¿Cuál es el smartphone más memorable de todos los tiempos?

Osado titular habréis pensado la mayoría, y lo es, pero a punto de cumplir los 20 años de experiencia en esta industria creo que era el momento de echar la vista atrás y repasar todo lo que ha caído por mis manos para señalar al smartphone más memorable que he tenido, una elección que seguramente a la mayoría os sorprenderá y mucho, pero que para mi sigue siendo El Smartphone.

Corría el año 1.999 y con Compaq y Palm a la cabeza las PDAs dominaban el mundo cuando yo guardaba en el bolsillo mi primer teléfono, un Samsung SGH-600 que un par de años después cambiaría por el Siemens SL45i, el primer teléfono del mundo con reproductor de música mp3 y aplicaciones Java, todavía un feature phone que probablemente y salvando las distancias haya sido el precursor de los smartphones.

Afortunadamente no he tenido más teléfonos con firmware propietario y opciones básicas, y aunque me divertía flasheando mods para un SL45i que todavía conservo, el salto al Siemens SX1 supuso un antes y un después. Symbian anticipaba verdaderamente a los smartphones y el SX1 a los teléfonos del futuro, con su teclado en los laterales y más espacio para la pantalla. Cómodo no era, no, pero resultón era un pico y por entonces fue lo mejor que podías comprarte en el mercado.

A partir de ahí, mi hobby durante años fue vender y comprar teléfonos, lo he probado casi todo y hasta he conseguido dedicarme profesionalmente a esto, y aunque he de reconocer que no todo me ha gustado sí guardo especial recuerdo de algún dispositivo.

Por ejemplo, el pequeñín Neonode N2, el primer full view de la historia con un tamaño menor a una tarjeta de crédito, los Qtek que nos trajeron de cabeza a HTC, un fabricante taiwanés llamado High Tech Computer Corporation que remarcaba sus teléfonos a la hora de venderlos, y a mi primer HTC, que fue obviamente la histórica Trinity P3600 en color negro glossy, una pasada para la época que mezclaba una PDA con Windows y un teléfono en un mismo cacharro.

Y es que mi historia en esto de los smartphones lo es también la historia de HTC, y quizás por ello les tengo tanto cariño. Así pues, ya os encamino bien cual va a ser mi elección... y sí, será previa a Android.

HTC Touch Diamond, el smartphone que precedió a los smartphones

Año 2007, Apple acababa de mostrar su primer iPhone cambiando las reglas del juego cuando muchos llevábamos ya varios años utilizando smartphones. De repente ya no era necesario un stylus para pantallas táctiles resistivas, y aunque el iPhone de primera generación todavía tenía limitaciones respecto a opciones con Windows Mobile, lo cierto es que la batalla ya era otra. Google había enseñado también Android y HTC ya trabajaba con el gigante del buscador en sus HTC Dream y Magic.

Pero una firma siempre a la vanguardia como la taiwanesa no podía permitirse perder terreno en el corto plazo, sobre todo justo cuando había decidido venderse a si misma bajo su propia marca. Así pues, tras mucho revuelo, HTC reinventaba Windows Mobile y se cargaba -sólo en parte- al lápiz resistivo con su interfaz TouchFlo 3D, una pasada en su momento que se estrenaba con un teléfono que era otra pasada, el HTC Touch Diamond.

Ese es para mi el smartphone más memorable, pues fue el smartphone que anticipó a los smartphones, y lo hizo además en el momento más difícil y con las peores premisas. Su sistema operativo no estaba preparado para esos menesteres, no era compatible con pantallas capacitivas, y además la interfaz tuvo que ser rediseñada por completo para adaptarse, y todo ello unido a un hardware que estaba comprometido por sistema operativo, necesidad del stylus y demás familia...

Sea como fuere, por entonces HTC molaba, y su trabajo con el cacareado HTC Touch Diamond fue increíble. Windows ya no era Windows, y el dispositivo presentaba una apariencia sublime cuando todavía se podía innovar en diseño, así que Apple y su iPhone volvieron a tener un rival en quien fijarse para seguir evolucionando.

La historia a partir de ahí la escriben Apple y Google, iOS y Android, que se tragaron a toda la competencia en poco tiempo y casi sin margen para reaccionar. De hecho, al último gran HTC con Windows, el HTC HD2 Leo, se lo comieron Android y su comunidad para liberarle.

¿Y qué ofrecía la HTC Touch Diamond?

Pues en su día lo mejor que se podía comprar, ya desde su packaging en forma diamante que escondía un smartphone con un diseño único, con una trasera cortada en formas triangulares que sin embargo no dejaba usar con comodidad al dispositivo posado sobre una mesa.

La carcasa era plástica y el marco lateral tenía inserciones en metal, con un frontal que dejaba espacio para su pantalla táctil resistiva y para una zona de control que, además de tener botones físicos, ojo, era también táctil y permitía realizar el gesto circular al más puro estilo iPod. No sólo eso, pues escondía cuatro LEDs blancos que se iluminaban según el contexto o las notificaciones recibidas.

No faltaba el stylus pero la interfaz permitía gestionar prácticamente todo con el dedo, sentando las bases para el futuro diseño de HTC Sense ya sobre Android, y en cuanto a conectividad disponíamos de compatibilidad cuatri-banda hasta HSDPA/HSUPA, con WiFi 802.11b/g, Bluetooth 2.0 y aGPS.

Había un audio jack y también un conector micro-USB, todo ello en un tamaño de 102 x 51 x 11 milímetros que sería impensable hoy en día, con un peso de tan sólo 110 gramos. Ahí cabía una batería de 900 mAh, que para la época marcaba ya el día de uso a lo sumo.

Pantalla de 2.8 pulgadas con resolución VGA (640 × 480 píxeles), chipset Qualcomm MSM 7201A a 528 MHz, 192 MB de RAM y 4 GB de almacenamiento interno, no se podía ampliar pero entonces era más que suficiente. Su cámara era de 3,2 megapíxeles, y no hacía falta nada más para tener un dispositivo que, sin embargo, reinaría muy pocos meses entre los teléfonos inteligentes. Android no le dio oportunidades, aunque muchos pudieron instalar el sistema operativo de Google en el dispositivo para usarlo más tiempo.

Revivamos a los clásicos, ¿cuál ha sido para vosotros el smartphone más memorable?

Ya os he contado mi historia y cual es para mi el teléfono con mayor solera de la historia, aunque es cierto que tengo que reconoceros que si tuviera que elegir un diseño para actualizarlo a los tiempos que corren ese sería sin dudarlo el del Nexus One. Para mi es el teléfono más bonito que he tenido, y no hacía falta que fuese un imán para las huellas para ser el teléfono más bonito.

Por si alguno os lo preguntáis, ahora mismo tengo un Galaxy Note 8 con el que estoy muy contento, pero ese atractivo ya no es el mismo porque hoy en día todos los smartphones son casi idénticos.

Ahora os toca a vosotros, decidnos, ¿cuál ha sido el smartphone más memorable de la historia? No hace falta que sea Android, tampoco que haya sido un superventas, y es que opiniones seguro que habrá muchas... ¿Os gusta mi elección?

Imagen | LesMobiles

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