Boox Tab X C, análisis: la tinta electrónica a color en gran formato
Hemos probado el último integrante del catálogo de BOOX, una inmensa tablet Android con pantalla de tinta electrónica de 13,3 pulgadas

Después de varias semanas usando la Boox Tab X C como mi herramienta principal de trabajo, puedo afirmar con seguridad que nos encontramos ante uno de los dispositivos más interesantes que han llegado al mundo de la tinta electrónica. Esta tablet de 13,3 pulgadas no es solo un lector de libros electrónicos más grande: representa un intento serio de crear una alternativa real al papel y a las pantallas tradicionales para aquellos que trabajamos intensivamente con documentos.
Lo que más me ha llamado la atención durante estas semanas es cómo ha conseguido reemplazar prácticamente mi flujo habitual de trabajo. Donde antes alternaba entre un cuaderno físico, una tablet convencional y el ordenador para diferentes tareas, ahora la Tab X C centraliza la mayoría de mi actividad diaria relacionada con la lectura y escritura.
+ Pros
- Pantalla de 13,3 Kaleido 3
- Tiene Android 13 con Google Play
- Potencia y versatilidad
- Contras
- Experiencia de escritura en cristal
- Ausencia de slot para microSD
- Precio elevado

Características
Categoría | Especificación |
---|---|
Pantalla | 13,3″ E Ink Kaleido 3, 3200×2400px B/N (300ppi) / 1600×1200px color (150ppi), 4096 colores, cristal ONYX Glass, iluminación MOON Light 2 dual-tone |
Procesador | 8 núcleos a 2,8GHz |
Memoria | 6GB LPDDR4X |
Almacenamiento | 128GB |
Sistema operativo | Android 13 + Boox OS con Google Play |
Stylus incluido | Boox InkSpire: 4096 niveles de presión, detección de inclinación, feedback háptico, carga magnética |
Conectividad inalámbrica | Wi-Fi 802.11 a/b/g/n/ac (2,4 & 5GHz), Bluetooth 5.0 |
Puertos / audio | USB-C OTG, altavoces estéreo, micrófono (sin jack) |
Sensores | G-sensor (giroscopio), sensor Hall |
Batería | 5.500 mAh |
Dimensiones | 287,5×243×5,3mm |
Peso | 625g |
Otros | BOOX Super Refresh, soporte para 26 formatos de serie, 10 GB Boox Cloud |
Diseño y ergonomía

La parte trasera de la BOOX Tab X C / Fotografía de Elisa Piñón
El diseño del Boox Tab X C sorprende nada más sacarlo de la caja por su acabado premium y formato imponente. Estamos ante un dispositivo de 13,3 pulgadas, con marcos suficientes para sostenerlo cómodamente con ambas manos. A pesar de su tamaño, es muy fino (solo 5,3 mm de grosor) y mantiene un peso contenido de unos 625 gramos, bien repartido a lo largo del chasis. La construcción es sólida y transmite sensación de durabilidad, los bordes ligeramente redondeados mejoran el agarre y la comodidad al sostenerlo durante largos periodos.
La superficie frontal en cristal plano ofrece un aspecto profesional, aunque esto presenta ventajas e inconvenientes para la escritura, que analizaremos más adelante. Los marcos generosos evitan toques accidentales en la pantalla, algo especialmente valorable al utilizarla como bloc de notas.
La funda que nos enviaron supone una mejora notable respecto a generaciones anteriores. La versión con teclado ofrece sensación premium, mientras que la funda tipo folio, muy fina y ligera, protege adecuadamente sin prácticamente añadir peso. Sin embargo, echo de menos una solapa específica para fijar mejor el lápiz (que si hay en otras fundas de Boox), ya que puede desprenderse con movimientos bruscos. Además, aunque la funda permite doblar una sección para usarla como soporte, la sensación general es algo frágil, por lo que conviene no abusar de esta posición para evitar daños a largo plazo.
La pantalla Kaleido 3: el verdadero protagonista

La excelente pantalla de tinta electrónica a color de la BOOX Tab X C / Fotografía de Elisa Piñón
Aquí está la magia del Tab X C. La pantalla E Ink Kaleido 3 de 13,3 pulgadas, con capacidad para mostrar hasta 4096 colores, es sencillamente impresionante para esta tecnología. Con una resolución de 3200 x 2400 píxeles en modo monocromo (300 ppp), los textos se ven excepcionalmente nítidos, comparables con los mejores eReaders del mercado.
En color, la resolución baja a 1600 x 1200 píxeles (15 0ppp) a través de una técnica que ya pudimos ver con más detenimiento en las BOOX Air 3C y BOOX Air 4C y, aunque claramente no alcanza la riqueza visual de una pantalla LCD, sigue aportando mucho valor. Utilizándolo con documentos técnicos y cómics, la capacidad de distinguir elementos en diferentes colores ha resultado muy útil y es más que suficiente. Los colores se perciben vivos aunque naturales, típicos de la tecnología Kaleido.
La iluminación frontal dual, ajustable en temperatura de color, funciona muy bien. Puedes alternar fácilmente entre una luz fría durante el día, y una más cálida para leer por la noche. En exteriores, la visibilidad es tan buena como se puede esperar en un dispositivo de tinta electrónica.
El único punto negativo es que la superficie de cristal genera reflejos molestos en ambientes muy luminosos. La ausencia de un acabado mate estilo papel se nota especialmente con fuentes de luz fuertes detrás del usuario. Como solución, se pueden usar protectores de pantalla mate, mejorando este apartado. En mi caso quise centrarme en la versión más "pura" del producto.
Rendimiento que sorprende

El rendimiento de la tablet, uno de sus puntos fuertes / Fotografía de Elisa Piñón
Debajo del capó del Tab X C encontramos un procesador octa-core a 2.8GHz acompañado de 6GB de RAM y 128GB de almacenamiento interno. En el día a día, el dispositivo se comporta con una fluidez sorprendente, muy por encima de lo habitual en productos de tinta electrónica.
La tecnología Boox Super Refresh (BSR) permite seleccionar distintos modos de refresco según la necesidad. El modo HD prioriza la calidad visual para lectura estática, mientras que opciones más rápidas como el modo A2 permiten transiciones y desplazamientos más ágiles, perfectos para navegación web o hacer varias cosas a la vez (como leer el mail mientras chateas). En mi caso, probé a ponerle PDFs pesados, alterné entre aplicaciones y utilicé la función de pantalla dividida sin que el Tab X C se ralentizara, de hecho, aún a día de hoy sigo sorprendido con el rendimiento.
Claro está, hay que tener expectativas realistas. No está pensado para reproducir vídeos fluidos a alta velocidad ni juegos exigentes, aunque un servidor si ve videos de YouTube donde el detalle no es muy importante en el. Sin embargo, para tareas de oficina, lectura intensiva, escritura y navegación básica, va sobrado de potencia.
Un detalle menor pero que merece atención es que, en situaciones de carga muy intensa o con refrescos frecuentes, algunos usuarios han percibido un ligero zumbido electrónico (coil whine). Aunque es bastante sutil y generalmente no molesta, conviene mencionarlo especialmente para aquellos muy sensibles a estos ruidos. En mi caso no lo noté durante las pruebas, aunque tampoco me considero particularmente sensible a estos sonidos.
Escritura y toma de notas

Tomar notas en la BOOX Tab X C es una maravilla gracias al stylus / Fotografía de Elisa Piñón
Además de la pantalla si por algo brilla el Boox Tab X C es por su capacidad como cuaderno digital. Incluye el nuevo lápiz óptico Boox InkSpire, que viene de serie con la tablet y se acopla magnéticamente a un lateral. Ofrece 4096 niveles de presión, detección de inclinación y respuesta háptica. La experiencia de escritura es rápida y con baja latencia, el trazo aparece casi instantáneamente al deslizar el stylus, sin lag perceptible, y con buena precisión incluso al escribir muy rápido. La Tab X C proporciona vibración sutil al escribir que añade un cierto feedback táctil. También soporta gestos de borrado AI (borrar tachando una parte del texto).
Dicho esto, no todo es perfecto en la experiencia de escritura. La superficie de la pantalla es de cristal liso, a diferencia de otros modelos como el Note Max que tenían recubrimiento plástico texturizado. Esto implica que al deslizar el lápiz, la sensación es más resbaladiza que el papel. Es similar a escribir con un Apple Pencil sobre un iPad sin protector, muy suave pero con poca fricción, lo cual puede restar control en trazos lentos o letra muy pequeña y elimina parte de esa sensación tan placentera de la fricción del bolígrafo con el papel.
Boox intenta mitigar esto con la vibración háptica y con una punta de lápiz tipo goma blanda, que ofrece algo de resistencia. Aún así, seguramente si colocas un protector de pantalla mate para acercar el tacto al de papel esto dejará de ser un problema. La contrapartida es que este protector rugoso desgasta más la punta del lápiz (que es blandita). Aún así, es una pena que en un dispositivo de este precio se sacrifique la sensación de escritura. También es cierto que este es un dispositivo de productividad más parecido al iPad que a un ReMarkable o similar, por lo que es posible que ese sacrificio se hiciese con poco remordimiento ya que su función es sustituir tu tablet, no tu libreta.
En cuanto a las herramientas de toma de notas, Boox tiene un buen paquete de software. La aplicación nativa de notas ofrece capas (layers) al estilo reMarkable o Supernote, permitiendo organizar dibujos o esquemas por niveles. Podemos, por ejemplo, hacer un boceto en una capa y escribir anotaciones en otra, borrando independientemente sin afectar al resto. También disponemos de múltiples tipos de bolígrafo y pincel (lápiz, pluma estilográfica, rotulador, subrayador, pincel de pintura, etc.), con diferentes grosores y sensibilidad a la presión. Hay 16 colores disponibles para escribir o resaltar, aprovechando la pantalla a color para subrayar en diferentes tonos o hacer dibujos. Personalmente me gusta importar plantillas personalizadas, concretamente una de Bullet Journal que tengo, y de insertar imágenes en las notas para luego anotarlas por encima. Para esto me ayudó mucho la pantalla partida.
La app incluso permite grabar notas de voz, etiquetar notas, hacer búsquedas de texto a mano y vincular notas con hipervínculos, funciones muy útiles para estudiantes o profesionales que organizan mucha información. Los cuadernos pueden tener hasta 500 páginas cada uno, prácticamente un libro entero de apuntes en cada libreta. Luego podemos exportar las notas a PDF, PNG o compartirlas fácilmente.
Software y ecosistema: libertad total y versatilidad

La tablet ejecuta una versión de Android muy modificada, pero aun así con acceso a Google Play Store / Fotografía de Elisa Piñón
El Boox Tab X C corre sobre Android 13 con la capa Boox OS, lo que supone un plus frente a lectores cerrados. De fábrica llega con la Google Play Store habilitada, permitiendo instalar cualquier aplicación que necesites, desde lectores conocidos como Kindle, Kobo o Pocket, hasta apps de productividad tipo OneNote, Evernote o incluso Google Drive y Teams. Esta flexibilidad convierte al Tab X C en un dispositivo versátil, perfectamente adaptable al flujo de trabajo individual, sin limitarte a un ecosistema cerrado.
La verdadera fantasía es la posibilidad que ofrece Boox de tener todas tus aplicaciones favoritas funcionando con un rendimiento excelente en una pantalla de tinta electrónica: esto era algo impensable hace solo unos años y ahora es una realidad que cuida nuestros ojos y mejora nuestra productividad.
El lanzador personalizado de Boox OS está pensado para pantallas de tinta electrónica, mostrando contenidos recientes, accesos directos y aplicaciones mediante widgets configurables. Dispone además de múltiples ajustes específicos de refresco para cada aplicación, permitiendo seleccionar entre modos de alta calidad visual o mayor velocidad según necesites. Muchos, entre los que me incluyo, mantenemos el panel de biblioteca y notas y el resto optamos por iconos. Pero para los que amáis personalizar, este dispositivo os va a dar mucho juego.

BOOXDrop es el servicio de almacenamiento en la nube de la marca / Fotografía de Elisa Piñón
Además, Boox incorpora funciones como BOOXDrop, que facilita la transferencia inalámbrica de archivos desde el PC o el móvil, y un modo de espejo de pantalla inverso (screencast), ideal para reuniones o presentaciones. Echo de menos esa sensación típica de ReMarkable o Apple de sincronización instantánea, pero reconozco que tener media docena de formas de poder sincronizar contenido es un punto muy a favor.
El soporte de actualizaciones es otro punto fuerte: Onyx promete al menos tres años de actualizaciones gratuitas de firmware para el Tab X C, que incluyen mejoras de rendimiento y nuevas funcionalidades.
Boox Cloud, la nube de Boot, incluye 10 GB de almacenamiento gratuito al registrar tu cuenta Onyx, para sincronizar y respaldar notas y documentos en la nube. Además, permite integraciones directas con servicios Google Drive o OneDrive.
El Tab X C soporta nativamente una gran variedad de formatos, (hasta 26 formatos distintos) incluyendo documentos de texto (PDF, ePub, MOBI, DOCX), cómics (CBR, CBZ), imágenes (PNG, JPG, BMP, TIFF), formatos de audio (WAV, MP3), etc. Algo que está muy por encima de cualquier otro dispositivo de este estilo que se me venga a la cabeza, pero insisto, seguro que en la Play Store tienes una app que abre cualquier otro formato que estes pensando.
Autonomía

Con una sola carga, la tablet puede alcanzar las 24 horas de pantalla encendida / Fotografía de Elisa Piñón
La autonomía del Tab X C está a la altura, aunque no es revolucionaria para un dispositivo de tinta electrónica. Monta una batería de 5.500 mAh, superior a modelos anteriores como el Note Max que cuenta con 3.700mAh. Durante las semanas de prueba, con un uso mixto de lectura diaria (2-3 horas), WiFi activo en segundo plano, toma ocasional de notas y brillo al 30%, la autonomía alcanzó entre 6 y 7 días por carga. Esto es notable para una tablet Android, aunque solo adecuado para un lector electrónico.
Si limitamos el uso únicamente a lectura con WiFi apagado y brillo bajo, la autonomía podría extenderse más allá de la semana. Sin embargo, en días de uso intenso (4-5 horas escribiendo con vibración háptica y navegación web), la batería puede durar cerca de 24 horas de pantalla activa. Que está bastante bien y te garantiza que no necesitas llevarte el cargador cuando sales de casa. La gestión de energía en general es eficiente, permitiendo suspensiones automáticas y apagados programados para optimizar la autonomía cuando no se utiliza. La carga completa tarda unas 3 horas mediante USB-C estándar (10W).
Conectividad y accesorios

Los accesorios complementan la experiencia con la tablet / Fotografía de Elisa Piñón
En cuanto a conectividad, el Tab X C incluye WiFi de doble banda (2.4GHz y 5GHz), imprescindible para sincronizar en la nube o navegar, y Bluetooth 5.0 para conectar auriculares o teclados inalámbricos. El emparejamiento y el rendimiento fueron impecables, destacando especialmente el uso fluido con teclados externos Bluetooth estándar.
El puerto USB-C facilita tanto la carga como la transferencia rápida de archivos, con soporte OTG para conectar periféricos externos como memorias USB o ratones. Sin embargo, no ofrece salida de vídeo directa, ni conector jack de audio, lo que limita ligeramente la versatilidad multimedia, aunque no me parece crítico. Aun así, los altavoces estéreo integrados proporcionan un sonido claro y suficiente para audiolibros y notificaciones.
Se echan en falta características adicionales como lector de huellas o ranura microSD, considerando el segmento premium al que apunta. Por otro lado, el stylus InkSpire incluido ofrece buena ergonomía, aunque el acoplamiento magnético podría ser más firme para evitar pérdidas accidentales.
La funda con teclado oficial añade comodidad y protección, aunque su trackpad resulta poco práctico debido al refresco de pantalla lento, aún así cumple. Y la funda folio es ideal si quieres utilizarlo como tableta donde priorizar la lectura o la escritura a mano, aunque el soporte para inclinar que da esta funda, reconozco que me ha sacado alguna mueca de “esto se va a caer en cualquier momento” aunque luego aguantaba.
Al ser un dispositivo Android completo sus posibilidades son enormes, es algo que no me canso de repetir porque cobra más sentido que en otros dispositivos. Cuanto más lo usas, más le vas a exigir y en la mayoría de las ocasiones, ese usb que querías conectarle, ese periférico, etc. verás que es compatible y funcional.
Gestión de documentos: una solución completa y eficiente

Visualizando un documento en la pantalla de la BOOX Tab X C / Fotografía de Elisa Piñón
Uno de los grandes puntos fuertes del Boox Tab X C es lo sencillo que resulta manejar una gran cantidad de documentos y notas. El concepto detrás de este dispositivo es claro: ofrecer un espacio digital unificado donde puedas almacenar, organizar y acceder a tus archivos con la misma naturalidad con la que manejas libros y cuadernos físicos, pero sin el caos del papel. Personalmente cargué decenas de PDFs pesados (libros técnicos, cómics y documentos Word), y en todo momento fue muy fácil gestionarlos gracias al sistema de archivos abierto de Android y a las aplicaciones preinstaladas.
La app nativa Biblioteca de Boox indexa automáticamente todos los ebooks y PDFs del dispositivo, permitiendo filtrarlos por formato, fecha o carpetas. La función de búsqueda global me resultó especialmente útil, ya que no solo revisa títulos, sino que también utiliza OCR para buscar dentro del contenido de los documentos, facilitando enormemente la localización de información específica. Gracias a su tamaño, permite visualizar cómodamente dos páginas de documentos en paralelo, una función ideal para leer revistas o archivos en formato A4 o incluso comparar entre documentos.
Si tienes que anotar documentos, el Tab X C ya vimos que permite subrayar textos en distintos colores, añadir notas manuscritas en los márgenes y resaltar gráficos o diagramas directamente sobre PDFs. Estas anotaciones quedan guardadas en el propio documento, facilitando su exportación o transferencia posterior mediante USB o servicios de nube como Google Drive.
La gestión de notas a mano es también muy fácil. La app de notas permite organizar tus apuntes en cuadernos digitales, con la posibilidad de añadir etiquetas y marcadores para que después sea más fácil buscarlos. Se pueden reordenar las páginas de las notas, duplicarlas o fusionarlas sin problemas. La sincronización con la nube funcionó sin complicaciones, permitiéndome consultar mis notas desde la app móvil en cualquier lugar. Además, la búsqueda integrada de texto a mano acertó con sorprendente eficacia la mayoría de mis palabras, y eso que mi letra se puede considerar siendo suaves como "terrible".
Poder utilizar la suite de Microsoft para manejar los documentos de office y de 365 en general, es un plus muy grande que muchas veces se echa de menos en otros dispositivos del estilo. Aunque editar documentos intensivamente no es lo más cómodo en tinta electrónica, el Tab X C, con todo su pulmón técnico, lo hace una experiencia bastante buena. Para tener contexto, hacerlo en un iPad Pro tampoco me parece una experiencia maravillosa, al menos en cuanto a PowerPoint y Excel.
Un pequeño inconveniente es la ausencia de cámara, lo que obliga a usar un móvil o app externa para digitalizar documentos físicos como si puedes hacer en otros dispositivos de Boox. Aunque este proceso no se realiza directamente desde la tablet, es fácil solucionarlo con aplicaciones externas y posteriormente transferir los archivos al Tab X C. Por otro lado, el dispositivo permite usar OCR para extraer texto desde imágenes o documentos escaneados, aunque esto depende de la aplicación específica empleada.
Precio y disponibilidad

No es un dispositivo barato, pero la BOOX Tab X C es una de las referencias de su segmento / Fotografía de Elisa Piñón
El Boox Tab X C no es precisamente barato: en la tienda oficial europea parte de unos 820 euros, una cifra que lo sitúa claramente en la franja premium de las tablets de tinta electrónica. Pocas alternativas ofrecen su combinación de tamaño, color y potencia, y ese precio refleja el nicho profesional al que se dirige.
Los accesorios elevan aún más la factura. La funda-teclado magnética ronda los 170 € , mientras que la funda folio “ligera” se queda en torno a 50 €. Si añades ambos extras para llevar el dispositivo protegido y listo para escribir, el conjunto roza o supera fácilmente los 1000 €, por lo que conviene valorar si realmente necesitas los dos o basta con uno de ellos.
Conclusiones
El Boox Tab X C es un dispositivo increíble. Onyx ha logrado combinar una pantalla de tinta electrónica a color de gran formato con un hardware potente y un software versátil, creando una herramienta única para productividad, estudio y lectura (especialmente de cómics).
Tras usarlo un tiempo, puedo afirmar que cumple lo que promete, es ideal para leer y anotar documentos extensos, tomar notas a mano alzada y trabajar con contenido a color sin las distracciones ni el cansancio visual de una pantalla LCD.
No es un equipo para todos los públicos debido a su tamaño y precio, pero para su nicho (profesionales y estudiantes que valoran la experiencia e-ink) resulta casi imprescindible. Lo único que lamento de este gran dispositivo es no poder seguir usándolo más tiempo y tener que volver al Boox Note 4 c, que siendo un dispositivo increíble, sabe a poco tras pasar un tiempo con su hermano mayor.
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