Cada vez hay más submarinos nucleares autónomos, el problema es que podrían causar un tsunami radiactivo

La alianza militar entre Rusia y Corea del Norte acelera el desarrollo de armas submarinas sin tripulación que amenazan con devastar ciudades costeras enteras

Cada vez hay más submarinos nucleares autónomos, el problema es que podrían causar un tsunami radiactivo
Submarino nuclear chino
Publicado en Tecnología
Por por Sergio Agudo

Una nueva y silenciosa amenaza emerge en las profundidades oceánicas, poniendo en alerta máxima a los estrategas militares globales. Los vehículos submarinos no tripulados con capacidad nuclear se están convirtiendo en una realidad preocupante, principalmente debido a la colaboración entre Rusia y Corea del Norte, según revela un inquietante informe de Popular Mechanics.

Estos dos países, junto con China y potencialmente Irán, han consolidado una alianza denominada "Espada Conjunta", realizando ejercicios militares coordinados en el Golfo de Omán. China ha demostrado su capacidad en este campo con submarinos autónomos multifunción, aunque recientemente sufrió un contratiempo significativo cuando su submarino nuclear más avanzado se hundió, evidenciando los riesgos de esta tecnología.

La amenaza silenciosa que preocupa a los expertos navales

La situación es particularmente alarmante cuando analizamos el arsenal submarino en desarrollo. El torpedo nuclear Poseidón de Rusia, descrito como un "dispositivo del juicio final", tiene la capacidad de generar olas destructivas que podrían aniquilar poblaciones costeras enteras. Por su parte, el dron submarino Haeil de Corea del Norte está diseñado para acabar con grupos de ataque naval e infraestructuras portuarias vitales. Un ejemplo del avance en esta tecnología es el "tiburón fantasma", un submarino prácticamente indetectable y sin tripulación que ya está en fase de pruebas.

La Marina estadounidense parece estar en desventaja ante esta amenaza emergente. Mientras mantiene su enfoque en vehículos submarinos convencionales como el Mk 18 Mod 2 Kingfish y el Knifefish, diseñados principalmente para detección de minas y reconocimiento, sus adversarios avanzan en el desarrollo de armas con capacidad de generar devastación masiva.

El riesgo se extiende más allá del daño físico inmediato. Estos submarinos autónomos representan una amenaza crítica para las infraestructuras submarinas fundamentales, especialmente los cables de internet que conectan continentes. La vulnerabilidad de estos sistemas se ha evidenciado recientemente en el Mar Báltico, donde funcionarios europeos sospechan que Rusia está detrás del corte de varios cables submarinos.

La naturaleza furtiva de estas armas revoluciona la dinámica de los conflictos actuales y futuros. Su capacidad para lanzar ataques sorpresa las convierte en una pesadilla estratégica. Ciudades costeras importantes como Nueva York, Los Ángeles o Tokio se encuentran especialmente expuestas, no solo por el potencial daño físico sino también por el impacto económico devastador que un ataque de este tipo podría causar.

La amenaza se amplifica por el potencial de guerra psicológica. La mera existencia de estas armas, combinada con campañas de desinformación en redes sociales, podría generar pánico masivo y desestabilización social, un aspecto para el que la población estadounidense resulta particularmente vulnerable debido a la proliferación de contenido no verificado en plataformas digitales.

Lo más preocupante es la aparente falta de preparación occidental. Hasta la fecha, ningún funcionario estadounidense ha reconocido oficialmente el término "tsunami radiactivo" como una amenaza que estén abordando activamente. Mientras tanto, la alianza "Espada Conjunta", denominada por la Oficina de Asuntos Exteriores estadounidense como el "Eje de la Agitación", continúa fortaleciendo sus capacidades navales mediante ejercicios conjuntos, evidenciando una coordinación militar cada vez más estrecha entre estas potencias nucleares.

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