Samsung Galaxy Alpha, ¿es lo que el mercado esperaba?

Samsung Galaxy Alpha, ¿es lo que el mercado esperaba?

Desde hace días la prensa especializada ha estado muy centrada en las diferentes informaciones que se han ido filtrando sobre un nuevo terminal de Samsung. Poco después de la presentación del Samsung Galaxy S5 ya se empezó a criticar la falta de toque premium en el dispositivo, a la vez que aparecieron los primeros rumores de que los coreanos podrían estar trabajando en ello. Finalmente, sin que se le haya dado demasiada publicidad (de esto ya nos hemos encargado en la prensa), el Samsung Galaxy Alpha ha hecho acto de presencia y lo cierto es que no ha dejado indiferente a nadie.

A modo de resumen, nos encontramos con un terminal que se situaría en la parte baja de la gama alta. Pantalla de 4,7 pulgadas a 720p de resolución, un procesador Exynos 5430 de 8 núcleos, 2 GB de memoria RAM, Android 4.4.4 y la tan comentada batería de 1860 mAh. Sin lugar a dudas no son las mejores especificaciones del mercado actualmente, pero tampoco conocemos las intenciones reales de la compañía para este terminal.

De todas formas, sea cual sea el segmento en el que lo quieran situar, hay verdades como puños, y este terminal, en general, nos ha dejado muy fríos. Para empezar, el supuesto premium que se ha visto centrado principalmente en el grosor. Sí, es cierto que se ha añadido el canto metálico, pero realmente no es un terminal "metálico" ni mucho menos. También es cierto que hay gente a la que le gustan los diseños de los coreanos, pero viendo el resto de compañías, lo normal sería aplicar novedades y rediseños importantes y no seguir una línea casi igual que la del Samsung Galaxy S original en absolutamente todos los dispositivos.

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Y con esto no estoy diciendo que el aluminio sea la solución, ni mucho menos. De hecho, se ha comentado muchas veces que el diseño que usa HTC debería ser el estándar, pero eso no es así y podemos comprobarlo con otras compañías que han decidido usar, por ejemplo, cristal templado. Aquí lo que importaba realmente era poder mantener el grosor en el mínimo posible para poder competir con el iPhone y eso hay que reconocer que lo han conseguido.

En los últimos años hemos visto como Samsung ha ido perdiendo punto a punto su cuota de mercado y como otras marcas le han arrebatado un poco de todo su éxito. No deja de ser verdad que los terminales de la compañía continúan vendiéndose con números sorprendentes, aunque valorándolo un poco, diríamos que es más por propia inercia que no porque sean mejores que los de la competencia. Samsung se ha quedado estancada en el pasado, se retroalimenta con cada nuevo terminal y ya no tiene esa ventaja sobre el resto, la ha perdido y no ha hecho nada para evitarlo.

Nuevamente, cuando todo el mundo esperaba un equivalente algo mejor diseñado del Samsung Galaxy S5, nos encontramos con un terminal prácticamente igual con unos cantos metálicos y unas prestaciones algo incongruentes en algunos puntos. ¿Es un terminal de gama alta, de gama media, premium, normal? La verdad es que se hace difícil situar a un teléfono de este tipo, aunque su precio nos responde muchas dudas. Si los rumores se confirman, tendremos que desembolsar nada más y nada menos que 600 euros por él.

Por otro lado, en un terminal de este precio esperaríamos encontrar una pantalla que se vea realmente bien. No estoy diciendo que 720p sea una mala resolución, pero sí que es cierto que teniendo los primeros terminales con pantallas QHD, se hace raro tener un terminal con un panel tan "simple". Y debo insistir en que por ese precio casi sería obligatorio que fuera, como mínimo, como la del Samsung Galaxy S5.

Y finalmente, si hay algo que realmente sorprende, esto es la batería. 1.860 mAh son toda la energía con la que supuestamente debemos llegar a final de día, cosa que después de realizarle las primeras review se comenta que no es posible. Desde la compañía se ha dicho que la causa de esta cifra tan baja ha sido la búsqueda de un terminal el más fino posible y competir con el iPhone, aunque obligará a los usuarios a tener siempre un cargador cerca.

Por otro lado, tenemos al procesador. El Exynos 5430 es el primero que se construye de 20 nm para terminales móviles y en un principio debería aportar un 25% de ahorro respecto a competidores como el Qualcomm Snapdragon 805 de 28 nm. Esto y que trabaja a una resolución mucho menor del máximo que soporta serían, junto a la tecnología big.LITTLE, los tres principales métodos de ahorro del recién llegado procesador.

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Las primeras explicaciones de Samsung justifican un poco las sorprendentes especificaciones del terminal. Se ha buscado crear un terminal para poder competir con los iPhone sin tener que recurrir a pantallas enormes ni a grandes grosores. Esto se ha conseguido, pero por el camino se han dejado cosas tan importantes como una buena batería. Tendremos que ver el rendimiento y la autonomía que es capaz de ofrecer, ya que el Exynos 5430 aporta novedades interesantes en este aspecto. De todas formas, en lo que a diseño se refiere, Samsung no ha conseguido un terminal realmente premium, sino que simplemente ha modificado mínimamente lo que ya estamos acostumbrados a ver.

Sin duda, la última opinión y la más importante la tienen los usuarios, por lo que tendremos que esperar para ver la acogida que tiene el dispositivo. ¿Qué os parece a vosotros? ¿Cumple Samsung con lo que se esperaba o simplemente es una prueba para ver su aceptación?

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