Google Pixel 10, análisis: alma de Pro
El Google Pixel 10 reduce cada vez más la brecha con los modelos Pro, a la vez que conserva el precio con respecto a la generación anterior
Hasta ahora, para disfrutar del software más inteligente, de la cámara más mágica y de la visión más limpia del sistema operativo de Google sin soltar un riñón, teníamos que estar dispuestos a hacer sacrificios. Sacrificios en forma de una autonomía mediocre, un rendimiento que palidecía frente a la competencia y, sobre todo, la sensación de que, si querías lo mejor de lo mejor, estabas obligado a pagar el peaje del modelo "Pro". Cada año desde la llegada de la serie Pixel 6 hace ya cuatro años, el Pixel estándar era el hermano pequeño, el "quiero y no puedo", una versión recortada que te dejaba con la miel en los labios.
Pero el nuevo Google Pixel 10 no es una simple actualización. Es una declaración de intenciones. Es la prueba de que Google, por fin, ha escuchado. Ha creado un teléfono que no solo es bueno, sino que es tan insultantemente competente que ha conseguido algo que parecía imposible: ha hecho que, por primera vez, comprar el modelo Pro sea casi innecesario. Y en esa valiente decisión, en esa democratización de sus mejores características, ha reescrito por completo las reglas de su propia familia.
He pasado las últimas semanas usando el Pixel 10 Pro, la versión más económica de la nueva familia liderada por el Pixel 10 Pro XL que pude analizar a fondo hace solo unas semanas. Y, para mi sorpresa, las diferencias entre un modelo y otro son menos de las que podría parecer en un principio.
+ Pros
- Diseño exquisito en formato compacto
- Pantalla brillante de excelente calidad
- Muy buen rendimiento
- Soporte para PixelSnap
- Por fin, con teleobjetivo en el modelo "básico"
- Contras
- Autonomía mediocre y carga lenta
- Tiende a sobrecalentarse
- La experiencia fotográfica se ve limitada por el uso de un hardware algo anticuado
- Solo 128 GB en la versión más básica

- Precio del Google Pixel 10 y dónde comprarlo
- Ficha técnica de características
- Un diseño que enamora tanto como el de sus hermanos mayores (o más)
- Una pantalla de primer nivel
- El corazón de TSMC: la revolución silenciosa del Tensor G5
- La cámara que mata al "Pro": un teleobjetivo para dominarlos a todos
- Android 16 y la magia de la IA de Google
- El talón de Aquiles: una autonomía que nos deja con ganas de más
- PixelSnap: el 'MagSafe' de Google por fin es una realidad
Precio del Google Pixel 10 y dónde comprarlo
El Google Pixel 10 está disponible en España desde el mes de agosto, a un precio de 899 euros en su variante con 128 GB de almacenamiento. Existe una versión con el doble de almacenamiento, cuyo precio asciende a los 999 euros.
Se puede comprar a través de la [tienda online oficial de Google](Google Pixel 10 con Gemini e IA para Editar Fotos), así como otros canales de distribución autorizados, como Amazon.
Ficha técnica de características
| Especificaciones | |
|---|---|
| Dimensiones | 152,8 x 72,0 x 8,6 mm |
| Peso | 204 g |
| Pantalla | 6,3" Actua display OLED 1080 x 2424 píxeles (422 ppi) Hasta 3.000 nits (brillo máximo) Hasta 2.000 nits (HDR) Frecuencia variable 60-120Hz Corning Gorilla Glass Victus 2 |
| Procesador | Google Tensor G5 Coprocesador Titan M2 |
| RAM | 12 GB |
| Sistema operativo | Android 16 |
| Almacenamiento | 128 GB / 256 GB |
| Cámaras traseras | Principal: 48 MP, f/1.70, 1/2", OIS Ultra gran angular: 13 MP, f/2.2, 120° Teleobjetivo: 10,8 MP, f/3.1, zoom óptico 5x Super Res Zoom hasta 20x |
| Cámara frontal | 10,5 MP, f/2.2, 95° ultra gran angular |
| Batería | 4.970 mAh (típica) Hasta 30+ horas de uso Hasta 100 horas (modo extremo) Carga rápida: 55% en 30 min (30W) Carga inalámbrica Pixelsnap Qi2 15W |
| Conectividad | 5G mmWave + Sub-6GHz, Wi-Fi 6E, Bluetooth 6.0, NFC, GPS dual banda, USB-C 3.2 |
| Resistencia | IP68 |
| Materiales | Marco de aluminio 100% reciclado Gorilla Glass Victus 2 (frontal y trasero) 32% materiales reciclados |
| Colores | Indigo, Frost, Lemongrass, Obsidian |
| Actualizaciones | 7 años de actualizaciones OS y seguridad |
| Precio de salida | 128 GB: 899€ 256 GB: 999€ |
Un diseño que enamora tanto como el de sus hermanos mayores (o más)
El Google Pixel 10 Pro, en la mano / Fotografía de Christian Collado
Si hay un aspecto en el que los Pixel siempre han jugado en la liga de los mayores, es en el del diseño. Y el Pixel 10 no es una excepción; de hecho, perfecciona la fórmula hasta un nivel que roza la excelencia. Desde el primer momento en que lo sostienes, la sensación es inequívoca: estás ante un producto premium, un dispositivo construido con un mimo y una increíble atención al detalle.
El teléfono mantiene el icónico lenguaje de diseño de la familia, con ese visor de la cámara que cruza la parte trasera y que le da una personalidad única y reconocible. Pero este año, Google ha pulido los detalles. Los bordes de aluminio de calidad no tienen el acabado brillante de la versión Pro, sino un pulido mate que no solo es elegantísimo, sino también increíblemente práctico. Repele las huellas y la suciedad de una forma espectacular, manteniendo el teléfono impoluto por mucho que lo uses.
La trasera, sin embargo, mantiene el acabado de vidrio brillante, lo que significa que sí, acumula huellas con solo mirarla. Es una pequeña contradicción de diseño que me encantaría que Google solucionara en el futuro, apostando por un acabado completamente mate como el de las versiones superiores.
La unidad que he estado probando, en el nuevo color azul "Indigo", es un excelente y precioso homenaje al primer Google Pixel y su icónico acabado "Really Blue". Es un tono vibrante y divertido, que le sienta de maravilla y que, sin duda, será el más deseado.
Pero lo que de verdad enamora de este Pixel 10 es su formato compacto. En un mundo dominado por teléfonos gigantescos, encontrar un dispositivo de este calibre que se pueda usar cómodamente con una sola mano es un soplo de aire fresco. Es ligero, está perfectamente equilibrado y su tacto en la mano es, sencillamente, exquisito.
Del mismo modo, Google conserva la protección IP68 contra agua y polvo que también está presente en las versiones superiores.
Una pantalla de primer nivel
El brillo de la pantalla es uno de los puntos fuertes del panel Actua Display del Pixel 10 / Fotografía de Christian Collado
La excelencia en el diseño se traslada al frontal, donde nos encontramos con una de las mejores pantallas que he visto en un móvil de este segmento. Se trata de un panel "Actua display" OLED de 6,3 pulgadas, una tecnología que Google ya estrenó en la generación anterior y que aquí alcanza un nuevo nivel de brillantez, y nunca mejor dicho.
La pantalla del Pixel 10 es capaz de alcanzar un pico de brillo de 3.000 nits, una cifra que hasta hace nada estaba reservada para los flagships más caros del mercado. ¿Qué significa esto en el mundo real? Que la visibilidad en exteriores es, sencillamente, perfecta. He estado usando el teléfono bajo el sol de finales de agosto en Madrid, y en ningún momento he tenido problemas para ver el contenido de la pantalla.
Pero no es solo una cuestión de brillo. La calidad del panel es soberbia. La resolución Full HD+ es más que suficiente para un tamaño de 6,3 pulgadas, ofreciendo una nitidez excelente. Los colores son vibrantes y precisos, con esa calibración natural que caracteriza a los Pixel. Y el contraste, como es de esperar en un panel OLED, es infinito, con unos negros puros que hacen que ver una película o una serie en este dispositivo sea una auténtica gozada.
La tasa de refresco de 120 Hz garantiza una fluidez exquisita al navegar por la interfaz o al hacer scroll en redes sociales. Aunque no es un panel LTPO como el de sus hermanos mayores (lo que significa que no puede variar su refresco de forma tan granular para ahorrar energía), sí que es capaz de moverse entre 60 y 120Hz de forma adaptativa.
En definitiva, la pantalla del Pixel 10 es uno de sus puntos más fuertes. Es un panel de altísima calidad que no tiene nada que envidiar al de muchos teléfonos que le doblan en precio, y que convierte el simple acto de usar el móvil en una experiencia visual de primer nivel.
El corazón de TSMC: la revolución silenciosa del Tensor G5
En el interior del Google Pixel 10 se esconde un procesador Google Tensor G5, el último cerebro desarrollado por Google y coinstruido por TSMC / Fotografía de Christian Collado
Llegamos al que es, para mí, el cambio más importante de esta generación. Una novedad que ha pasado desapercibida para muchos, pero que, como ya comenté en mi análisis del Pixel 10 Pro XL, tiene el potencial de cambiar por completo la historia de los Pixel. Y es que el nuevo procesador Google Tensor G5 es el primer chip de la compañía que ha sido fabricado por TSMC, y no por Samsung.
Durante los últimos 4 años, los procesadores Tensor de Google, basados en la arquitectura de los Exynos de Samsung, han sido el talón de Aquiles de los Pixel. Su rendimiento palidecía frente al de los Snapdragon de Qualcomm o los chips de Apple, y sobre todo, adolecían de dos problemas crónicos: una eficiencia energética mediocre y una tendencia alarmante al sobrecalentamiento.
TSMC, el fabricante de semiconductores taiwanés, es el rey indiscutible en este campo. Sus procesos de fabricación son, a día de hoy, los más avanzados y eficientes del mundo. Son los responsables de fabricar los chips de Apple y los Snapdragon de gama alta, y la diferencia de rendimiento y eficiencia con los chips fabricados por Samsung ha sido, año tras año, abismal.
Y con el Tensor G5, por fin, se nota. El Pixel 10 es un teléfono exquisitamente fluido. La experiencia en el día a día es impecable. Las animaciones son suaves como la seda, las aplicaciones se abren al instante y la multitarea, gracias a sus 12 GB de RAM, es una delicia. En ningún momento he echado en falta más potencia.
Sin embargo, no todo es perfecto. A pesar del cambio a TSMC, el Tensor G5 sigue teniendo una tendencia a calentarse cuando le exiges el máximo. En sesiones de juego intensivas o al grabar vídeo en 4K durante un tiempo prolongado, he notado un aumento considerable de la temperatura en la parte trasera. No llega a ser alarmante ni a provocar un cierre de las aplicaciones, pero está ahí, recordándonos que Google todavía tiene trabajo por hacer en el diseño térmico de sus dispositivos.
Aun así, el salto adelante es innegable. El Tensor G5 es un procesador mucho más competente y, sobre todo, más eficiente que sus predecesores, sentando una base de hardware que, por fin, está a la altura del software que tiene que mover.
La cámara que mata al "Pro": un teleobjetivo para dominarlos a todos
El módulo de cámaras del Google Pixel 10 / Fotografía de Christian Collado
Y aquí es donde el Pixel 10 da el golpe de gracia definitivo a su hermano mayor. Por primera vez en la historia de la gama Pixel, el modelo estándar incluye un sistema de triple cámara con un teleobjetivo. Y no un teleobjetivo cualquiera, sino uno con 5 aumentos ópticos.
Esta decisión, por sí sola, es una auténtica revolución. Hasta ahora, si querías tener la versatilidad de un zoom óptico en un Pixel, estabas obligado a comprar el modelo Pro, con el consiguiente desembolso extra. Ahora, Google ha democratizado su mejor característica, y ha convertido al Pixel 10 en una de las bestias fotográficas más completas de su segmento.
El sistema de cámaras está compuesto por un sensor principal de 48 megapíxeles, un ultra gran angular de 13 megapíxeles y el ya mencionado teleobjetivo de 10,8 megapíxeles con 5 aumentos ópticos. Y como siempre en un Pixel, la magia no está solo en el hardware, sino en el software.
















































La cámara principal, como era de esperar, ofrece unos resultados buenos. El nivel de detalle es altísimo, el rango dinámico es excelente y el tratamiento del color, con ese "look Pixel" tan característico, sigue siendo de los mejores del mercado. Pero es el teleobjetivo el que de verdad abre un nuevo mundo de posibilidades creativas. Poder acercarte a la acción sin perder calidad, hacer retratos con una compresión de la perspectiva mucho más natural o, simplemente, encuadrar una escena de una forma diferente, es un lujo que hasta ahora estaba vedado en el Pixel "básico".
Dicho esto, sigo teniendo la misma sensación que en generaciones anteriores: a veces, el software de Google sobreprocesa las imágenes en exceso. En su afán por conseguir la foto "perfecta", a menudo levanta las sombras de forma artificial o aplica un enfoque demasiado agresivo, restándole naturalidad a la escena. Es una cuestión de gustos, por supuesto, pero a veces echo en falta un tratamiento de la imagen un poco más sutil.
Aun así, la versatilidad y la calidad que ofrece el sistema de cámaras del Pixel 10 son, sencillamente, imbatibles por su precio.
Android 16 y la magia de la IA de Google

El Pixel 10 cuenta con carga de 25 W y soporte para carga inalámbrica a través del sistema Qi2 con PixelSnap / Fotografía de Christian Collado
Si hay un terreno donde los Pixel juegan en otra liga, es en el del software. El Pixel 10 llega con Android 16 de serie, la versión más limpia, inteligente y fluida del sistema operativo de Google. Y como siempre, viene cargado de funciones de IA exclusivas que no encontrarás en ningún otro sitio.
Desde el nuevo Asistente de Cámara, que utiliza Gemini para sugerirte los mejores ajustes para cada foto, hasta las ya conocidas (pero mejoradas) funciones de Mejor Versión Automática o Borrador Mágico, la experiencia de usar un Pixel sigue siendo una delicia.
Sin embargo, hay que señalar una de las grandes frustraciones que seguimos arrastrando año tras año: muchas de estas funciones de IA siguen estando limitadas geográficamente o por idioma. Es incomprensible que, a estas alturas, muchas de las mejores características de los Pixel sigan sin estar disponibles en España o en español. Es una tarea pendiente que Google debe resolver si de verdad quiere competir a nivel global.
Al margen de eso, vale la pena mencionar que el Pixel 10, como todos los demás modelos de la familia, cuentan con la promesa de 7 años de actualizaciones del sistema operativo, Pixel Drops y parches de seguridad.
El talón de Aquiles: una autonomía que nos deja con ganas de más

La autonomía del Pixel 10 no es su punto fuerte / Fotografía de Christian Collado
Y llegamos al que es, para mí, el punto más débil y decepcionante del Google Pixel 10. A pesar del cambio a un procesador teóricamente más eficiente, la autonomía de la batería es, sencillamente, mediocre.
Con sus 4.970 mAh, esperaba poder llegar al final del día sin ningún problema. Sin embargo, en mis pruebas, he tenido que pasar por el cargador antes de la noche en más de una ocasión, especialmente en los días de uso más intensivo. Es una autonomía que está por debajo de la que ofrecían los Pixel 9 y 9 Pro, y muy lejos de la de sus rivales directos.
Tengo la sensación de que hay algún problema de optimización de software que Google deberá resolver con una futura actualización, pero a día de hoy, la batería del Pixel 10 es su gran talón de Aquiles, un compromiso que empaña una experiencia que, por lo demás, es casi perfecta.
PixelSnap: el 'MagSafe' de Google por fin es una realidad
Una de las sorpresas más agradables de esta nueva generación ha sido la llegada de PixelSnap, el nuevo sistema de acoplamiento magnético de Google. De forma similar al MagSafe de Apple, permite acoplar todo tipo de accesorios a la parte trasera del teléfono de forma fácil y segura.
Google ha lanzado su propia línea de accesorios, incluyendo cargadores inalámbricos y soportes, y ha abierto la tecnología a terceros para que creen sus propios productos compatibles. Es un añadido fantástico que abre un nuevo mundo de posibilidades y que, por fin, pone a los Pixel al nivel de la competencia en este aspecto.
Conclusión: ¿vale la pena el Google Pixel 10?
El Google Pixel 10 en color azul
Llego al final de este análisis con una mezcla de sensaciones. Por un lado, estoy entusiasmado. El Google Pixel 10 es, sin duda, el mejor teléfono de gama "no Pro" que Google ha fabricado nunca. Es un dispositivo que lo hace casi todo bien, con un diseño exquisito, una pantalla espectacular, un rendimiento solvente y, por fin, un sistema de cámaras verdaderamente versátil. Es un teléfono que, como decía al principio, ha matado la necesidad de comprar el modelo Pro para la inmensa mayoría de los usuarios.
Pero, por otro lado, estoy frustrado. Frustrado porque Google ha vuelto a tropezar en la misma piedra de siempre: la batería. Es incomprensible que un teléfono tan brillante en tantos aspectos tenga una autonomía tan justa.
Aun así, por los 899 euros que cuesta, el Google Pixel 10 ofrece una de las experiencias más completas y satisfactorias del mercado. Es un teléfono que enamora, que da gusto usar y que demuestra que Google, cuando quiere, sabe hacer un hardware a la altura de su software.
Mi reflexión final es una súplica a Google: por favor, no os olvidéis del hardware. Vuestra magia con el software es innegable, pero para competir en la liga de los mayores, para ser de verdad el rey de Android, necesitáis ofrecer un paquete completo, sin fisuras. Y el Pixel 10 está a solo una buena batería de conseguirlo.
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