Oura lleva a Samsung a juicio por el Galaxy Ring y exige ser el único rey de los anillos
La demanda también incluye a otras marcas que han creado sus propios relojes inteligentes, como Reebok o Amazfit
Era cuestión de tiempo. Desde el momento en que Samsung se adentró en el mercado de los anillos inteligentes hace ya más de un año con su Galaxy Ring, todos sabíamos que la batalla no se libraría únicamente en las estanterías de las tiendas, sino en los tribunales. Oura, la compañía finlandesa que prácticamente inventó la categoría moderna de los anillos inteligentes, ha decidido pasar a la ofensiva. La firma ha interpuesto una demanda contra Samsung ante la Comisión de Comercio Internacional (ITC) de Estados Unidos, alegando que el gigante coreano ha infringido sus patentes. Pero Samsung no está sola en el banquillo de los acusados.
Una demanda preventiva contra todos

Amazfit, con su Helio Ring, es otra de las afectadas por la demanda
Según ha hecho público la propia Oura en un comunicado, la compañía ha presentado una queja formal ante la ITC alegando que Samsung, junto con otras marcas como Reebok, Zepp Health (Amazfit) y Nexxbase (Luna Ring), han violado su propiedad intelectual.
Los argumentos de Oura son amplios. La compañía sostiene que estos fabricantes han infringido patentes relacionadas con:
- El factor de forma del dispositivo.
- Los componentes internos y externos.
- Los métodos de fabricación utilizados para crear estos anillos.
No es un movimiento que nos pille totalmente por sorpresa. En mayo de 2024, Samsung intentó adelantarse a este escenario presentando una demanda preventiva contra Oura, solicitando a un tribunal que declarase que su Galaxy Ring no infringía ninguna patente. Aquella jugada no salió bien para los coreanos (fue desestimada), y ahora Oura ha devuelto el golpe con fuerza, buscando proteger lo que consideran su territorio exclusivo.
El objetivo final de Oura parece claro: ya han conseguido acuerdos de licencias con competidores menores como Circular o RingConn tras disputas similares. Todo apunta a que buscan que Samsung pase por caja o, en el peor de los casos para los coreanos, bloquear la importación de sus anillos en Estados Unidos.
Opinión: por qué Samsung (y el resto de marcas) tiene las de ganar

El Oura Ring fue uno de los primeros anillos inteligentes del mercado
No hay duda de que la postura de Oura es comprensible desde el punto de vista empresarial, pero cuestionable desde el punto de vista de la innovación tecnológica. Y aquí es donde creo que Samsung tiene argumentos sólidos para defenderse.
Acusar a Samsung de copiar el "factor de forma" es, cuanto menos, atrevido. Un anillo es un anillo. La geometría de un dedo humano dicta la forma del dispositivo, no una patente de Oura. No estamos hablando de un diseño arbitrario como la muesca de un teléfono o la disposición de unas cámaras; estamos hablando de un círculo que debe contener batería y sensores.
Si analizamos la ingeniería detrás del Galaxy Ring, Samsung no se ha limitado a "copiar y pegar". Han aprovechado su inmensa capacidad de miniaturización (la misma que usan en sus smartphones plegables y relojes) para crear un producto que, si bien cumple la misma función que el Oura, lo hace integrándose en un ecosistema mucho más complejo (Samsung Health, Galaxy AI, SmartThings...).
Existen dos puntos clave para defender la posición de Samsung (y del resto de fabricantes demandados):
- Convergencia tecnológica, no robo: que todos los anillos inteligentes coloquen los sensores en la parte interna inferior y usen baterías curvas no es plagio, es física. Es la única manera eficiente de medir el ritmo cardíaco en un dedo y de aprovechar el espacio. Pretender patentar la ubicación obvia de componentes necesarios es como intentar patentar que un coche tenga cuatro ruedas.
- La democratización del mercado: Oura ha disfrutado de un monopolio de facto durante años. La llegada de Samsung valida la categoría y empuja la tecnología hacia adelante. Si se permite a Oura patentar conceptos genéricos de fabricación o diseño de "anillos con sensores", estaríamos frenando la innovación de toda una industria.
Oura quiere seguir siendo el rey, y es lícito. Pero el trono de la tecnología se gana innovando más rápido que el rival, no intentando impedir que otros fabriquen algo que tiene forma de anillo porque tú llegaste primero. Samsung ha demostrado con el Galaxy Ring que puede hacer un producto excelente y propio; reducir eso a una "infracción de patente" es simplificar demasiado una ingeniería muy compleja.