La función del iPhone que todos pedían llega a los Galaxy S26: imanes integrados y carga Qi2 para toda la gama
Samsung prepara un Galaxy S26 Plus de 6,9 pulgadas con imanes para carga Qi2, una maniobra que busca canibalizar al Ultra y frenar su estancamiento tecnológico
Samsung ha filtrado sus planes para el Galaxy S26 Plus, un terminal que crecería hasta las 6,9 pulgadas y contaría con imanes integrados. El dispositivo adoptará el estándar Qi2 para accesorios magnéticos y una carga de 60 W en el modelo Ultra. Samsung por fin se da por vencida y admite que Apple acertó con sus accesorios magnéticos, mientras ellos perdían el tiempo con ecosistemas cerrados y fundas propietarias.
La información llega de una hoja de especificaciones publicada por Tech Informer y recogida por Android Central, donde se ve que Samsung por fin se atreve a cambiar cosas en el diseño. Estos cambios parecen dar más impulso a los rumores que hablaban de un diseño calcado al iPhone 17 Pro y la necesaria adopción del estándar Qi2 de 25 W. Además, la firma coreana sabe que sus rivales chinos ya cargan el triple de rápido, y tiene que responder a las demandas de los usuarios, que llevan tiempo pidiendo carga rápida de verdad.
Un teléfono de 6,9 pulgadas para canibalizar al Ultra

El modelo Plus igualará en tamaño al Ultra para intentar darle una mayor vida en el mercado
La marca engorda el modelo Plus hasta igualar las dimensiones de su buque insignia para insuflar algo de vida a uno de los gama alta menos top de su catálogo. Al darle el tamaño del Ultra, Samsung ofrece la misma superficie de visión sin obligar al usuario a pagar el extra del lápiz óptico. Esta maniobra intenta rescatar una categoría que no encontraba su sitio en las últimas generaciones.
Integrar imanes bajo el cristal podría suponer el adiós a la carga inalámbrica inversa por interferencias físicas, pero ganamos compatibilidad con cualquier accesorio del mercado. El teleobjetivo 3x sube por fin a los 12 megapíxeles para sustituir al sensor de 10 MP que la compañía arrastraba desde el año 2022. Este cambio mejora la nitidez real de los retratos evitando los parches de software que emborronan la imagen final.
Es una actualización crítica para un sistema de cámaras estancado frente al rendimiento de Google o Xiaomi. En la parte energética, el modelo Ultra mejora con una carga rápida que escala hasta los 60 W al usar el cable. El cargador recorta los tiempos de espera para llenar los 5.000 mAh de capacidad total del dispositivo, que se empiezan a quedar cortos cuando se ven barbaridades como la del último móvil de HONOR. El rendimiento real dependerá de si te toca el procesador Snapdragon 8 Elite Gen 5 o el Exynos 2600 según el mercado. Y es muy fácil apostar en contra del Exynos.
Samsung sacrifica una función secundaria para integrar una tecnología que sus usuarios llevaban años reclamando. Saldremos de dudas en el próximo evento Unpacked de principios de 2026, donde se confirmará si el modelo base de la familia Galaxy S26 sigue limitado a una potencia de carga por cable de solo 25 W. Y resultará incomprensible que lo dejen así.