El Samsung Galaxy X, el teléfono plegable de Samsung se aplaza y no llegaría hasta 2018
Los rumores apuntaban a que el Samsung Galaxy X llegaría por fin a finales de este mismo año, muy cerca de la presentación del próximo Note, el Samsung Galaxy Note8, por septiembre, quizás algo más tarde, aunque no había nada confirmado. Ahora parece ser que este terminal tan innovador llegará en 2018 para nuestra desagracia.
El nuevo rumor está bien infundado, pues BusinessKorea, una página web coreana de mucho prestigio local ha analizado la situación y ha llegado a la conclusión de que los componentes vitales para el diseño de esta pantalla no se podrían comercializar hasta 2018, lo que implicaría el retraso del terminal.
Tanto Samsung como LG se están preparando para la producción de este tipo de pantalla, que requerirían según los analistas películas de poliamida, un material muy flexible, ligero y resistente al calor. Podría llegar o a finales del primer trimestre de 2018 o a principios del segundo trimestre, aún no se sabe.
Desde 2013 se lleva anunciando este teléfono y lo cierto es que nunca llega. Hemos visto dos prototipos ya -sobre el papel claro, concretamente el de las patentes-, pero eso no nos vale, pues nosotros queremos ver y probar la versión final. Ya podría Samsung hacer algo similar a lo que hizo Google con las Google Glass, algo así como un programa Explorer mediante el cual pudieras ir comprando la última actualización del Galaxy X.
Lenovo llega más tarde, pero llega
A pesar de que Samsung lleve muchos años trabajando en ello, Lenovo, una de las marcas chinas más famosas llega y lo lanza antes de Samsung. Se tarta claramente de una carrera, pero no se gana siendo el más rápido, sino el mejor. Aunque, como es obvio, siendo el más rápido obtienes una ventaja que ningún otro podrá obtener.
Fue en junio de este mismo año cuando Lenovo presentó tan extravagante terminal. Vendía en dos versiones, un teléfono-reloj y teléfono-tablet, a cada cual mejor. Está compuesto de hardware flexible, lo que permitiría hacer que el dispositivo cambie de forma. Por supuesto el modo teléfono-tablet es más potente pues tiene menos partes móviles.
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Lo que tiene Samsung en la cabeza no solo sabemos, pero por las patentes presentadas se podría tratar de un teléfono que se despliega para convertirse en tableta, algo así como el teléfono-tablet de la marca china. Sin duda esperamos ansiosos poder ver lo que Samsung lleva desarrollando desde al menos 2013 o 2012.
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