Así funciona Mappa, la startup que usa inteligencia artificial para eliminar el sesgo en la contratación

Así funciona Mappa, la startup que usa inteligencia artificial para eliminar el sesgo en la contratación
Publicado en Tecnología

Elegir al candidato adecuado sigue siendo uno de los grandes enigmas del mundo laboral. Ni los currículum, ni las cartas de presentación, ni siquiera las entrevistas garantizan que la decisión final sea la correcta. En la práctica, muchos responsables de recursos humanos terminan guiándose por intuiciones, estereotipos o simples corazonadas, lo que convierte la contratación en una mezcla de ciencia, arte y azar.

En este terreno incierto es donde surge Mappa, una plataforma de inteligencia artificial que promete convertir la selección de personal en un proceso más objetivo, preciso y equitativo. Su creadora, Sarah Lucena, la define como un sistema de “inteligencia conductual” capaz de analizar patrones de voz para identificar rasgos de personalidad como la empatía, la confianza o el estilo comunicativo. El candidato solo necesita responder a unas preguntas generadas por un agente de IA, y el algoritmo se encarga del resto: clasificar las respuestas y entregar a las empresas una lista corta de aspirantes más compatibles con el puesto.

Inteligencia artificial para entender a las personas

Mappa fue fundada en 2023 por Sarah Lucena, Pablo Bérgolo y Daniel Moretti, y en menos de tres años ha pasado de ser una idea a convertirse en una de las 20 finalistas del TechCrunch Disrupt 2025 en San Francisco. Lucena, nacida y criada en Brasil, explica que el objetivo de Mappa no es clasificar a las personas como “buenas” o “malas”, sino entender si sus rasgos encajan o no con un determinado entorno laboral. “Queremos comprender de verdad a la gente —afirma—. No evaluamos a las personas en términos morales, sino en función de la compatibilidad entre su perfil y las necesidades del puesto”.

La gran ventaja de Mappa, asegura, está en los datos cuidadosamente seleccionados con los que entrenaron su modelo de inteligencia artificial. En un principio, el equipo probó distintos métodos, incluyendo el análisis de vídeos y de la presencia digital de los candidatos. Pero pronto descubrieron que la voz ofrece una ventana mucho más precisa hacia la conducta humana: refleja matices emocionales, niveles de seguridad, e incluso cómo una persona maneja la tensión o la empatía.

Según la empresa, esta tecnología ya está reduciendo drásticamente la rotación laboral. Mientras que la media anual de abandono voluntario en las compañías ronda el 30 %, las personas contratadas a través de Mappa presentan una tasa de solo 2 %. El dato sugiere que, cuando la selección se basa en afinidad conductual y no solo en competencias técnicas, los empleados permanecen más tiempo y rinden mejor.

Lucena añade que, aunque el propósito principal de Mappa es ayudar a las empresas a encontrar a los mejores profesionales, el resultado indirecto ha sido una contratación más inclusiva. De las más de 3.000 incorporaciones facilitadas por la plataforma, más del 60 % corresponde a mujeres, personas LGBTQ+ o inmigrantes. “Me enorgullece saber que nuestra tecnología está abriendo puertas para quienes suelen enfrentarse a sesgos estructurales”, afirma.

De la selección de personal a la evaluación del comportamiento humano

El futuro de Mappa, sin embargo, va más allá del ámbito de los recursos humanos. La startup ya está transformándose en un proveedor de infraestructura tecnológica mediante una API que permite aplicar su análisis conductual en otros sectores. Inversores como Tim Draper la utilizan para evaluar a emprendedores antes de financiar sus startups, mientras que la plataforma educativa Re-Skilling.ai la emplea para identificar habilidades emocionales que los estudiantes necesitan reforzar.

Lucena cree que este enfoque puede extenderse aún más. En el futuro, Mappa podría ayudar a entidades financieras a evaluar a solicitantes de crédito sin historial bancario, utilizando indicadores de fiabilidad y autocontrol detectados en la voz. La fundadora lo resume como una nueva forma de evaluar la confianza y el potencial humano más allá de los datos tradicionales.

La ambición de Mappa encarna una tendencia más amplia: el uso de la inteligencia artificial no solo para automatizar tareas, sino para interpretar lo más difícil de medir: el comportamiento, la empatía y la motivación humanas. Si la tecnología cumple lo que promete, la selección de personal podría dejar de depender del instinto y pasar a basarse en evidencias reales sobre compatibilidad emocional y profesional.

No obstante, el reto ético sigue presente. ¿Hasta qué punto puede una máquina interpretar correctamente la personalidad de alguien? Lucena insiste en que Mappa no busca sustituir el juicio humano, sino complementarlo con datos que reduzcan los sesgos y la arbitrariedad. Su meta, dice, es que la tecnología “ayude a ver a las personas por lo que realmente son, no por lo que los prejuicios hacen creer”.

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