El año 2018 marcará el renacer de un mercado 'wearable' que al fin crece
Los relojes y pulseras inteligentes nunca han terminado de encontrar su camino en un mercado de wearables a todas luces muy verde, donde las necesidades no estaban demasiado claras y donde las opciones quizás tampoco eran todo lo atractivas que deberían ser.
Sea como fuere, parece que todo esto es pasado y este ejercicio 2018 marcará un punto de inflexión en el mercado de dispositivos vestibles, pues si la feria IFA nos dejaba entrever el renacer 'wearable' mientras Google enseñaba la mayor actualización de Wear OS hasta la fecha, ahora es una consultora reputada como IDC la que apunta a un crecimiento continuo de las ventas de wearables.
De hecho, los analistas han realizado un completo estudio con previsiones muy positivas hasta 2022, y es que al parecer en la cuantificación física y en las aplicaciones relacionadas con la salud es donde al fin los smartwatches y pulseras inteligentes han encontrado una necesidad palpable que cubrir.
Ya en 2018 los wearables están vendiendo mejor, con unas ventas estimadas que rondarán los 122,6 millones de unidades a final de año, cifras que dejan el crecimiento en más o menos un 6,2 por ciento respecto al año 2017.
A partir de 2019 el crecimiento estimado sube a las dos cifras, tendencia que se mantendría hasta 2022 al menos, con los analistas señalando que la mayoría de fabricantes se encuentran aún en proceso de evolución de sus gamas de wearables para hacerlos más atractivos.
Es obvio que entre los wearables o dispositivos vestibles se engloban un montón de tipos de dispositivo, aunque al parecer los más interesantes para los consumidores son los smartwatches, los auriculares inalámbricos y la ropa inteligente. En los mercados asiáticos también están funcionando muy bien los dispositivos conectados orientados a los niños, como las pulseras localizadoras, pero este tipo de wearables no han llegado todavía de forma masiva a Europa o América.
El único que no parece crecer es el mercado de los cuantificadores físicos propiamente dichos, pues aunque realmente disponen de una amplia cuota de mercado entre los wearables, este tipo de dispositivos cuentan con un período de renovación mucho más largo al ser entendidos por los usuarios como accesorios del smartphone.
Curioso es ver, por último, las cuotas entre sistemas operativos, que dejan a Apple dominando con mano de hierro con un 47 por ciento de share. Un reparto que los analistas prevén igualado de aquí a unos años, con Wear Os de Google creciendo hasta un 46 por ciento en 2022:
Mucho camino por recorrer todavía en un mercado en expansión, donde Samsung sigue jugando con su propia plataforma y donde la firma de Cupertino necesita un rival serio para unos Apple Watch que no han encontrado competencia en Android Wear.
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Fuente | IDC
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