La paradoja del cifrado punto a punto en WhatsApp y otras apps de mensajería

Hace un tiempo que WhatsApp incluyó un sistema de seguridad conocido como cifrado de punto a punto, cuya integración aplaudimos desde Andro4all. Básicamente, este sistema imposibilita que cualquier tercero intercepte una de nuestras conversaciones y acceda a ella sin que nosotros nos percatemos.

Este sistema de seguridad nos garantiza que nadie nos podrá entrometerse en nuestra vida privada, puesto que la información de las conversaciones está encriptada y solo es descifrable desde los propios terminales involucrados en la conversación. La seguridad se pone al servicio del usuario. O no. ¿Y si te dijera que más seguridad puede suponer perder algo de seguridad?

¿Se pierde seguridad cuando ganamos seguridad?

Suena a contradicción, y lo es, pero dejen que me explique. El hecho de que nadie -ni siquiera el Estado o los cuerpos de policía- pueda conocer el contenido de nuestras conversaciones nos da la posibilidad de tener una vida privada. Pero, ¿y cuando el sujeto en cuestión está siendo investigado? ¿Crees que es bueno no poder acceder a sus comunicaciones?

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Internet y otras redes sociales tienen un rastro que podemos seguir en caso de que alguien cometa un delito, lo cual facilita mucho una investigación policial. Sin embargo, en casos como el reciente atentado en Londres nos hace pensar. ¿Y si se hubiese podido intervenir antes de que el autor del atentado llegase al Parlamento británico por haber interceptado sus comunicaciones? Es más, ¿y si se pudiesen haber salvado las vidas de los fallecidos?

Sabemos la disputa moral entre seguridad y privacidad que plantean nuestras preguntas, pero nos parece un debate necesario. ¿Crees que se puede obligar a que empresas de mensajería como WhatsApp habiliten una puerta trasera para este tipo de investigaciones?

Si se me permite mi opinión, creo que en este tipo de casos, siempre con una orden judicial o con los requisitos legales pertinentes, la policía debería tener acceso a controles de este tipo en casos excepcionales, como es el ejemplo citado anteriormente. Tradicionalmente se ha recurrido a pinchar teléfonos o poner micrófonos ocultos -aunque suene a película- así que, ¿en qué se diferencia eso de acceder a nuestras conversaciones privadas de WhatsApp o similares?

¿Y tú? ¿Qué opinas? ¿Crees que la policía debería tener acceso a este tipo de comunicaciones o valoras ante todo la privacidad del usuario?

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