Google lo tiene claro: necesita una central nuclear para alimentarse
La compañía construirá su primer reactor nuclear en Tennessee para alimentar sus centros de datos con energía limpia y constante

Google acaba de hacer oficial algo que parecía ciencia ficción hace unos años: va a construir su propio reactor nuclear en Oak Ridge, Tennessee. La planta Hermes 2, resultado del acuerdo con Kairos Power, generará 50 megavatios para alimentar los centros de datos de la compañía bajo un contrato a largo plazo con la Autoridad del Valle de Tennessee.
Según detalla Engadget, este reactor será solo el primero de una serie que llegará hasta los 500 megavatios antes de 2035. La idea es crear pequeños reactores modulares que mantengan funcionando los centros de datos de Google en Tennessee y Alabama.
La nuclear como respuesta al hambre energético de la IA
La explicación es sencilla: la inteligencia artificial requiere enormes cantidades de electricidad. Los centros de datos que hacen funcionar ChatGPT y otros modelos generativos ya representan el 2% del consumo eléctrico mundial, y las proyecciones indican que esta cifra crecerá significativamente hacia 2030.
Las energías renovables como la solar o eólica presentan una limitación importante: su disponibilidad no es constante. Los centros de datos necesitan suministro eléctrico ininterrumpido, algo que los pequeños reactores modulares (SMR) pueden garantizar al generar energía de forma estable durante las 24 horas.
Google conoce bien esta problemática. Sus emisiones de carbono se han incrementado debido al consumo energético de los centros de datos que sustentan su infraestructura de IA, por lo que encontrar alternativas limpias se ha vuelto prioritario para cumplir sus objetivos de neutralidad de carbono.
Don Moul, director ejecutivo de la TVA, ha mostrado su apoyo al acuerdo y lo considera un modelo a seguir. "La energía nuclear es la base del futuro de la seguridad energética", afirma, destacando que la participación financiera de Google evita trasladar estos costes de desarrollo a los consumidores.
El acuerdo con Kairos Power, que no ha revelado cifras económicas, tiene una particularidad importante: es el primer contrato de estas características entre una corporación tecnológica y un proveedor de reactores modulares. La puesta en marcha de Hermes 2 está prevista para 2030.
Este movimiento coincide con un momento en el que la IA consume tanta energía que los reactores nucleares se han convertido en una posible solución para las grandes tecnológicas. El consumo de algunos sistemas de IA equivale al de países enteros, lo que está llevando a estas empresas a buscar fuentes energéticas más robustas.
Google ya había anunciado anteriormente su intención de desarrollar tres enormes reactores nucleares para abordar este desafío energético. El reactor de Oak Ridge representa la primera materialización concreta de estos planes, posicionando a Google como pionera en el uso corporativo de energía nuclear.
La elección de Tennessee responde a varios factores. El estado cuenta con infraestructura nuclear existente y un entorno regulatorio favorable, además de albergar centros de datos importantes para los servicios en la nube de Google. La proximidad entre el reactor y estas instalaciones reducirá las pérdidas energéticas durante la transmisión.
Este desarrollo podría influir en las decisiones de otras grandes tecnológicas que enfrentan desafíos similares. Microsoft, Amazon y Meta también están explorando alternativas al consumo energético tradicional, y la energía nuclear está ganando consideración como alternativa a los combustibles fósiles y las limitaciones de las renovables intermitentes.