Me he comprado un iPhone 8 Plus y te explico por qué

Me he comprado un iPhone 8 Plus y te explico por qué

Lo he hecho. Tras muchísimos años disfrutando del sistema operativo Android, he decidido que es el momento de probar algo nuevo y darle una oportunidad a la manzana. Por ello, y tras haber ahorrado un buen dinero, me he comprado un iPhone 8 Plus, que actualmente estoy usando como daily driver y del que me estoy enamorando, no os voy a engañar. En este artículo me gustaría contaros qué motivos me han llevado a elegir este terminal.

Antes de nada me gustaría poneros en contexto, porque no es una decisión que haya tomado de forma baladí. Hasta la semana pasada usaba un Samsung Galaxy S7 edge, un terminal del que no me quejo y que me ha dado un rendimiento más que notable durante el año de vida que ha tenido, y digo "que ha tenido" porque en verano un bañador de bolsillos pequeños y el engranaje de un sofá cama se encargaron de asestarle un golpe casi mortal. Es una historia muy larga, si os interesa aquí tenéis algunas fotos del resultado.

¿Pero por qué he elegido un iPhone 8 Plus en lugar de un Note 8, un S8+ o incluso un OnePlus 5T? Pues, si os parece bien, me gustaría contaros mis razones. Prometo alejarme de la postura del "Taliandroid" y del "Apple Fanboy".

1. Necesito un móvil sin complicaciones

iPhone 8 Plus

Android es un sistema operativo versátil, con una infinidad de opciones de personalización, ajustes y posibilidades que pueden resultar muy útiles, sobre todo para una persona a la que le guste estar todo el día trasteando el móvil. Cuando empecé con Android yo era de esos: cambiaba de ROM todas las semanas, personalizaba el launcher con paquetes de iconos, toqueteaba el kernel... me encantaba, pero ahora utilizo el móvil como herramienta de trabajo, y la cosa cambia.

Mi Samsung está muy bien (a pesar de tener la pantalla hecha añicos) y se ha quedado como un terminal perfecto para hacer pruebas de aplicaciones, estar al día en actualizaciones, probar trucos root y cosas así, pero el iPhone 8 Plus es, en mi opinión, una mejor herramienta de trabajo. No tiene complicaciones: enciendes, descargas tus apps y listo, a funcionar. Es intuitivo, no tienes que buscar una opción entre el infinito menú de ajustes, todo está donde tiene que estar, es accesible, fácil de usar y su curva de aprendizaje es mínima.

Hay dos tipos de usuarios en Android: los que pasan horas personalizando el teléfono, poniéndolo bonito, optimizándolo e intentado sacarle el máximo jugo, y los que son como yo, que llevamos hasta el mismo fondo de pantalla que el teléfono traía cuando lo sacamos de la caja. Están los que se complican y los que quiere algo funcional. Yo soy de los segundos, y el iPhone también.

2. Detesto, repito, detesto, las actualizaciones en Android

iOS 11.1

Las actualizaciones en Android dejan mucho que desear, todos lo sabemos, lo tenemos asimilado y apechugamos con ello. En iOS, y aquí voy a decir una frase que odio, eso no pasa. Mi S7 edge tiene un año de vida, y tengo claro que a lo largo de 2018 es posible que se actualice a Android Oreo, pero por supuesto esa actualización no se hará a nivel global. Primero saldrá en X país, luego en otro, y en otro, y en otro, hasta que llegue tu turno. Eso, o pasas por Odin y la instalas a mano, pero estamos hablando de un usuario que no se complica.

El S7 edge tiene un año de vida, y le queda otro. A partir de ahí, lo siento mucho, pero Android 9 ni lo huele. No lo digo yo, lo dice la historia de Android. La fragmentación no es casualidad, queridos lectores. Sin embargo, el iPhone 5S, presentado en 2013, tiene la última versión de iOS. ¿Sabéis qué teléfonos se presentaron también en el 2013? El Samsung Galaxy S4, el LG G2, el HTC One (2013), el Huawei Ascend P6... ¿Sabéis cuántos han recibido o van a recibir Android Oreo? Exacto: ninguno.

iOS es bastante superior a Android en lo que a actualizaciones se refiere, nos duela lo que nos duela. Cuando sale una nueva versión de iOS para el iPhone 8 Plus sale para todos, ya estés en España o en Kuala Lumpur, y eso da gusto. ¿Puede que Proyect Treble arregle eso? Puede, pero primero tendrá que llegar a los terminales de todo el mundo, y hasta que eso llegue podemos esperar sentados.

Y sí, ahora tenemos un Google Pixel 2 que recibe las actualizaciones desde Google, y eso es fantástico, pero ¡sorpresa!, es más caro que el iPhone 8 Plus. El Google Pixel 2 XL, que es el que merece ser comparado con el iPhone 8 Plus, tiene un precio de 959 euros, mientras que el iPhone 8 Plus vale 919 euros. El Google Pixel 2 XL tiene garantizados tres años de actualizaciones, el iPhone 8 Plus, si nos ceñimos a la historia, cuatro. De esa manera, ¿cuál sale más rentable? Las cifras hablan por sí solas:

  • Google Pixel 2 XL: 959 euros / 36 meses = 26,63 €/mes.
  • iPhone 8 Plus: 919 euros / 48 meses = 19,14 €/mes

3. El intangible de Apple

Aplicaciones Google iPhone 8 Plus

Llevo con Android muchos, muchos, muchos años. Sé cómo funciona, sé qué puedo esperar de X o Y componente y sé qué rendimiento voy a obtener, más o menos. Android es pura potencia bruta: 8 GB de RAM, procesadores más potentes que los de muchos portátiles, almacenamiento para guardar trilogías y trilogías de películas... Apple es elegancia. En el iPhone tengo la sensación de que todo se mueve fluido, de que todo va como tiene que ir, de que no hay tiempos de espera en la multitarea... es un intangible difícil de explicar.

Es una cuestión de sensaciones. Apple trabaja muy bien las transiciones y las velocidades de desplazamiento, y eso hace que la experiencia de usuario sea fantástica. Las aplicaciones parecen que funcionan mejor. No digo que en Android funcionen mal, eh, ojo, sino que en iOS parece que van mejor. Además, todavía no me explico que las propias apps de Google, como Gmail, Google Maps o Google Calendar funcionen mejor en iOS que en Android.

En el iPhone 8 Plus tengo la sensación de que, a pesar de tener especificaciones más bajas, todo está mejor optimizado. Hardware y software funcionan en conjunción, y se nota. Es difícil de explicar, puesto que se aprecia mucho más cuando lo pruebas por ti mismo que leyéndolo aquí

¿Quiere esto decir que voy a dejar Android? No, para nada. Android me parece un sistema operativo maravilloso, que tiene mucho que mejorar pero que ha evolucionado muchísimo con respecto a sus primeras versiones. Lejos quedan esos cierres forzados, ese lag, esas cámaras malísimas y esas apps cutres que había hace años. Android mola, y de hecho lo sigo usando en el tablet y en el S7 edge, pero por ahora, para lo que yo utilizo el móvil, debo reconocer que Apple ha conseguido conquistarme.

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