Samsung trabaja para reconquistar a los usuarios tras el fiasco del Galaxy Note 7
En Andro4all no somos gente supersticiosa, pero si de algo podemos tildar lo que ha ocurrido con el Samsung Galaxy Note 7 es de maldición gitana de libro. Primero los terminales empezaron a explotar, después la empresa decidió reclamarlos para sustituirlos por nuevas unidades y finalmente estos nuevos dispositivos acabaron por explotar también.
Esto ha llevado a Samsung a tomar una decisión difícil: descontinuar la producción de los Galaxy Note 7 y pedir a sus dueños que los apaguen, terminando así con la carrera del teléfono que venía a competir con el iPhone 7 de Apple --quizá las prisas por competir con la fábrica de Cupertino hayan motivado toda esta serie de catástrofes, aunque esto es especulación y oficialmente nunca lo sabremos--.
Para terminar de rematar el asunto, Samsung perderá 17.000 millones de dólares por culpa de los Galaxy Note 7. De esta manera se confirma que estamos ante el fiasco más grande de la industria móvil de los últimos años, por no decir de todos los tiempos. Estas pérdidas millonarias, sumadas a la calidad deficiente del producto, ha puesto en entredicho la credibilidad del fabricante coreano y ha dañado su imagen para con los clientes.
Sin embargo no todo es malo. Ya habría aparecido un posible responsable del fallo de las baterías: el diseño de los Samsung Galaxy Note 7 podría ser la causa de que exploten, aunque de todas formas ya da igual si es así o no. Los coreanos han interrumpido la producción de forma definitiva, su imagen pública ha sufrido mucho con este fiasco y ahora les queda una ardua tarea de reconstrucción por delante.
El plan de Samsung: regalar dinero
Según se ha publicado en Android Authority DJ Koh, gran jefe de la división móvil de Samsung, ha jurado restablecer la confianza de los consumidores en Samsung tras descontinuar el Galaxy Note 7. El responsable de los smartphones de la empresa coreana comentó que quiere "encontrar cueste lo que cueste la causa exacta" de los terminales defectuosos para "restaurar la confianza de los consumidores". Lo que Koh quiere es que sepan que pueden usar cualquiera de sus productos sin preocuparse de que sean seguros. Y sin embargo, las pérdidas millonarias derivadas del fiasco del flagship podrían provocar que perdiese su puesto.
Según podemos leer en DigiTimes, un 90% de los propietarios taiwaneses han cambiado su Samsung Galaxy Note 7 por un Samsung Galaxy S7 Edge, con lo que los distribuidores se han quedado sin stock. Aparte de devolver el dinero invertido en el fallido phablet, Samsung está ofreciendo en Taiwan y en Estados Unidos una tarjeta regalo valorada en unos 95 dólares si devuelves tu Note 7 y compras otro terminal Samsung. Desconocemos si en el resto del mundo funcionará de la misma manera, en cuanto tengamos noticias os informaremos.
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