El fin del TikTok que conocías: los usuarios en EE.UU. tendrán que cambiar a una nueva aplicación con un algoritmo distinto
El consorcio liderado por Oracle controlará el 80% de la nueva entidad, mientras los usuarios deberán migrar a una aplicación completamente diferente con algoritmo propio

Al final parecía que todo eran amenazas, pero ya está claro que TikTok tal como lo conocemos va a desaparecer en Estados Unidos. Oracle, Silver Lake y Andreessen Horowitz se han hecho con el 80% de las acciones de la plataforma y los usuarios van a tener que instalarse una aplicación completamente nueva. El 20% restante seguirá siendo de inversores chinos, pero toda la infraestructura técnica pasa a manos estadounidenses.
El acuerdo llega después de meses de ida y vuelta legal. La ley de 2024 obligaba a ByteDance a vender TikTok por motivos de seguridad nacional, y Trump llegó a firmar una orden ejecutiva para aplazar su entrada en vigor hasta diciembre. Según informa Reuters, es la primera vez que se logra un acuerdo de este tipo entre Washington y Pekín para una plataforma tecnológica.
Lo que cambia técnicamente para los usuarios

Oracle es uno de los nuevos propietarios de TikTok
Aquí viene lo interesante desde el punto de vista técnico. Oracle se encargará de toda la infraestructura de datos: servidores en Texas, gestión de la información de usuarios y, probablemente, el análisis de contenido. Silver Lake y Andreessen Horowitz pondrán el dinero y el músculo tecnológico. La junta directiva tendrá mayoría estadounidense, incluido un representante del gobierno.
Pero lo más relevante es que los usuarios necesitarán una app completamente diferente. No es una simple actualización: hablamos de una aplicación nueva con algoritmo propio. El TikTok estadounidense funcionará de forma independiente al resto del mundo, algo que técnicamente requiere reescribir buena parte del código base manteniendo la experiencia que ya conocen los usuarios.
El algoritmo es la pieza clave del puzzle. El sistema de recomendaciones será independiente, desarrollado por Oracle junto al resto del consorcio. El algoritmo actual de TikTok es tremendamente sofisticado en análisis de comportamiento y engagement. Construir algo equivalente desde cero, o adaptar el existente eliminando cualquier componente chino, supone un desafío técnico de primera magnitud.
Los usuarios conservarán sus perfiles y todo su contenido durante el cambio, según los detalles publicados. La pregunta del millón es cómo gestionarán la migración de los datos de comportamiento que alimentan las recomendaciones. Trasladar vídeos y seguidores es relativamente sencillo, pero conservar el historial de interacciones que permite al algoritmo conocer a cada usuario es harina de otro costal.
Esta operación tiene precedentes limitados. Cuando Microsoft compró LinkedIn o cuando Google adquirió YouTube, no tuvieron que recrear la infraestructura desde cero por motivos geopolíticos. Aquí la separación debe ser completa: nada de servidores compartidos, nada de algoritmos compartidos, nada de datos cruzados entre la versión estadounidense y la global.
El acuerdo surge después de que TikTok desapareciera temporalmente de Estados Unidos y de que Apple y Google recibieran órdenes de retirar la app de sus tiendas. La situación técnica era insostenible: ByteDance no podía operar legalmente, pero tampoco podía vender fácilmente una infraestructura tan compleja. Los problemas fundamentales que analizamos hace unos meses siguen ahí.
Faltan detalles técnicos cruciales por resolver antes del plazo de diciembre. El más importante es cómo ejecutarán la transición sin una fuga masiva de usuarios. Si el nuevo algoritmo no está a la altura del actual, la experiencia se resentirá notablemente. Y si los creadores ven caer su alcance durante el proceso, Instagram Reels y YouTube Shorts estarán esperándoles con los brazos abiertos.
El resultado final es que el TikTok original ha llegado a su fin en territorio estadounidense. Los 170 millones de usuarios del país deberán adaptarse a una plataforma técnicamente renovada, con propietarios diferentes, infraestructura propia y un funcionamiento interno completamente rediseñado desde los cimientos.