Tiene 15 millones de años, pero este ser encontrado en el desierto puede desbloquear lo que sabemos sobre nuestro pasado en la Tierra
Un pez fosilizado en excepcional estado de conservación revela secretos evolutivos de la fauna acuática australiana y ofrece pistas sobre ecosistemas antiguos del Mioceno

Un pez de 15 millones de años hallado en Australia ha revolucionado el campo de la paleontología. No es un descubrimiento cualquiera: conserva intactos desde su coloración original hasta lo que comió antes de morir. Este fósil excepcional está proporcionando datos cruciales sobre la evolución de la fauna acuática en el hemisferio sur, datos que hasta ahora eran completamente desconocidos.
Según el Journal of Vertebrate Palaeontology, este hallazgo bautizado como Ferruaspis brocksi representa el primer pez del orden Osmeriformes jamás encontrado en territorio australiano. Este dato tiene importantes implicaciones para entender cómo se distribuyeron estas especies por el continente oceánico a lo largo de millones de años.
Un fósil que cambia el juego
Lo que hace único a este hallazgo es su preservación extraordinaria. Mientras que la mayoría de fósiles solo conservan huesos, este ejemplar mantiene tejidos blandos y el contenido estomacal completo, revelando que se alimentaba principalmente de larvas de mosquito y pequeños moluscos, información directa sobre cadenas alimentarias extintas hace millones de años.
La preservación en un mineral ferroso permitió que se conservaran incluso los pigmentos originales, mostrando que tenía dos franjas distintivas a lo largo del cuerpo, un patrón que servía como camuflaje ante depredadores. Algunos ejemplares hallados en el mismo sitio presentan incluso parásitos adheridos que usaban al pez como transporte por los antiguos ríos australianos.
El Dr. McCurry, investigador principal del estudio, señala que este descubrimiento proporciona evidencia directa sobre ecosistemas acuáticos desaparecidos del Mioceno australiano. La presencia de especímenes de diferentes tamaños sugiere que, a diferencia de sus parientes actuales, estos peces pasaban toda su vida en agua dulce sin necesidad de migrar al océano.
El lugar del hallazgo, al oeste de la Gran Cordillera Divisoria, demuestra que estos animales habitaban sistemas fluviales que ya no existen, cuando Australia era mucho más húmeda que el desierto actual. El yacimiento de McGraths Flat está revelando información crucial sobre un período del que teníamos escaso conocimiento paleontológico en esta región.
Los científicos destacan que el nombre Ferruaspis proviene del latín y el griego, haciendo referencia al escudo ferroso que permitió su conservación durante millones de años. La especie fue nombrada en honor al Profesor Jochen Brocks, descubridor de varios ejemplares en este yacimiento que está cambiando nuestra comprensión de la historia natural australiana.
Este descubrimiento no solo ilumina el pasado, sino que también proporciona claves sobre cómo evolucionaron las especies actuales y cómo respondieron a los cambios climáticos a lo largo de millones de años. Los paleontólogos continúan estudiando este extraordinario fósil para extraer toda la información posible sobre un mundo perdido que ahora comienza a revelarse bajo el inclemente desierto australiano.