Nuestro universo podría ser una simulación según un equipo de científicos. Es algo absolutamente sorprendente
Un físico británico propone que la gravedad es en realidad un algoritmo cósmico que optimiza datos, lo que apoyaría la teoría de que vivimos en una simulación

Desde que Platón dibujó su alegoría de la caverna, los humanos nos preguntamos si lo que vemos es real o una ilusión sofisticada. La versión moderna de esta duda es la hipótesis de la simulación: vivimos en una realidad virtual creada por seres tecnológicamente superiores. Melvin Vopson lleva seis años intentando demostrar si esto es cierto, y su último trabajo sugiere que la gravedad podría ser la prueba que buscamos.
Según explica el físico de la Universidad de Portsmouth en Popular Mechanics, la gravedad no sería una fuerza misteriosa que atrae objetos, sino un proceso de optimización de datos. Es decir, cuando vemos planetas orbitando estrellas o galaxias agrupándose, estaríamos presenciando el equivalente cósmico de un algoritmo optimizando datos.
La teoría que conecta gravedad con computación
Vopson desarrolló en 2022 lo que llama la Segunda Ley de la Infodinámica, que básicamente dice que la entropía informativa tiende a disminuir con el tiempo. Esto va en contra de la termodinámica clásica, donde el desorden siempre aumenta. Para entenderlo: imagina tu escritorio desordenado; con el tiempo se desordenará más. Pero la información en el universo haría lo contrario: se organizaría.
Su investigación comenzó analizando mutaciones del SARS-CoV-2 durante la pandemia. Descubrió que cuando el virus mutaba, la entropía informativa disminuía, como si hubiera un mecanismo de optimización trabajando. Esto encajaría perfectamente con un universo simulado que necesita comprimir datos para funcionar eficientemente.
La idea conecta con investigaciones anteriores del propio Vopson, donde ya había planteado experimentos para detectar si vivimos en una simulación. También coincide con trabajos sobre agujeros negros simulados en laboratorio, que han demostrado efectos imprevistos como la emisión de luz.
Su teoría se basa en el concepto de "gravedad entrópica" del físico holandés Erik Verlinde, que propone que la gravedad no es una fuerza fundamental sino un fenómeno emergente. Vopson va más allá: sugiere que surge de la necesidad del universo de mantenerse organizado, como un programa que optimiza su código.
Estudios recientes sobre bombas de agujero negro han demostrado que estos objetos pueden amplificar energía de maneras imprevistas, validando algunas predicciones teóricas. Mientras tanto, investigaciones sobre fuerzas desconocidas en asteroides buscan una quinta fuerza fundamental que explique fenómenos que nuestros modelos actuales no cubren.
Los detectores de neutrinos también encuentran patrones organizados en el cosmos, algo que encajaría con un universo que optimiza información. Incluso el descubrimiento de nuevos campos magnéticos terrestres sugiere que hay más organización de la esperada en sistemas naturales.
Vopson es consciente de que sus ideas son especulativas. "Muchos de mis artículos llevan signos de interrogación en el título", bromea. Sin embargo, la comunidad científica ha recibido sus hipótesis con más curiosidad que rechazo. Algunos expertos incluso consideran que civilizaciones anteriores en la Tierra podrían haber desarrollado tecnologías similares.
El objetivo de Vopson no es demostrar que vivimos en Matrix, sino expandir el conocimiento humano. "Tenemos el deber público de publicar resultados e ideas para que podamos debatirlas y refutarlas", dice. "De lo contrario, no progresaremos." Si tiene razón, cada vez que la gravedad agrupa galaxias estaríamos viendo el universo ejecutando su código.