Nadie los había pedido y el mercado dicta sentencia con el Samsung Galaxy S25 Edge: sí queremos móviles más finos, pero sin concesiones
Samsung se había excusado muy pronto con qué sentido tenía lanzar este Galaxy S25 Edge y lo hacía con conocimiento de causa, pues el mercado no parece entusiasmado con un móvil ultrafino que deba hacer concesionesq
Cuando se empieza por las justificaciones y no tanto por anunciar las bondades de un dispositivo, la cosa obviamente es que no va bien en el concepto de cualquier producto. De hecho, siempre se dice que "excusatio non petita, accusatio manifesta", así que precisamente las justificaciones de Samsung sobre la existencia del Galaxy S25 Edge con su diseño ultrafino anticipaban lo que probablemente iba a pasar con el dispositivo en los mercados, y también por extensión lo que precisamente reza el titular... ¡Nadie había pedido este tipo de terminales, o no al menos si tenemos que hacer concesiones!
Lo cierto es que el teléfono es una proeza técnica en sí mismo y debemos ser justos con el ejercicio de diseño de Samsung, que nos ha permitido ver hasta dónde llegan las capacidades actuales de la técnica a la hora de construir un smartphone. En todo caso, el Galaxy S25 Edge no parece estar cosechando las cifras de ventas que se esperaban en un principio, así que desde Corea del Sur ya nos informaban de una reducción de las unidades producidas que permita a Samsung ajustarse mejor a la demanda global.
Lo cierto es que el análisis del Galaxy S25 Edge que pudimos hacer aquí en Andro4all unas semanas atrás con una unidad cedida por Samsung también iba en consonancia con todo esto, y es que todos los analistas coinciden en que efectivamente el teléfono ultrafino de Samsung es impresionante, súper atractivo, pero con una concesiones inasumibles para un smartphone tope de gama en 2025.
De hecho, la autonomía del terminal se resiente demasiado debido a su limitada batería de 3.900 mAh y al uso del mismo panel Dynamic AMOLED 2X de 6,7 pulgadas y resolución QHD+, así como también la elección de idéntico chipset que el resto de la familia Galaxy S25, el Qualcomm Snapdragon 8 Elite for Galaxy de 3 nanómetros y con el reloj hasta 4,47 GHz, sin montarse aquí la versión limitada para este tipo de dispositivos que Qualcomm presentó hace un tiempo para anticiparse.
Los móviles ultrafinos sí nos gustan, cómo no, pero no queremos concesiones tan importantes
También quiso llegar antes Samsung, pues la idea de este Galaxy S25 Edge no era tanto el contentar a un público que buscaba mayor versatilidad en un smartphone tope de gama, sino más bien competir de antemano con Apple y un esperado iPhone Air que, suponemos, se aprovechará de la experiencia y al menos cuidará este tipo de aspectos.
Queda claro pues que a mi este tipo de móviles me gustan mucho, sí, pues son más cómodos de llevar, menos voluminosos y con un mejor tacto en mano, pero si pagamos la factura de un flagship lo mínimo es encontrarnos toda la tecnología más prestacional del momento, con una autonomía no tan limitada y sin concesiones tan importantes tanto en la mencionada batería como en las cámaras fotográficas.
Si los fabricantes nos proponen una mejora de construcción como esta, que la aceptamos de buen grado, deben hacerlo sin dejarse por el camino otras especificaciones importantes... ¡Lo primero es que la batería nos aguante!
De hecho es que Samsung pudo haber integrado una batería Si-C de nueva generación para subir hasta los 4.500 ó 5.000 mAh y la foto final del Galaxy S25 Edge sería diferente, incluso con sólo dos cámaras en su trasera, aunque también debemos asumir que la gente prefiere el tope de gama aún necesitando endeudarse, pues en los últimos ejercicios siempre el Galaxy S Ultra ha sido el más vendido de toda la familia abanderada del gigante surcoreano.
Lo único cierto es que ya tenemos con nosotros al primer móvil ultrafino propiamente dicho de la nueva generación, pero con un éxito muy relativo que podía preverse dado el concepto de Samsung y su cercanía con limitaciones al Galaxy S25 Ultra. Esto marcará seguramente el camino a Apple y los demás, así que sí, Samsung se ha anticipado, pero me repito "nadie había pedido móviles ultrafinos que no necesitábamos", y si la mejora en ese sentido aparece, debe ser sin caídas importantes en el datasheet y con todas las de la ley de un flagship phone... ¿Sí o no? ¿Qué pensáis vosotros sobre el Galaxy S25 Edge?