¿Se nos están yendo de las manos los precios de los smartphones?
Lo que algo quiere alguien, algo le cuesta. Eso es innegable, y a no ser que tengamos una picaresca de dudosa legalidad, para obtener lo que queremos, tenemos que pagar el precio correspondiente para ello. A veces dicho precio es proporcional a lo que adquirimos, y otras veces no. Cada uno gasta su dinero en lo que vea, y en lo que quiera.
Existe un debate bastante extenso sobre si realmente pagar 800 euros por un smartphone está justificado. Muchos son los que piensan que es un disparate, usando los costes reales de producción como prueba, y otros lo defienden con el argumento de que es lo que paga a sus trabajadores, y lo que consigue que la empresa siga trayéndonos productos para mejorar nuestra vida. Yo, la verdad, soy de los primeros, pero con matices.
Con la crecida cada vez más exponencial de la gama alta en estos últimos meses, nos preguntamos: ¿Se nos están yendo los precios de las manos en lo que a smartphones se refiere? Vamos a analizar un segundo este fenómeno.
El efecto manzana
En su momento, se formó un pequeño revuelo al descubrirse que los iPhone costaban una cantidad infinitamente inferior a lo que realmente costaban en el mercado. Eso no ha frenado sus ventas, aunque los de Cupertino estén algo peor en lo que respecta a ganancias. Smartphones Android con un precio de salida algo inferior --no mucho-- han arrasado entre sus usuarios, y la gama media premium cada vez coge más fuerza. ¿Qué está pasando?
Bien. Sin que el asunto de que los móviles chinos sirva de precedente, tomemos el ejemplo de algunos smartphones que si bien no son tan baratos, ofrecen características geniales a un precio algo más reducido. La estrategia de OnePlus y su OnePlus 3T, posiblemente el mejor smartphone del mercado es curiosa, porque mezcla lo mejor de los dos mundos. Sigue la estrategia de no hacer gamas ni medias ni bajas pero las vende a un precio casi estúpido por el hardware que tiene. Y les va bien.
Vayamos, por ejemplo, a marcas como Huawei y Xiaomi. Sí, son marcas chinas que siguen esa estrategia, pero con dispositivos de gama alta y bastante caras, pero demostrando una calidad y unos acabados rompedores que forman parte de su estrategia comercial. Gamas medias como el hermosísimo Honor 8 o el gran Xiaomi Mi5 triunfan en cierta parte por su precio, y otras por ser móviles con unos componentes o diseño que te roban el corazón.
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Y luego, por último, tenemos el otro lado de la moneda. Smartphones con un precio elevadísimo de fábrica pero que son innegablemente buenos a la hora del hardware. El injustamente olvidado HTC 10 o el polémico Google Pixel demuestra que la estrategia de la manzanita puede funcionar, pero siempre y cuando la calidad de tu producto sea innegable. ¿Y qué hay del precio filtrado del futurible Galaxy S8? ¿Que sea Samsung la marca que es justifica estos precios? O, el caso del LG G5 y su modularidad, carísima y esporádica a partes iguales. Sólo demuestra que aunque hay veces que el precio está justificado, otras, no, y de lejos.
Pagar por lo que realmente lo vale
Entonces, ¿está justificado que marcas como Huawei o Google inflen sus precios al máximo? Yo, personalmente digo, que depende del caso. En el del Google Pixel, no, no creo que esté justificado, mientras que en el caso de Huawei, se han ganado a pulso poder vender un smartphone a un alto precio puesto que innovan, tienen sus propias convicciones y hacen unos telefonazos que te asegurarán calidad en casi todos sus dispositivos, por no mencionar, que después de haber vendido dispositivos low cost tipo Xiaomi, ya les toca que realmente vayan a conseguir un dinero.
Paguemos por lo que realmente merece la pena.
¿Te parece justificado pagar ese dinero por un smartphone? ¿Qué opinas?
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