Pues no, ni Samsung ni ninguna otra marca estará obligada a actualizar sus teléfonos

Pues no, ni Samsung ni ninguna otra marca estará obligada a actualizar sus teléfonos

La fragmentación y Android, o más bien, la fragmentación y el enorme problema que supone para Android, porque lo cierto es que la historia interminable de las no actualizaciones se ha convertido ya en un axioma para la plataforma... y no, las estadísticas no mienten.

La mayoría de fabricantes no actualizan convenientemente sus dispositivos a las últimas versiones de Android, y aunque haya excepciones que confirman la regla como Nokia, lo cierto es que sobre todo las gamas económicas han sufrido, sufren y sufrirán un abandono evidente por parte de prácticamente todas las firmas de la industria.

Quizás por ello una asociación de consumidores de los Países Bajos se había puesto manos a la obra para cambiar las cosas, denunciando a Samsung seguramente por su visibilidad para intentar que las marcas fabricantes de teléfonos inteligentes aumentasen el soporte postventa de sus terminales mucho más allá.

Nada menos que cuatro años de actualizaciones garantizadas pedían, argumentando que las actualizaciones de software incluyen resolución de problemas y corrección de vulnerabilidades importantes, con lo que los usuarios precisarían estos paquetes de firmware por su propia seguridad.

Pues no, ni Samsung ni ninguna otra marca estará obligada a actualizar sus teléfonos

La justicia holandesa ha hablado... Y no, ningún fabricante se verá obligado a actualizar sus terminales

Es probable que las alegaciones de la mencionada asociación Consumentenbond estuviesen en lo cierto, y es probable también que los usuarios agradecerían actualizaciones al menos de las versiones más importantes del sistema operativo mientras el hardware lo permita, pero obligar a un fabricante a actualizar quizás sean palabras mayores...

De hecho, los jueces han dado la razón a Samsung afirmando en su sentencia que las reclamaciones de la asociación de consumidores eran inadmisibles como denuncia, pues afectan a hechos futuros y no a un acto consumado y denunciable.

En el escrito se reconoce que si Samsung descubriese un problema grave en el futuro en el software de cualquiera de sus teléfonos, el fabricante podría optar por una actualización para toda su gama, aunque es posible que no pudiese hacerlo en algunos de sus dispositivos debido a la naturaleza del error o a las limitaciones del propio hardware.

Por esta misma razón, no es posible obligar al fabricante a actualizar nada, ni tampoco es posible que éste mismo fabricante pueda afirmar cuántos ni cuales de sus dispositivos deberían actualizarse si se descubrieran fallos críticos. Así pues, y según la sentencia, sin saber qué errores se pueden descubrir en el futuro, es imposible fallar en contra de Samsung y obligarle a actualizar por ley.

Pues no, ni Samsung ni ninguna otra marca estará obligada a actualizar sus teléfonos

Un problema serio, pero difícil se abordar sin la colaboración de todos

Según Consumentenbond, Samsung produce algunos de los dispositivos más vendidos del mundo, y Google provee a estos dispositivos de software para funcionar, además de periódicas actualizaciones de este mismo software que garantizan su seguridad y estabilidad a lo largo del tiempo.

Sin embargo, ni Samsung ni la mayoría de fabricantes aplican de forma ordenada y por sistema estas actualizaciones, y esto en realidad sí es un hecho probado y consumado.

Sin embargo, aquí no hablamos sólo de la voluntad del fabricante, pues a veces es el propio hardware el que imposibilita la actualización al no disponer de drivers, y otras veces son las operadoras u otros actores quienes detienen el proceso. Es algo más complejo que pensar en que un fabricante concreto abandone a sus dispositivos...

Abordar la fragmentación requiere el compromiso de todos, y a pesar del trabajo de Google en los últimos tiempos con Project Treble, lo cierto es que las estadísticas siguen hablando mal de la actualización de la mayoría de dispositivos. Nokia ha mostrado el camino, pero aquí y ahora entran en juego las estrategias de cada uno...

Pues no, ni Samsung ni ninguna otra marca estará obligada a actualizar sus teléfonos

Por el momento, las declaraciones de Consumentenbond siguen coherentes, pero nadie va a obligar a Samsung ni a otros fabricantes a que actualicen sus terminales:

Samsung elige llevar al mercado tantos modelos como desea, y no hay nadie que les obligue a hacerlo. Tal y como sucede con los fabricantes de automóviles, que deben asegurarse de que todos sus modelos sean seguros y confiables, y sigan siéndolo con el tiempo, Samsung debería tener la misma obligación.

Además, afirman que al menos su denuncia ha "logrado algo", pues el fabricante "ha tomado medidas para proporcionar mayor información a los consumidores" durante el proceso legal en los Países Bajos, además de visibilizar un problema que es real y aumentará en el futuro, forzando a los usuarios a comprarse otro teléfono.

Cabe recordar que somos los usuarios los que elegimos qué teléfono comprarnos, y si las actualizaciones de software estuviesen de primeras en la lista de prioridades, seguro que habría muchos más fabricantes comprometidos. Algo de culpa tendremos también...

Y vosotros, ¿qué hubierais hecho si fueseis los jueces? ¿Tendrá alguien que obligar a los fabricantes a publicar actualizaciones para sus dispositivos? ¿Corregiría una medida así el problema de la fragmentación?

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