Se activa el protocolo de defensa global frente a asteroides. Se acerca uno potencialmente peligroso

Pero que no cunda el pánico, porque hay un 99% de probabilidades de que pase de largo

Se activa el protocolo de defensa global frente a asteroides. Se acerca uno potencialmente peligroso
Una recreación ficticia de asteroides impactando contra la Tierra
Publicado en Ciencia

Muchas películas han fantaseado con la posibilidad de que un cuerpo celeste impacte contra la Tierra, desde el clásico Armageddon (1998) hasta la reciente Don't look up (2021) de Netflix, pero ahora la realidad podría superar, una vez más, a la ficción. ¿El motivo? Los protocolos globales de defensa planetaria se han activado tras el descubrimiento del asteroide 2024 YR4, que fue detectado el pasado 27 de diciembre de 2024 en Chile.

Gracias al telescopio ATLAS, se descubrió que este objeto tiene un tamaño estimado entre 40 y 100 metros, recibiendo una calificación de nivel 3 en la escala Turín, que mide el riesgo de impacto de 0 a 10. Hablando claro, tiene una probabilidad de impacto del 1,2% a finales de 2032, por lo que de momento debería cundir el pánico, ya que las proyecciones también indican que hay un 99% de posibilidades de que pase de largo. Aun así, la detección de este tipo de asteroides refuerza la importancia de la vigilancia y la preparación ante posibles amenazas espaciales.

El asteroide 2024 YR4 tiene una mínima probabilidad de impactar contra la Tierra en 2032

Dado su tamaño y la leve posibilidad de colisión, el 2024 YR4 ha activado la respuesta de dos organismos clave: la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), coordinada por la NASA, encargada de rastrear y analizar la trayectoria del asteroide, además de asesorar a los gobiernos en caso de que sea necesario tomar medidas. El otro es el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG), liderado por la Agencia Espacial Europea (ESA), el cual evalúa posibles estrategias para desviar el objeto en caso de que el riesgo de impacto se mantenga.

El asteroide 2024 YR4 no representa una amenaza catastrófica para la humanidad, pero si finalmente acabara impactando en una zona poblada de la Tierra, podría causar daños significativos a nivel local. Por ello, más de 30 observatorios en todo el mundo continúan observándolo para refinar sus cálculos orbitales y descartar cualquier peligro, y desde el Instituto de Astrofísica de Canarias han determinado que su composición es rocosa-metálica, lo que ayuda a calcular con mayor precisión su masa y trayectoria.

Sin embargo, su creciente distancia de la Tierra disminuye su visibilidad día a día, dificultando su observación con telescopios y, por tanto, su seguimiento. Se espera que en 2028, durante su próximo acercamiento, se recopilen datos cruciales para ajustar las predicciones. Los expertos enfatizan que no hay motivo para el pánico, pero en la próxima reunión del SMPAG en Viena decidirán los próximos pasos en caso de que la probabilidad de impacto se mantenga por encima del 1%, que es como se encuentra actualmente.

Si el riesgo persiste, podrían recomendar a las Naciones Unidas la preparación de una misión con impactadores cinéticos para desviar la trayectoria del asteroide, similar a la misión DART de la NASA, que en 2022 logró modificar la órbita del asteroide Dimorphos. Otra medida sería emplear naves espaciales que usarían su masa para modificar gradualmente la trayectoria del asteroide y, como último recurso, explosiones nucleares controladas en las proximidades del objeto.

El caso del asteroide 2024 YR4 marca un hito en la cooperación espacial internacional, demostrando que los mecanismos de defensa planetaria pueden activarse de manera coordinada ante riesgos reales. Mientras continúan las observaciones, los próximos meses serán clave para descartar definitivamente la amenaza o, en el escenario menos probable, preparar una misión de desviación.

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