El nuevo desafío de Apple: volver a ganar un Óscar a la Mejor Película
Los cambios en las reglas de la Academia al Óscar a la Mejor Película hacen que Apple lo tenga complicado para lograrlo de nuevo.
El año pasado fue un gran año para Apple TV+, la plataforma de streaming de Apple. Y no por el lanzamiento de varios de sus mejores contenidos, que también, sino por conseguir el hito de ganar tres premios Oscar gracias a una de sus películas, CODA, la cual ganó el premio a mejor película, mejor actor de reparto y mejor guion adaptado. Además, logró convertirse en lo más visto en las plataformas tras conseguir los premios.
Parece que ese hito será un poco más complicado de conseguir debido a que las reglas de la Academia han cambiado recientemente y ahora será un poco más complicado que los servicios de streaming puedan calificar y ganar un Oscar a la Mejor Película.

Cartel de CODA, de Apple TV+
Las cosas se complican para Apple en los Premios Óscar
Para optar al Óscar, una película debe arrancar con una semana de proyecciones de clasificación en una de seis ciudades. Posteriormente, debe tener una semana de proyección en diez de los 50 principales mercados de EE.UU., en un periodo de 45 días desde su estreno.
Para películas que se estrenan a finales de 2024 con expansiones después del 10 de enero de 2025, los distribuidores deben presentar sus planes de lanzamiento a la Academia para su verificación, incluyendo una extensión de las proyecciones, que deberá completarse antes del 24 de enero de 2025. En el caso de películas de fuera de EE.UU., dos de los diez mercados exigidos pueden ser internacionales, incluyendo los 15 mercados más grandes o el país de origen de la película.
Estos cambios solo afectan al premio a la Mejor Película, dejando las disciplinas individuales intactas. Las nuevas normas no repercuten en los estudios que apuestan por estrenos en cines en lugar de streaming. Sin embargo, podrían complicar y encarecer los estrenos de empresas como Apple, que sí se decantan por el streaming.
Esto puede tener un efecto en la audiencia de los servicios de streaming, ya que habría un incentivo para fomentar la visualización a través de un cine para justificar el coste y la distribución de la película pudiendo reducir la demanda dentro de la plataforma.