Este animal es capaz de vivir durante 11.000 años en un lugar casi imposible
Una esponja marina esconde los secretos del clima oceánico en las profundidades del mar de China Oriental
En las profundidades del océano, a más de 1.100 metros bajo la superficie, vive uno de los organismos más extraordinarios del planeta. Se trata de una esponja marina que ha sobrevivido durante 11.000 años, perteneciente a la especie Monorhaphis chuni, según podemos leer en un estudio publicado por el Instituto Max Planck sobre su composición isotópica y elemental.
Este sorprendente animal, que podría parecer una simple planta marina, es en realidad una de las criaturas más longevas jamás descubiertas. Con más de 2 metros de longitud y un centímetro de grosor, la esponja se ancla al fondo marino mediante una única espícula gigante, comparable a otros extraordinarios habitantes de las profundidades por su singular adaptación al entorno.
El archivo viviente de los océanos
Lo más fascinante de esta especie es su capacidad para registrar los cambios climáticos a lo largo de milenios. La estructura de su esqueleto, compuesta por láminas de dióxido de silicio similares a los anillos de un árbol, ha permitido a los científicos descubrir fluctuaciones significativas en la temperatura oceánica durante los últimos milenios. Este descubrimiento se suma a otros hallazgos sorprendentes en las profundidades marinas, revelando la riqueza de información que albergan estos ecosistemas.
El doctor Klaus Peter Jochum, autor principal del estudio, identificó cuatro zonas irregulares en el crecimiento de las láminas bajo el microscopio electrónico. Estas anomalías indican períodos de aumento en la temperatura del agua, posiblemente causados por erupciones submarinas. Los datos revelan que la temperatura en su hábitat experimentó saltos dramáticos, pasando de menos de 2°C hasta alcanzar entre 6 y 10°C.
Esta esponja, descubierta en 1986, ha demostrado ser mucho más que un simple organismo marino. Su estructura, que la NOAA describe humorísticamente como "posible inspiración para los perritos de maíz" por su forma cilíndrica alrededor de una espícula central, ha proporcionado información invaluable sobre el clima oceánico que no se había podido obtener por otros medios.
La capacidad de estos organismos para sobrevivir durante milenios en condiciones tan extremas los convierte en verdaderos archivos vivientes del cambio climático. Su estudio no solo nos ayuda a comprender mejor la historia de nuestros océanos, sino que también nos recuerda que las formas de vida aparentemente más simples pueden guardar algunos de los secretos más importantes de nuestro planeta.