La mayoría de propietarios de teléfonos Samsung nunca ha usado la IA para editar sus fotos
El 74% de los encuestados nunca usa la edición por IA pese a tener fotos con fallos. Un dato incómodo que choca con la estrategia de Samsung
Resulta que la gran apuesta de Samsung para vender móviles es justo la que menos utilizamos. Un estudio interno revela una contradicción curiosa: aunque casi todos nos quejamos de que se nos cuela gente o salen sombras raras en las fotos, tres de cada cuatro usuarios nunca tocan las herramientas de IA que tienen en el bolsillo para arreglarlo.
La noticia nos llega desde Android Police, que se hace eco de una encuesta de Opinium Research realizada a 500 personas en Europa. Aunque la muestra es bastante pequeña para sacar conclusiones universales, los datos destapan que existe una brecha enorme entre lo que nos venden en los anuncios y lo que realmente hacemos con el teléfono cuando nadie nos mira.
Tenemos la tecnología, pero nos da pereza usarla
Las cifras son testarudas. El 86% de los encuestados reconoce que sus fotos suelen tener elementos molestos, como "photobombers" o reflejos que estropean la toma. Sin embargo, la inmensa mayoría prefiere quedarse con la imagen imperfecta antes que perder un minuto editándola. Al final, la fricción de entrar en un menú y esperar el procesado pesa más que el resultado final.
Samsung intenta darle la vuelta al asunto diciendo que sus herramientas sirven para "disparar menos y disfrutar más", ahorrando tiempo en buscar la toma perfecta. Es irónico, porque aunque existen trucos sencillos para borrar objetos o personas desde la propia galería, parece que la función no ha calado. La gente sabe que existe, pero no le ve la utilidad en el momento de la verdad.
Y no será porque la marca no lo ponga fácil. Ni siquiera es una excusa la antigüedad del terminal, puesto que estas funciones se expandieron a modelos veteranos hace ya meses. Tienes la tecnología disponible en el bolsillo, pero el hábito de disparar y guardar es mucho más fuerte que la promesa de la foto de estudio.
Quizás el problema sea de prioridades y no de tecnología. Un 57% de los usuarios dice que obsesionarse con la foto perfecta "les saca del momento", lo que explica el desinterés por la postproducción. Parece que la IA funciona mejor como reclamo de marketing para vender el dispositivo que como una solución real que queramos usar a diario.