Por qué el escándalo de Facebook es algo momentáneo, y no vamos a aprender la lección

Pena, frustración e impotencia, es lo que siento, personalmente, cuando veo lo que está pasando con Facebook. Por fin, y de una vez por todas, tras 10 años se ha descubierto que Facebook trataba con datos de los usuarios sin permiso, legalidad ni control alguno. Es tan lógico como hipócrita escribir criticando a Facebook, en este, mi artículo que nada más publicar aparecerá en la propia red de Zuckerberg. Sin embargo, me veo en la obligación de reflexionar, una vez más, sobre la obra maestra que Zuckerberg ha sido capaz de llevar a cabo, de esta gran tela de araña que nos ha atrapado a todos, y de la que no podemos salir.

Puede haber el #deletefacebook que queramos, una semana, un mes o un año de escándalos, pero no vamos a aprender la lección, desgraciadamente, hasta que nos pase algo grave. Desde la experiencia y opinión personal, hoy, abro el debate sobre por qué Facebook va a seguir teniendo usuarios, y el porqué del que esta situación no vaya a cambiar.

Algo que lleva años sabiéndose

Ha sido este mes de marzo, cuando ha saltado la liebre sobre la vergonzosa forma de Facebook para con los datos de los usuarios. Sin embargo, años atrás, empezaron a surgir los primeros escándalos. Un aviso puede no ser suficiente, si me apuras, hasta dos o tres, pero en estos años, hemos tenido decenas y decenas de noticias de que Facebook estaba recopilando datos sin permiso de los usuarios y sin acatar la legalidad. Los usuarios, seguimos en nuestra zona de confort, y no hicimos caso alguno.

Una simple búsqueda en Google te pondrá al corriente de los escándalos de Facebook. Hablamos de años y años de escándalos, multas y sanciones que ha pagado sin problema alguno.

El año pasado, tuvimos noticias de que WhatsApp empezaría a cruzar datos con Facebook. De nuevo manos a la cabeza, semana de alarma de rigor, y vuelta a abrir WhatsApp y a ver vídeos de gatitos en Facebook, no será para tanto.

De errores se aprende, como se suele decir, y es que la psicología del comportamiento ha demostrado en infinidad de ocasiones, que una experiencia tremendamente aversiva, marca de por vida al individuo. Facebook, ha logrado que muchos usuarios vivan este tipo de experiencia, que me gustaría relatarte a continuación, como anécdota y enésimo aviso del funcionamiento de la aplicación.

Mi deletefacebook personal, el pánico por mi privacidad

Como trabajador del mundo tech, la privacidad de mis datos es algo con lo que tengo especial cuidado. Aunque borré mi cuenta de Facebook tras lo que voy a contarte, jamás, jamás de los jamases, encontrarías un ápice de mi vida sentimental en la red de Zuckerberg, dato importante para lo que te voy a narrar a continuación. Sin embargo, antes de esta sorpresa, vino la que casi todos hemos experimentado.

Por más que Facebook niegue escucharte, estoy convencido de que lo hace -no afirmo nada, simplemente estoy convencido en base a mi experiencia-. Navegando por la red encontrarás relatos de usuarios que han hecho el experimento, y les ha salido bien. Comenta sobre algún producto que quieras comprar, y del que jamás hayas buscado información -ni en Chrome, ni llamando a tiendas ni en ningún sitio-, te acabará apareciendo en Instagram o Facebook, si has hablado de él con alguien. ¿Casualidad? Sí, claro. Si no le hubiese pasado a cientas de personas que lo han comentado en la red, podría serlo

En internet encontrarás decenas de experimentos, de usuarios que han dedicado artículos y vídeos a demostrar que, si hablas de un producto, te acabará apareciendo en Facebook o Instagram, aunque jamás hicieses una búsqueda previa del mismo en ningún otro medio.

Este fue el primer aviso, pero el segundo fue demoledor. Como siempre, tras mi experiencia, consulté con compañeros para ver si le había pasado a alguien más, o era una locura mía. Desgraciadamente, pude comprobar que le había pasado a más de un compañero, y que tampoco se atrevían a contarlo, ya que todo el mundo pensaría que sería una casualidad.

Como te decía, borré mi cuenta de Facebook hace ya, porque sabía lo que hacían con mis datos, y porque no estaba dispuesto a que lo siguiesen haciendo. Como bien sabrás, para leer un mensaje de Facebook en el móvil, necesitas tener instalado Facebook Messenger. Por aquel entonces, acababa de salir de una situación sentimental con una persona, a la que jamás agregué a Facebook, ni ella a mi, ya que le dejé claro que no lo utilizaba. Repito, una persona a la que jamás agregué, ni ella a mi, pero con la que mantenía una relación sentimental.

Tras la ruptura, a la semana, recibo un correo electrónico de Facebook Messenger, diciéndome que tenía mensajes. Al mirar el presunto mensaje, aparecía la fotografía de dicha persona, que jamás agregué, que jamás me agregó, y de la que tan solo yo sabía mi relación sentimental con ella.

Evidentemente, descargué Facebook Messenger, para leer dicho mensaje de dicha persona, y ¡oh sorpresa! ,no había mensaje alguno. Contacté con dicha persona para comprobar si había o no mandado un mensaje, y como era de esperar, no había mandado nada. Estás paranoico, sería una casualidad, o mandaría el mensaje y lo borraría.

Puede ser... De no ser porque me pasó una segunda vez, con otra segunda persona. En este caso, la segunda persona no sabía siquiera mi cuenta de Facebook, ni nadie de mi círculo podía proporcionárselo, pero me apareció ese mensaje fantasma de Messenger. Ese ruín e inmoral "mira, tienes un mensaje de alquien que te importa, instala mi aplicación para leerlo", siendo falso.

Lejos de querer contarte un culebrón sobre mi vida privada, quiero que entiendas que la política de Facebook con tus datos es demoledora. No tienen reparo alguno, y cuando les pillan, Zuckerberg solo puede saltar a la palestra con ese mensaje que algunos españoles recordarán de, "me he equivocado, lo siento mucho, no volverá a ocurrir".

Vergüenza, vergüenza y vergüenza, como en el paseo de Cersei Lannister, es lo que siento cada vez que abro Instagram o WhatsApp. Zuckerberg ha sido capaz de crear un sistema de aplicaciones que crea dependencia, bien por el número de usuarios, o bien por la vinculación con otras apps de terceros. ¿Quién no se ha logueado nunca en decenas de websites con Facebook por comodidad?

Impunidad absoluta

La última noticia sobre una multa a Facebook, nos habla de 300.000 euros de sanción, para una empresa que factura más de 12.970 millones de dólares. Básicamente, es como si a un mileurista le pones una sanción de 5 euros por exceder el límite de velocidad, algo me dice que va a volver a excederlo.

Facebook ha logrado salir impune -o casi impune-, de todos sus escándalos, y aunque este caso sea más grave, podemos intuir que una disculpa y otro pronto pago harán que todo esto se olvide pronto. Esto, ayuda a que la imagen de Facebook no se vea manchada del todo, y es que hasta que no encierran a alguien por un delito, no nos empezamos a tomar en serio lo que ha hecho.

Hasta que no te pase algo grave, no vas a borrarte el Facebook

Lo sé y lo sabes, vas a seguir utilizando Facebook, por más noticias y escándalos que salgan, y por más multas que le pongan a Facebook por robar tus datos. El valor de nuestra privacidad es mínimo, no somos conscientes del daño que nos pueden llegar a hacer conociendo todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida privada, y cada vez vivimos, en mi opinión, más cerca de lo que se plasma en series como Black Mirror.

Ya no consumimos tecnología, es la tecnología la que nos consume, y la situación no parece que vaya a ir a mejor. Con esto no espero -ni quiero- que corras a borrar Facebook tras cerrar el artículo, solo te pido un minuto de reflexión, una pequeña búsqueda en Google para confirmar todas y cada una de las palabras que te he contado, e invitarte a salir de esa zona de confort tecnológico, de la que no podrás salir cuando sea demasiado tarde.

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