Así es tener café de barista en casa sin complicaciones: 15 bares, espumador de leche y 120 euros de descuento

A muchos nos pasa que somos algo intransigentes por las mañanas. Queremos café rápido, con buen sabor, pero sin tener que pelearnos con molinillos, cápsulas o menús interminables. Lo que buscamos es simplemente una máquina que funcione, que haga un buen café y que no nos dé más trabajo del que nos quita.

Eso es justo lo que ofrece la Krups Roma, una cafetera superautomática que apuesta por la simplicidad bien entendida: del grano a la taza con un par de toques, sin perder sabor ni ganar complicaciones. Es una cafetera que aúna funcionamiento y diseño porque pocas veces un producto de este tipo se atreve a salir del clásico color negro. Así que no solo preparar un café excelente, también añade un toque distinto a la cocina.

Esta cafetera tiene un precio oficial de 399,99 euros, similar al que mantiene en tiendas como ManoMano pero, por suerte, también hay otras tiendas donde la podemos encontrar rebajada. Por ejemplo, en PcComponentes baja hasta los 337 euros, en MediaMarkt está disponible por 322 euros y en El Corte Inglés por 299 euros, un muy buen precio. Sin embargo, el mejor precio nos lo ofrece Amazon, donde podemos comprar esta cafetera por 279 euros. Estamos hablando de ahorrarnos 120 euros respecto a su precio original, dinero suficiente como para comprar el café en grano de los próximos años.

La Krups Roma convierte cada café en un momento tuyo

Hay electrodomésticos que compras y acabas usando sin entusiasmo. No es el caso de esta cafetera. La Krups Roma, con su acabado elegante, transmite desde el primer momento una sensación de sencillez bien pensada. No necesitarás leerte un manual de 40 páginas para preparar tu primer café, solo tendrás que llenar el depósito de agua, añadir los granos en el compartimento y pulsar un botón para que empiece la magia. El color blanco aporta un punto diferenciador ya que, a diferencia de los modelos negros que estamos acostumbrados a ver, este acabado combina mejor con cocinas modernas, aporta luz y no desentona cuando la dejes a la vista. No es un electrodoméstico que busque esconderse, aporta presencia y forma parte del espacio.

En cuanto pruebes el sabor de los granos recién molidos, no querrás otra cosa

Uno de los aspectos que suele diferenciar a una cafetera superautomática es que muele el café al momento, y el aroma que se libera cuando los granos pasan por el molinillo es inconfundible. Ese olor, que se suele perder en las cápsulas o al preparar café ya molido, aquí se convierte en un preludio inconfundible de cada taza. La Roma incorpora un molinillo cónico ajustable que te permite decidir si quieres una molienda más fina para cafés intensos o una más gruesa para cafés largos y suaves. Funciona con 15 bares de presión, garantizando que el agua atraviese el café con la fuerza suficiente como para poder extraer sus aceites y aromas. Como resultado en cada preparación, tendremos una taza con crema densa y sabor auténtico, muy por encima de lo que obtenemos con cafeteras más básicas.

No necesitas ser barista para jugar con las opciones que propone esta cafetera. Te permite ajustar la cantidad de agua por taza, para preparar desde un espresso corto y potente hasta un café largo, estilo americano. También puedes elegir la intensidad, en función de si te apetece algo más fuerte o más ligero. Este nivel de personalización es lo bastante flexible como para permitirte variar pero sin convertir cada preparación en un laberinto de menús y pantallas táctiles. Todo se hace a través de botones físicos y luces indicadoras, para ser rápido, claro y efectivo.

Aunque no incorpora un sistema automático de capuchino, como sí hace la De'Longhi Perfetto, sí incluye un espumador de leche manual. Esta es una cuestión de gustos, porque hay quien prefiere pulsar un botón y que la máquina haga todo, y quien consideran el momento de calentar la leche, introducir la varilla y controlar la textura parte del encanto de la preparación. En cualquier caso, podrás lograr desde una espuma ligera hasta una crema densa, perfecto para capuchinos o cafés con leche. Y siempre con la textura que a ti te gusta, ya que no es la máquina la que decide.

Otro punto a su favor es que no tendrás que desmontar media máquina para mantenerla en buen estado. El frontal te avisa cuando toca rellenar el agua o añadir más granos, la bandeja de goteo y el depósito de posos son extraíbles y los indicadores LED señalan cuándo es necesario descalcificar. Con un mínimo de cuidados, te acompañará durante años. Y con ella tu rutina del café se vuelve más sencilla y placentera, y eso importa en cada taza.

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