¿Se puede usar el primer Galaxy Note en pleno 2018? Una youtuber acepta el reto

¿Se puede usar el primer Galaxy Note en pleno 2018? Una youtuber acepta el reto

Nos encontramos en 2018, un año en el que tenemos smartphones con 6 y 8 GB de RAM, procesadores que se mueven a la velocidad del rayo, pantallas y cámaras de escándalo y una experiencia de usuario increíble. Estamos tan acostumbrados a que los móviles vayan bien que se nos antoja imposible volver a un dispositivo de los antiguos, de los originales, de los que marcaron un antes y un después. ¿Te ves capaz de usar un terminal de hace casi 10 años? Una youtuber ha querido aceptar el reto, y ha estado usando un Galaxy Note I durante unos días. ¿Su experiencia? Aquí abajo la tienes.

La youtuber en cuestión es Erica Griffin. Si te mueves en el mundo de la tecnología posiblemente hayas visto alguna vez uno de sus vídeos. Tiene una 'sección' en la que prueba modelos antiguos, y en esta ocasión ha estado probando el primer phablet de Samsung --y casi de la historia--. Como verás a continuación, su experiencia no ha sido del todo satisfactoria, por no decir que es casi imposible vivir el día a día con él.

Volviendo al pasado usando un Galaxy Note de 2011

El Galaxy Note original contaba con 1 GB de memoria RAM y un procesador Exynos de doble núcleo a 1,4 Ghz --el mismo que el S2--, acompañado de una GPU Mali 400 y 16 GB de almacenamiento. Ni el gama baja chino más rancio de la actualidad tiene estos componentes. Como sistema operativo, el Galaxy Note contaba con Android 4.2.2 Jelly Bean, una versión que a día de hoy es más que minoritaria.

Como puedes ver en el vídeo, el terminal funciona perfectamente hasta que empiezas a pedirle que haga... algo. Por lo pronto, es imposible instalar app alguna desde Google Play, ya que la gran mayoría de aplicaciones exigen que, como mínimo, el dispositivo tenga Android KitKat. Pero los problemas no acaban ahí, ya que el Galaxy Note tampoco permite instalar archivos APK de terceros. Así es, al menos, en la versión con Exynos. En el modelo con procesador Qualcomm, la youtuber sí que es capaz de instalar algunas apps. Sea como sea, al final se hace necesario tener que usar Aptoide.

A pesar de poder instalar aplicaciones, lo cierto es que el rendimiento de las mismas deja mucho que desear. Se ve claramente que tanto YouTube, como eBay, como el propio Google Chrome, se quedan pilladas y dejan de responder a las interacciones de Erica. ¿El motivo? Conforme las apps se actualizan empiezan a exigir más y más recursos, recursos de los que, desgraciadamente, el Galaxy Note carece. Sin embargo, tras rootear el terminal y desinstalar una buena cantidad de bloatware, el smartphone comienza a responder algo mejor, aunque tampoco es para tirar cohetes.

Una cámara que sigue funcionando, y una pantalla con muchos píxeles

Elefante jugando con el Galaxy Note

Si nos centramos en la cámara, podemos ver que sigue funcionando bastante bien y que sus resultados siguen siendo bastante dignos, al menos con buenas condiciones de luz. Los samples del Note y el Galaxy S9 que Erica muestra en el vídeo son realmente parecidos, aunque el salto en términos de calidad es más que evidente. Donde el Galaxy Note flaquea es en las escenas con poca luz. De hecho, el resultado cuando se está a oscuras es una bonita imagen negra, lo que obliga a tener que usar el flash.

Por otro lado, es bastante fácil ver los píxeles de la pantalla. El Note original tenía un panel de 5,3 pulgadas --y nos parecía grande-- con una resolución de 1.280 × 800 píxeles. Una pantalla tan grande con una resolución tan baja es sinónimo de píxeles por doquier, y en el vídeo se aprecia claramente. Además, según afirma la youtuber, los ángulos de visión son bastante pobres y la pantalla apenas se ve cuando se expone a luz solar directa.

Si te paras a pensarlo, todo son desventajas

Imagen del Galaxy Note de la firma coreana Samsung

Ya no es solo que no puedas usar apps, que la cámara funcione al 50% y que la pantalla no valga para nada, sino que es un dispositivo lleno de agujeros. El Note original no recibe, ni recibirá, parches de seguridad, al menos de forma oficial. Es cierto que hay una scene de desarrolladores bastante potente, hasta el punto de que se le puede instalar Android Nougat gracias a Lineage OS, pero eso implica perder funcionalidades como las que ofrece el S-Pen.

Una opción sería desarrollar Android Go para este modelo, pero eso implica tiempo y dinero, algo que, posiblemente, ni Samsung ni los desarrolladores querrán invertir. Dicho esto, ¿a qué conclusión podemos llegar? A que es imposible usar un Note de 2011 sin tener que pasar por el root y las ROMs personalizadas. La experiencia de uso roza lo absurdo, y las funciones que, en un primer momento, hacían del Galaxy Note un objeto de deseo, ahora no funcionan o funcionan a medias. En definitiva, mejor un gama baja-media de 2018 que un tope de gama de 2011.

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