Así salvó el gobierno chino a tres astronautas que medio mundo daba por muertos: "El rescate parecía inviable"
Una grieta en una ventana causada por basura espacial dejó atrapada a la tripulación de la Shenzhou-20 en la estación Tiangong y China ejecutó un audaz intercambio de naves en órbita para rescatarlos
El programa espacial chino ha ejecutado con éxito una de las operaciones de rescate más complejas de la historia de la exploración espacial, salvando a tres astronautas que permanecían atrapados en la estación Tiangong desde el pasado viernes 7 de noviembre, después de que su nave de retorno resultara dañada por basura espacial, la misión ha sido calificada por medios oficiales chinos como "la primera implementación exitosa de un procedimiento de retorno alternativo" en la historia de las operaciones espaciales del estado.
La gravedad de la situación se mantuvo en secreto durante días, mientras los ingenieros espaciales chinos trabajaban contra reloj para diseñar una solución que permitiera el retorno seguro de la tripulación, causando un ambiente de tensión en la comunidad espacial internacional.
La raíz del problema
La crisis comenzó cuando la tripulación de la Shenzhou-20, compuesta por el comandante Chen Dong y los especialistas Chen Zhongrui y Wang Jie, se preparaba para su regreso a Tierra después de completar 204 días en órbita.
Durante las inspecciones rutinarias previas al desacople, los astronautas identificaron un problema crítico en su única nave de retorno disponible: "el cristal de la ventana de la cápsula de retorno de la nave espacial tripulada Shenzhou-20 presentaba una pequeña grieta, probablemente causada por el impacto de basura espacial", informaba la agencia espacial estatal china en la red social Weibo, la evaluación técnica posterior no dejó lugar a dudas, la tripulación determinó que "esto no cumple con las condiciones para un retorno seguro de la tripulación".
La grieta, aunque aparentemente pequeña, comprometía la integridad estructural de una de las ventanas de la cápsula, creo que no hace falta que explique por qué es una mala idea volver a la tierra desde el espacio en una nave con la ventana rota.
Una estrategia "única"
Frente a este escenario crítico, las autoridades espaciales chinas implementaron un plan de contingencia que involucró un intercambio de naves en órbita, la solución llegó con la Shenzhou-21, que había sido lanzada el 31 de octubre con tres nuevos astronautas para realizar el relevo planeado de la tripulación.
En una decisión sin precedentes, se determinó que la tripulación original regresaría a Tierra utilizando la nave recién llegada, mientras que los tres nuevos astronautas permanecerían en la estación con la dañada Shenzhou-20 como su única opción de regreso disponible en caso de emergencia.
El intercambio se completó con éxito el 14 de noviembre, una semana después de que la tripulación original comenzara su calvario, cuando la Shenzhou-21 aterrizó en la zona de Dongfeng, en el remoto desierto de Gobi, con Chen Dong, Chen Zhongrui y Wang Jie a bordo, los tres astronautas fueron asistidos por equipos de tierra y mostraron buen estado de salud tras su prolongada misión.
Seguramente te estés preguntando que qué pasó con los tres astronautas que se quedaron en la estación, sin ninguna cápsula de escape operativa, pues verás, para abordar este nuevo problema, China ha acelerado el lanzamiento de la Shenzhou-22, originalmente programado para 2026, pero que ahora volará sin tripulación en una fecha próxima no especificada, sirviendo como vehículo de retorno para la tripulación actualmente atrapada en órbita.
Y, por si te preocupaba la posibilidad de que la Shenzhou-20 se convirtiese en basura espacial, te cuento que las autoridades espaciales del gigante asiático han confirmado que permanecerá acoplada a la estación hasta que pueda ser reemplazada de manera segura, no, yo tampoco me imagino cómo pueden hacerlo.