El mortal desafío de llegar a Marte: huesos disueltos, corazón encogido y fluidos en el cerebro. Los astronautas aún no están preparados
El espacio y la vida humana siguen siendo incompatibles a largo plazo, con unas consecuencias graves para los astronautas

Una de las imágenes más frecuentes, cuando los astronautas regresan del espacio, es verlos caminando con dificultad, incluso usando muletas, o llegando al punto de necesitar una silla de ruedas. No se trata de algo anecdótico: el cuerpo humano no está preparado para vivir en el espacio a largo plazo. Es por eso que, en un hipotético viaje a Marte, que llevaría más de tres años de viaje, haría a sus astronautas perder gravemente su masa muscular y ósea, así como pasar a tener un corazón más pequeño y débil, o fluidos excesivos en el cerebro.
El cuerpo humano se debilita en el espacio
Debido a la protección que la atmósfera terrestre nos proporciona, la flora bacteriana que interviene en nuestro organismo y está presente en nuestro ecosistema, o simplemente por la gravedad, nuestro cuerpo está configurado para sobrevivir en las condiciones que la Tierra nos proporciona de manera natural. En el espacio, sin embargo, estas condiciones no están presentes, y a largo plazo, tal y como cuenta Interesting Engineering, puede causar graves estragos en nuestro físico, y a veces de manera irreversible.
Entre otras muchas cosas, la falta de gravedad reduce la masa muscular, la densidad ósea, y el riego sanguíneo se ve tan condicionado que incluso el corazón puede encoger al tener que trabajar de manera menos exigente; incluso el cuerpo evacúa parte del plasma sanguíneo al considerarlo innecesario. Además, los ejercicios constantes, aunque permiten ralentizar este debilitamiento, no permiten detenerlo por completo, por lo que, cuanto más larga sea una misión, más repercutirá en la seguridad del astronauta.
Además, mientras que en la Tierra nuestros fluidos corporales se acumulan en el tren inferior de nuestro cuerpo, en el espacio se mueven con plena libertad por todo el cuerpo, incluyendo cabeza, cerebro e incluso ojos, generando un malestar constante con mareos, dolores e incluso daños permanentes en la vista. Y, si a todo ello se le une la exposición constante a la radiación, el sistema inmunitario se ve también mermado, propiciando la aparición de patologías cancerígenas o degenerativas.
El problema de Marte: tres años en el espacio
De este modo, antes incluso de plantear las disyuntivas de colonizar Marte, se puede ver que el viaje en sí puede ser mortal para cualquier ser humano, aunque su condición física en la Tierra pueda ser la más saludable posible. Parte de dichos problemas se deben principalmente a la falta de gravedad, algo para lo que todavía no se ha avanzado lo suficiente en materia de gravedad artificial. Puede que en un futuro sea posible simular la gravedad en las naves y estaciones espaciales, pero, de momento, aún no se aplica de manera plena.
De manera natural, el cuerpo humano jamás podría estar preparado para sobrevivir en el espacio, pero es posible que, en cuestión de décadas, se lleven a cabo avances sustanciales para que las naves espaciales puedan tener más protección frente a la radiación, sistemas gravitatorios que faciliten la simulación de vida terrestre, y tecnologías que reduzcan el trayecto hacia Marte.