Estos auriculares de Sony de diadema cerrados marcan la diferencia en estudio y producción

Los Sony MDR-7506 llevan ya un montón de años siendo un clásico en estudios, y te das cuenta al instante de por qué. Suenan muy claros, equilibrados, los graves tienen pegada, los medios son nítidos y los agudos se escuchan sin ser molestos. No es como esos auriculares que prometen “sonido profesional” y al final no notas la diferencia, aquí cada detalle se escucha, de verdad.

Además, al ser de diadema cerrada, casi no escuchas lo que pasa alrededor. Te metes de lleno en la música o en la mezcla, y no se escapa nada de lo que estás escuchando. Es perfecto si estás grabando algo y no quieres que se cuele el ruido del exterior, o simplemente quieres concentrarte sin interrupciones. Suelen valer 100 euros en Amazon y ahora los tienes por 85 euros.

Los auriculares de estudio que no te fallan

Viene con un cable de 1,2 m extensible hasta 3 m y un adaptador Unimatch de 3,5/6,3 mm para conectarlo a cualquier dispositivo

Lo que también me gusta es lo versátiles que son. Puedes conectarlos a un portátil para editar audio, a una interfaz de estudio para grabaciones más profesionales o incluso a tu reproductor de música favorito. Funcionan igual de bien en casa que en un estudio, y eso los hace ideales tanto para músicos y podcasters como para cualquiera que valore un sonido preciso y cómodo.

Y son cómodos, cosa que también se nota enseguida. No pesan casi nada y las almohadillas son suaves, la diadema se ajusta y los cascos giran, así que puedes ponerlos en cualquier posición y no molesta. Te los pones por varias horas y ni te enteras, lo cual es una bendición cuando estás en sesiones largas de grabación o edición.

Sony es una marca que se caracterizan por fabricar muy buenos productos. Estos son el segundo par que tengo de este modelo de auricular. La calidad de sonido es muy buena y la construcción es bastante decente a un precio mas que razonable. Tienen conexión mini-jack 3.5 mm con adaptador de jack 6.4 mm

Otra cosa buena: son resistentes. Puedes moverlos, guardarlos, transportarlos de un sitio a otro sin miedo a que se rompan. El cable en espiral es largo, así que tienes libertad de moverte un poco, y viene con un adaptador para cualquier dispositivo, ya sea un portátil, una interfaz de audio o un reproductor más profesional.

La gente que los tiene habla de lo mismo: suenan muy bien, aíslan el ruido y son cómodos. Algunos dicen que el cable es largo, pero en realidad es un detalle menor y hasta punto positivo si precisas más distancia. Lo bueno es que por 85 euros con devoluciones gratuitas, tienes un auricular de calidad de estudio que dura años y realmente cumple lo que promete.

Al final, no es solo un auricular más. Es de esos que sabes que van a estar contigo durante mucho tiempo, que funcionan bien en cualquier situación y que, sin hacer ruido, te facilitan la vida a la hora de escuchar o producir sonido. Son clásicos, sí, pero lo siguen siendo por algo.

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