China lanza GPMI, el estándar que promete unificar audio, vídeo, datos y energía en un solo cable
El nuevo protocolo desarrollado por gigantes como Hisense, TCL y Huawei busca competir con HDMI ofreciendo hasta 192 Gbps de ancho de banda

Cuando pensábamos que HDMI seguiría siendo el rey indiscutible de la conectividad audiovisual, China ha decidido mover ficha con su propio estándar. El GPMI (General Purpose Media Interface) no es solo otra interfaz más: promete revolucionar cómo conectamos nuestros dispositivos al unificar transmisión de audio, vídeo, datos y energía en un único cable. Y lo hace con cifras que superan claramente a la competencia actual.
La información llega a través de Audioholics, que ha revelado los detalles de este proyecto liderado por la Alianza de Cooperación de la Industria de Vídeo 8K UHD de Shenzhen. La coalición reúne a fabricantes del peso de Hisense, TCL y Huawei, marcas que dominan una parte significativa del mercado mundial de electrónica de consumo.
Un estándar que nace para resolver el caos de cables
El GPMI no surge de la nada. Desde 2019, esta alianza china ha trabajado en desarrollar una solución integral que elimine la necesidad de múltiples conexiones. Mientras que con HDMI necesitas cables separados para alimentación y otros datos, el GPMI integra todo en una sola interfaz. La diferencia es notable: reducir drásticamente el número de cables necesarios.
Las especificaciones técnicas resultan llamativas en sus números. La versión Type-B alcanza hasta 192 Gbps de ancho de banda, duplicando los 96 Gbps que ofrece HDMI 2.2. Además, puede suministrar 480W de energía, suficiente para alimentar dispositivos que actualmente requieren adaptadores externos.
La versión USB-C, más modesta pero igualmente interesante, ofrece 96 Gbps y 240W de potencia. Aquí es donde resulta útil para usuarios normales: conectar tu portátil a un monitor externo con un solo cable que transmita imagen, sonido, datos y además lo mantenga cargado.
Una característica que llama especialmente la atención es la conexión en cadena. Esto significa poder conectar varios dispositivos en serie sin necesidad de un hub central, reduciendo significativamente el número de cables necesarios en cualquier instalación. Para quienes han lidiado con las limitaciones de conectar múltiples monitores o dispositivos, esta funcionalidad resulta muy atractiva.
El cronograma de desarrollo muestra una evolución constante desde 2019, con prototipos funcionales ya en 2023 y una hoja de ruta que contempla tres fases de adopción. Primero se enfocarán en electrónica doméstica con marcas como Hisense y TCL, después pasarán al sector automovilístico y finalmente a aplicaciones industriales.
Sin embargo, el proyecto enfrenta obstáculos importantes. La ausencia de Samsung, LG y Sony en la alianza genera dudas sobre su capacidad de penetración global. Estos fabricantes controlan una parte significativa del mercado de televisores y monitores, especialmente en Occidente, donde el éxito de cualquier estándar de conectividad se decide en gran medida.
Además, llega en un momento complicado. HDMI no solo domina el mercado televisivo, sino que Thunderbolt 5 ya ofrece 120 Gbps en computación. La ventana de oportunidad se reduce cuando la competencia también evoluciona rápidamente.
La falta de fechas concretas para la implementación comercial tampoco ayuda. Mientras que las especificaciones técnicas son prometedoras, el mercado necesita productos reales y ecosistemas de soporte que aún no están claros.
GPMI refleja las dificultades actuales en el desarrollo de estándares tecnológicos. Tenemos una propuesta técnicamente superior que podría simplificar nuestras conexiones, pero también las realidades comerciales de un mercado establecido y la fragmentación geopolítica que complica la adopción global.
Para el usuario final, especialmente aquellos que ya han invertido en ecosistemas basados en televisores 8K y monitores de alta gama, GPMI resulta atractivo pero incierto. La promesa de un solo cable para todo es interesante, pero la falta de claridad sobre su disponibilidad real y compatibilidad con dispositivos existentes genera dudas comprensibles sobre su adopción práctica.