ChatGPT pierde fuelle: la burbuja de la inteligencia artificial empieza a desinflarse

Los datos de Apptopia muestran una caída del 8% en descargas y un descenso del 22,5% en el tiempo de uso desde julio

ChatGPT pierde fuelle: la burbuja de la inteligencia artificial empieza a desinflarse
OpenAI presume de 800 millones de usuarios, pero solo 40 millones pagan la suscripción de 20 dólares mensuales de ChatGPT Plus
Publicado en Tecnología
Por por Sergio Agudo

ChatGPT ha tocado techo. Apptopia, firma especializada en análisis de aplicaciones, confirma que el crecimiento de la app móvil se frenó en septiembre y desde entonces está cayendo. Los datos muestran un descenso del 8% en descargas globales este mes, pese a que octubre aún no ha terminado. Deutsche Bank ya había detectado señales similares en Europa, donde los ingresos de OpenAI se han estancado tras meses de subidas.

El tiempo que los usuarios pasan en ChatGPT también está bajando. Los estadounidenses dedican ahora un 22,5% menos de tiempo a la app que en julio, según se recoge en Futurism. Apptopia aclara que no es que la gente se haya vuelto más eficiente: tanto las sesiones como el tiempo medio por usuario están descendiendo. El chatbot de OpenAI, que durante dos años parecía imparable, empieza a perder usuarios activos.

Solo un 5% paga la suscripción

Sam Altman OpenAI

Sam Altman, CEO de OpenAI

Sam Altman presume de tener 800 millones de usuarios, pero solo 40 millones pagan los 20 dólares mensuales de ChatGPT Plus. Es decir, el 95% usa la versión gratuita. Estos suscriptores de pago aportan el 70% de los ingresos anuales de OpenAI según el Financial Times, lo que convierte a ChatGPT en la principal fuente de dinero de la compañía. El problema es evidente: OpenAI domina el mercado pero no consigue monetizarlo.

La situación preocupa a inversores que han puesto miles de millones en la IA generativa. Expertos de la industria advierten de que los grandes modelos de lenguaje podrían quedarse sin recorrido. Las alucinaciones, los errores y las respuestas inventadas siguen siendo problemas sin resolver. Cada semana aparecen más casos de usuarios decepcionados con lo que estos chatbots prometen frente a lo que realmente entregan.

El lanzamiento de GPT-5 no ha ayudado. Un estudio independiente demostró que la nueva versión es menos segura que GPT-4o, su predecesora. En agosto, cuando OpenAI desplegó el modelo, hubo quejas masivas de usuarios que consideraban que el chatbot había empeorado. La compañía tuvo que reconocer públicamente que había metido la pata con ese lanzamiento.

Mientras ChatGPT pierde fuelle, Google Gemini gana terreno captando usuarios que buscan alternativas. OpenAI ya no está solo en el mercado que prácticamente inventó. La competencia fragmenta una base de usuarios que hasta ahora había sido casi exclusiva de ChatGPT. La app de OpenAI genera 53 veces más ingresos que Grok, su rival más cercano, pero esa ventaja no garantiza nada si los usuarios empiezan a marcharse.

OpenAI busca nuevas vías de ingresos por donde puede. Está explorando publicidad, quiere monetizar Sora (su generador de vídeo) y acaba de anunciar algo que ha sorprendido: permitirá contenido erótico en ChatGPT para mayores de edad con verificación. Sam Altman justifica la medida diciendo que las restricciones actuales hacían la herramienta menos útil. Es un cambio notable para una plataforma que siempre había mantenido filtros estrictos.

La compañía también ha anunciado que fabricará sus propios chips de inteligencia artificial. El objetivo es dejar de depender de NVIDIA y AMD para el hardware que necesitan sus modelos. Es una inversión enorme que requiere construir infraestructura desde cero, justo cuando su producto principal está perdiendo tracción. OpenAI necesita demostrar que puede convertir su dominio técnico en un negocio rentable antes de que los inversores pierdan la paciencia.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!