje. Más de la mitad de los jóvenes españoles ya usan IA para editar sus fotos, afectando a su autoestima.
El tema da para mucho debate porque mientras estas palabras pueden enriquecer el lenguaje, otros estudios ya avisan de que usar demasiado la IA nos está haciendo perder capacidades. El lenguaje de los chatbots se convierte en estándar que reduce regionalismos y expresiones personales.
Los investigadores no dicen que esto sea malo, pero sí que hay que pensar en lo que ganamos y lo que perdemos. Según Levin Brinkmann, coautor del estudio: "El lenguaje siempre evoluciona bajo influencias externas. Ahora, las máquinas son el motor del cambio". Esta transformación ocurre mientras Google confirma que la IA ya escribe el 25% de su nuevo código.
Por un lado, que el lenguaje se homogenice podría facilitar la comunicación internacional, pero perdemos matices culturales. ¿Hablar como un algoritmo mejorará nuestras ideas o solo cómo las presentamos? Las plataformas de redacción asistida marcan qué es "correcto" en el discurso público, creando jerarquías donde los términos "sofisticados" pueden excluir a quien no los usa.
El problema es que estos sistemas no son tan fiables como parecen. La IA se está volviendo más inteligente, pero también comete errores hasta un 48% del tiempo. Esta dependencia problemática también afecta al lenguaje que adoptamos sin cuestionar de dónde viene.
La cosa es que no se trata de hablar como ChatGPT, sino de mantener lo humano: la autenticidad. Un estudio sobre entrenar IA con datos de IA advierte que contaminar los datos originales humanos podría ser nefasto para el desarrollo futuro.
Vivimos en un mundo donde Google se autocorrige y los mensajes automáticos son perfectos. Parece que hasta nuestro cerebro está reconfigurando su vocabulario para sonar más "máquina". La automatización casi total de tareas nos lleva a preguntarnos si estamos perdiendo nuestra propia voz.