Los dos motivos de peso para no apostar por un móvil con la pantalla curva
Desde que Samsung lanzara allá por el 2015 el Galaxy S6 Edge --previa prueba del Samsung Galaxy Note Edge--, tanto la compañía coreana como otras marcas, han apostado por introducir en la pantalla de sus terminales una curvatura bastante peculiar, que le da un aspecto de lo más curioso al terminal.
Sin embargo, pese a lo bonita estéticamente que pueda parecer esta curva, pensamos que, en ocasiones, no es tan buena opción, y hoy te vamos a dar dos grandes razones por las que no deberías apostar por un móvil que tenga la pantalla curva.
Por qué no deberías comprarte un smartphone con la pantalla curva
La curva no tiene un uso real
La curva es un elemento estético bastante destacable, eso es cierto, pero no menos cierto es que esta no tiene un uso real más allá de embellecer el terminal, ya que esta no aporta ninguna ventaja diferencial sobre smartphones que no tengan dicha curvatura en la pantalla.
Pese a que Samsung lanzara hacer tiempo sus menús Edge, estos podrían ser integrados perfectamente en cualquier dispositivo, ya que únicamente consisten en deslizar desde un extremo del terminal. Si estéticamente te gusta la curva, será una buena decisión comprar un móvil de este tipo, pero si no, no pienses que esta te aportará nada diferencial.
De hecho, no sólo eso, sino que en terminales que tengan opciones para ejecutar los gestos de navegación en un lateral --como los Xiaomi-- esta característica estética puede empeorar bastante la experiencia con dichos gestos.
Reparar la pantalla puede ser mas caro, y es más susceptible de romperse
Cuanto mejor es una pantalla, o más difícil es producirla, más caro es repararla, y el caso de los móviles con pantalla curva no es una excepción, ya que, tanto si queremos cambiar el panel como el digitalizador, será más caro que si estuviéramos ante un smartphone del mismo rango de precios, pero con una pantalla normal y corriente. Aunque, también es verdad que hay casos en los que esto no es así.
Sin embargo, un smartphone con pantalla curva es más susceptible de romperse si impacta en un lateral contra el suelo, y, al tener más superficie de pantalla, es más inseguro en este sentido. Por no hablar del hecho de que hay algunas fundas que no acaban de encajar del todo en estos dispositivos.
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