Esta es la edad en la que tu cerebro comienza a degradarse según un estudio científico
Un análisis de más de 19.300 cerebros revela que el envejecimiento cerebral comienza alrededor de los 40-45 años, coincidiendo con un aumento de la resistencia a la insulina neuronal, según los investigadores
El cerebro humano ha guardado sus secretos durante décadas, pero un nuevo descubrimiento revela cuándo comienza a envejecer nuestro órgano pensante. El deterioro cerebral comienza mucho antes de lo esperado, concretamente alrededor de los 40-45 años, cuando la mayoría aún nos consideramos en plenas facultades mentales y lejos todavía del deterioro asociado con el envejecimiento.
Este hallazgo proviene de una investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), donde científicos analizaron datos de resonancia magnética de más de 19.300 participantes junto con diversos biomarcadores metabólicos. El estudio muestra que el envejecimiento cerebral sigue un patrón con "puntos críticos" definidos.
El metabolismo cerebral como clave del envejecimiento
Lo más revelador es la conexión entre resistencia a la insulina cerebral y deterioro cognitivo. Las zonas que envejecen primero son las más vulnerables a esta resistencia. El cerebro pierde eficiencia al procesar la glucosa, desestabilizando las redes neuronales que mantienen nuestras funciones cognitivas.
Este fenómeno coincide con hallazgos recientes donde la dieta mediterránea verde aparece como potencial aliada contra el envejecimiento cerebral al regular los niveles de azúcar en sangre y mejorar el metabolismo cerebral, aspecto clave según los investigadores de este nuevo estudio publicado en PNAS.
Los investigadores observaron que la imaginación y creatividad son de las primeras capacidades afectadas, reforzando los hallazgos sobre cómo la corteza frontal se deteriora tempranamente. También encontraron patrones similares a los documentados en estudios sobre cómo la multitarea excesiva afecta al cerebro.
La parte más prometedora es el descubrimiento de que las cetonas funcionan como combustible alternativo para el cerebro. A diferencia de la glucosa, las neuronas las metabolizan sin necesidad de insulina, evitando el problema de la resistencia insulínica.
En un experimento con 101 participantes, las cetonas reestabilizaron las redes cerebrales, con efectos máximos entre los 40 y 60 años. Este hallazgo señala una ventana crítica para intervenciones metabólicas más eficaces.
Los resultados complementan otros estudios recientes sobre sustancias cotidianas como el café y sus posibles efectos protectores sobre el cerebro, ya que ambas investigaciones señalan la importancia fundamental del metabolismo energético para mantener la salud neuronal durante el proceso de envejecimiento.
La investigación sugiere que intervenciones como dietas cetogénicas o suplementos de cetonas serían más efectivas si se inician en la mediana edad, antes de daños irreversibles, ofreciendo una nueva forma de mantener nuestras capacidades cognitivas durante el envejecimiento. Sea como fuere, las exploraciones médicas regulares en busca de señales de deterioro nunca están de más para prevenir cualquier enfermedad.