Por qué es mejor elegir un móvil con carga rápida que con buena batería

Por qué es mejor elegir un móvil con carga rápida que con buena batería
Una vez que se prueba la carga rápida no se puede vivir sin ella

No son pocos los usuarios que a la hora de elegir un smartphone nuevo optan por dispositivos con el mejor procesador, un gran diseño o la mejor cámara del mercado. Sin embargo hay otro elemento indispensable y que hay que tener mucho en cuento a la hora de adquirir un nuevo smartphone: su batería. Porque de nada sirve tener el mejor hardware del mercado si luego tenemos que ir buscando enchufes como locos.

Por norma general casi todos los teléfonos móviles de hoy en día aguantan el día sin problema aunque muchas marcas están lanzando smartphones con una autonomía de hasta tres días como es el caso del Motorola Moto G8 Power, cuyo completo análisis podéis consultar en el siguiente enlace. Ahora bien, ¿qué es más importante? ¿Un smartphone con una enorme batería o un móvil con una carga rápida sobresaliente?

¿Qué es mejor elegir? ¿Batería enorme o carga rápida?

Evidentemente lo que vais a leer se trata de una opinión personal y como tal, no tiene que ser la misma que la vuestra. Particularmente soy de los que cargan el teléfono móvil todas las noches, independientemente de que esté a un 60% o un 21% de su capacidad. Es una manía pero siempre me gusta empezar el día con la batería llena. Así que pongamos el caso de un smartphone cuya batería dure dos días. Imaginaos que el primer día hemos consumido un 50% de la batería y empezamos el segundo día con la mitad. Es posible que aguante pero... ¿y si le damos más uso del normal?

Puede pasar que nos quedemos sin energía a media mañana y tengamos que cargar el teléfono móvil y aquí es cuando pueden comenzar los problemas. Sorprendentemente los teléfonos con mayor batería del mercado suelen ser gamas medias o bajas que recortan en otros aspectos como por ejemplo la cámara, el rendimiento e incluso la carga rápida. De ahí que de nada nos sirve tener una autonomía de 2 o 3 días si luego para cargar dicha batería nos pegamos media mañana. Por eso mismo es mejor tener una carga rápida decente, para poner tener batería de sobra en apenas unos minutos.

Por supuesto la carga rápida tiene sus inconvenientes, como que necesitamos cargadores específicos sin olvidarnos del estrés que estamos provocando a las baterías al cargarlas más rápidas, pero sobre la balanza, pesan mucho más los puntos positivos que los negativos. Conectar el smartphone a un enchufe y que en apenas unos minutos tengamos toda o casi toda la batería cargada es un lujo que una vez se prueba, es imposible desprenderse de él. Lo cierto es que lo óptimo sería tener baterías enormes con carga rápida pero por desgracia no se puede tener todo en esta vida.

Y vosotros, ¿qué preferís? ¿Baterías grandes o carga rápida?

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