Estos son los derechos que tienes sobre tus datos según la Ley de Protección de Datos

Últimamente estamos siendo testigos de escándalos bastante alarmantes respecto a la privacidad en las redes sociales. Y el escándalo de Facebook con Cambridge Analytica es sólo uno de los ejemplos que podemos ver si hacemos memoria.

Y es que, en un mundo, como es el informático, en el que los usuarios no solemos pagar por muchas de las cosas que hacemos en la red --como las redes sociales, los vídeos en YouTube o los medios de comunicación digitales-- la forma de sostener todo esto económicamente es la publicidad, o los datos de los usuarios.

Por ello, nos parece bastante interesante sacar una serie de artículos hablándote de Derecho Informático, y contándote qué derechos tienes sobre tus datos o cuáles son los datos que nunca deberías dar, y hoy precisamente vamos a enseñarte cuáles son los derechos que tienes sobre tus datos personales según la Ley de Protección de Datos, ¡vamos a empezar!

Lo primero: aclarar conceptos

Lo primero a la hora de empezar a formarte en Derecho Informático es entender ciertos conceptos que vienen explicados en la Ley y a los que vamos a hacer referencia en numerosas ocasiones a lo largo de la serie de artículos que vamos a publicar. Así que empecemos por lo básico.

Debes saber que en el extenso mundo de internet, tenemos datos disociados, y datos personales. Los datos disociados, son aquellos mediante los cuales no se puede identificar a la persona en cuestión a la que pertenecen, debido a que han sufrido un proceso para que no se puedan atribuir a la persona en concreto.

Los datos personales son toda información concerniente a personas físicas identificadas o identificables. Una persona identificable es cualquiera cuya información pueda determinarse a través de información referida a su identidad física, fisiológica, económica o social. Es decir, la información personal es la que se refiere a ti como persona, y a través de la cual se te pueda identificar directamente. Por ponerte un ejemplo, tu gusto por las croquetas --por sí sólo-- no es un dato personal, pero tu altura, tu número de DNI o tu historial clínico sí que lo son.

Dentro de los datos personales, encontramos tres niveles de protección:

• Protección inferior a la ordinaria: datos públicos de mera identificación y de accesible al público, como tu nombre, apellidos o número de teléfono fijo
• Protección ordinaria: datos comunes, que no son de mera identificación, pero que tampoco se consideran datos sensibles
• Protección mayor a la ordinaria: datos sensibles especialmente protegidos, los cuales están tasados, ya que tienen una potencialidad invasora de la intimidad. Algunos ejemplos son tu ideología política y religiosa, tu historial médico, o tus infracciones penales y administrativas.

Por último, definiremos tratamiento de datos como todas las operaciones y procedimientos técnicos que permitan la recogida, grabación, conservación, elaboración, modificación, bloqueo, cancelación, y cesiones a otras empresas y organismos de datos que resulten de comunicaciones, consultas, interconexiones y transferencias.

¿Qué derechos tienes sobre tus datos personales?

Los datos personales que te identifican a ti, concretamente, como persona física son tuyos, y en la Ley de Protección de Datos vienen recogidos una serie de derechos que los usuarios podemos ejercer, y de los que es bueno que estemos informados. Al fin y al cabo, si no sabemos, no podemos defendernos.

Derecho de consulta

En primer lugar podemos encontrar el más básico de todos, que es el Derecho de consulta en el Registro de Protección de Datos, y que establece que cualquier persona puede conocer la existencia de tratamientos de sus datos de carácter personal, la finalidad de los mismos y los responsables del tratamiento.

Para ello, bastará con acceder a la web de la Agencia Española de Protección de Datos, y buscar en sus ficheros, introduciendo tus datos. Debes saber que cuentan con ficheros de titularidad pública y de titularidad privada, y podrás realizar la búsqueda en el que desees.

Es imprescindible que conozcamos nuestros derechos para poder ejercitarlos correctamente

Derecho de acceso

Mediante este, el interesado podrá solicitar y obtener gratuitamente información acerca de sus datos de carácter personal sometidos a tratamiento, el origen de estos y las comunicaciones que se han hecho o van a hacer de los mismos.

Este derecho, a diferencia del anterior, se ejercita frente al responsable del fichero, que es una empresa privada, como por ejemplo Zara, y con este obtenemos los datos personales concretos que el responsable del tratamiento tiene de nosotros, pero este tiene ciertas limitaciones.

Y es que, sólo podremos realizar una consulta a la misma empresa cada doce meses, a no ser que acreditamos un interés legítimo. La empresa, por su parte, tiene que resolver esta solicitud de acceso en un plazo máximo de un mes desde que recibió la solicitud, y, en caso de estimarla, debe proporcionar dichos datos en un plazo de diez días.

Derecho de rectificación

Los usuarios también tenemos derecho a corregir errores y a modificar datos inexactos o incompletos para garantizar la certeza de la información. Pero ojo, siempre y cuando los datos que queramos modificar sean, como hemos dicho, inexactos e incompletos, como por ejemplo, nuestra edad o dirección.

Para ello, debes dirigirte a la empresa en cuestión que trata tus datos y redactar un escrito en el que se señale claramente el dato erróneo, y la corrección que debe realizarse, acompañado de la documentación que lo justifique.

El responsable del fichero tendrá que atender la solicitud en un plazo de diez días desde la recepción de la misma, incluso aunque no tenga datos del afectado --en cuyo caso deberá comunicarlo--. Para ello, tienes disponibles los diferentes formularios disponibles en la web de la AEPD. Incluidos también los que debes presentar en caso de querer solicitar la tutela de tus derechos --en caso de que no te respondan dentro del plazo--

Derecho de cancelación

El Derecho de cancelación, por su parte, es un mecanismo que permite que podamos defender nuestra privacidad, pudiendo solicitar la eliminación de nuestros datos personales, pero solo en caso de que los mismos sean inadecuados o excesivos.

Esta cancelación implica el bloqueo de esos datos, es decir, se identificarán y reservarán los mismos para impedir que se traten, excepto para la puesta a disposición de los correspondientes órganos judiciales.

En este caso, el responsable del fichero o del tratamiento debe hacer efectivo el derecho de cancelación en diez días. A no ser, claro está que exista un deber legal de conservar dichos datos, aunque también podrá denegar dicha cancelación cuando la conservación sea necesaria para cumplir obligaciones contractuales que le vinculen con la persona que solicite dicha cancelación.

La Unión Europea reconoce también el derecho de cancelación, pero bajo el nombre de "Derecho a la supresión". Es decir, el también llamado Derecho al olvido, que nos permitiría obtener del responsable de los datos la supresión de los mismos si no son necesarios para la finalidad que justifique el tratamiento, o bien porque, simplemente, queramos revocar el consentimiento. Un proceso que trajo bastante polémica hace unos cuantos años, pero que te hemos enseñado a llevar a cabo frente a Google.

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