Google desmiente que haya utilizado Gmail y tus correos electrónicos para entrenar a su IA
Google ha querido ratificar que los correos electrónicos de los usuarios son completamente seguros
La Inteligencia Artificial está en boca de todos, y a raíz de ello son muchísimos los rumores que surgen a su alrededor en todo tipo de ámbitos, incluyendo el cómo las compañías las entrenan y qué datos utilizan. Recientemente, ante una reformulación ambigua de los términos y condiciones de Gmail, comenzó a extenderse el rumor de que Google estaría usando los correos electrónicos de los usuarios para entrenar a su IA, pero no han tardado en desmentirlo categóricamente.
Google afirma que no entrena su IA con Gmail
A raíz de un rumor del que se hicieron eco varios medios, las suspicacias alrededor de Google aumentaron de manera drástica en cuanto a la posibilidad de que usasen correos electrónicos de sus usuarios para entrenar a la IA. Sin embargo, una vez la propia Google lo ha desmentido oficialmente, quienes difundieron dicho rumor asumieron su error, explicando que la confusión provino de la modificación de los términos y condiciones de uso.
Más concretamente, la duda surgió por un apartado en el que Google mencionaba "funciones inteligentes" algo que puede asociarse como Inteligencia Artificial y que dichos rumores tomaron como tal. Pero la compañía afirmó que dichas funciones inteligentes se tratan a nivel de asistencia del usuario, y no de que una IA esté recopilando el contenido e información de los correos electrónicos, los cuales son personales y confidenciales por parte de cada usuario.
La polémica de entrenar a la IA
El entrenamiento de la IA ha sido siempre un tema polémico desde que comenzó a despuntar como una tendencia hace unos tres años, puesto que, en muchos casos, las compañías infringen derechos de autor referentes a textos, a imágenes e incluso a compañías rivales para poder generar contenidos similares a las creaciones de los humanos.
Periódicos de fama global como The New York Times mantuvo, de hecho, litigios con OpenAI tras acusarlos de usar la IA con sus textos, y fue uno de los principales desencadenantes de que OpenAI abriera solicitudes para que cualquier compañía, medio, autor o artista pueda pedir expresamente que no se usen sus contenidos como material de entrenamiento para sus modelos de lenguaje. Sin embargo, muchas otras empresas, como Meta, no se muestran tan abiertos, y lo consideran un obstáculo en su "progreso" de desarrollo.