La IA es capaz de crear arte a gran velocidad. Pero ¿es verdaderamente arte?
Investigadores del MIT han desarrollado una nueva IA que crea imágenes nueve veces más rápido, combinando la eficiencia con la calidad para revolucionar la generación visual automatizada

La carrera por crear inteligencias artificiales capaces de generar arte visual cada vez más realista sigue acelerándose de manera imparable. Un equipo de investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) ha desarrollado una herramienta que promete transformar radicalmente la velocidad a la que las máquinas crean imágenes de alta calidad, planteando nuevas preguntas sobre el futuro de la creación artística.
Según informa el MIT en su web oficial, el nuevo sistema llamado HART (Transformador Autorregresivo Híbrido) es capaz de generar imágenes hasta nueve veces más rápido que los modelos de difusión tradicionales, manteniendo una calidad comparable pero consumiendo un 31% menos de recursos computacionales.
La revolución silenciosa de la generación de imágenes por IA
El avance radica en la combinación de dos tipos de arquitecturas de IA que antes funcionaban por separado. HART utiliza un modelo autorregresivo para capturar rápidamente la estructura general de la imagen y luego emplea un pequeño modelo de difusión para refinar los detalles, logrando un equilibrio inédito entre velocidad y precisión.
Esta innovación llega en un momento de intenso debate sobre el papel de la IA en las artes visuales. El actor Nicolas Cage ha criticado duramente el uso de estas tecnologías en la industria cinematográfica, expresando su preocupación por la deshumanización del proceso creativo y el uso no autorizado de réplicas digitales.
La principal aplicación de HART, según sus creadores, no busca reemplazar artistas humanos sino potenciar áreas como el diseño de videojuegos, la creación de entornos simulados para entrenar robots y coches autónomos, y su integración con modelos de lenguaje para generar visualizaciones inmediatas a partir de instrucciones textuales.
Sin embargo, las reacciones en la comunidad artística no han tardado en manifestarse. Recientemente, la nueva IA de Google desató polémica entre fotógrafos y artistas por su capacidad para eliminar marcas de agua y generar contenido con derechos de autor, evidenciando las tensiones éticas que acompañan estos avances tecnológicos.
Los investigadores del MIT ya trabajan en ampliar las capacidades de HART para incluir la generación de vídeos y audio, lo que podría reducir drásticamente los tiempos de producción en industrias creativas. Este desarrollo, aunque técnicamente impresionante, sigue alimentando el debate filosófico sobre qué define realmente al arte: ¿la expresión humana que hay detrás o simplemente el resultado final que contemplamos?