Groenlandia ha ganado miles de kilómetros de costa. Se debe al cambio climático
El hielo ha perdido más de 1.600 kilómetros de terreno en las costas de Groenlandia

El cambio climático que está generando la actividad humana con las altas emisiones de carbono a la atmósfera lleva provocando estragos en los hielos árticos durante muchos años consecutivos. De hecho, que aumenten las temperaturas está generando que las costas de Groenlandia estén expandiéndose después de que 1.600 kilómetros de hielo se hayan derretido. Eso, además, en la tensa situación geopolítica que sufre dicha región actualmente, sitúa a este país en una posición cada vez más vulnerable.
El hielo se derrite y la tierra de Groenlandia gana terreno
Según los estudios de la Universidad de Bohemia del Sur (República Checa) realizados por el investigador Jan Kavan y sus compañeros, analizando imágenes de satélite de entre los años 2000 y 2020 reflejan que han salido al descubierto más de 2.500 kilómetros de costas en toda la superficie ártica a raíz del constante deshielo de nuestro planeta, y que de esa superficie, 1.600 kilómetros son únicamente de Groenlandia, donde la temperatura está aumentando mucho más rápido que en otras regiones.
Además, al tratarse hielo perdido procedente del permafrost, también destacan el hecho de que "la línea de costa no está consolidada, el permafrost ya no está ahí, por lo que será muy fácil de erosionar. Estas líneas de costa serán las más dinámicas del mundo", haciendo hincapié en lo que ello implica: "Esas pendientes serán propensas a los desprendimientos o avalanchas, o incluso a eventos catastróficos capaces de desencadenar tsunamis".
La preocupante situación geopolítica
Por otro lado, también preocupa la sensible situación que tiene actualmente Groenlandia en cuanto a contexto geopolítico, con los Estados Unidos presionando públicamente a Dinamarca para que ceda dicha isla y se eliminen las barreras burocráticas y medioambientales que impiden la explotación de sus tierras. Con menos hielo, hay más tierra expuesta para su explotación, y hace que Estados Unidos aumente aún más su interés en el expolio de dicho territorio, más allá de su interés estratégico de despliegue de bases militares.
Es por ello que, en la actualidad, tanto Groenlandia como Dinarmarca, nación soberana sobre este territorio, tendrá que hacer frente a la injerencia norteamericana que tiene intereses estratégicos en hacerse con dicho territorio. Una muestra más, de hecho, de cómo la nueva administración estadounidense no tiene intención de contentar a los que han sido históricamente países aliados.