Creative Stage Pro, análisis: potencia, claridad y buen diseño en una barra asequible

La nueva barra de sonido de Creative apuesta por un diseño cuidado, buena pegada y facilidad de uso, destacando en películas y juegos como sus principales bazas

Creative Stage Pro, análisis: potencia, claridad y buen diseño en una barra asequible
La Creative Stage Pro ofrece un sonido sorprendentemente potente y claro, con modos de escucha útiles y un subgrave muy eficaz, todo en un formato plug and play ideal para mejorar el audio del televisor
Publicado en Tecnología
Por por Sergio Agudo

Hacía tiempo que no me tocaba analizar una barra de sonido, y lo cierto es que tenía ganas. No es la primera vez que Creative se destapa en este ámbito: anteriormente ya hemos hablado de la Sound Blaster Katana SE, que nos causó muy buena impresión en su momento. No pudimos decir lo mismo de los auriculares Creative Zen Hybrid SXFI, aunque tampoco les dedicamos malas palabras como una opción para gamers y cinéfilos. Además, no se puede acertar siempre.

Sea como fuere, hoy tenemos entre manos la nueva Creative Stage Pro, que viene con un precio muy competitivo bajo el brazo, un diseño cuidado, pegada para parar un tren, un subgrave que realiza un trabajo excelente y (por fin) modos de reproducción que resaltan las voces. ¿Funciona todo eso? ¿Cumple con lo que promete? Lo vemos más adelante, pero de momento déjame que te diga que estoy gratamente impresionado.

De todo esto empezamos a hablar en seguida mismo, pero déjame decir algo antes de entrar en materia: esta Stage Pro supone una enorme mejora con respecto a lo que habíamos visto en las barras de sonido del fabricante en el pasado. Y cuando digo enorme, lo digo de verdad. Ahora sí, sin más preámbulos, vamos al lío.

+ Pros

  • Diseño muy cuidado, parece más cara
  • Muy buena calidad de sonido
  • Los modos de escucha funcionan muy bien
  • Las voces se escuchan con mucha claridad
  • Más pegada a mucho menos volumen
  • Los videojuegos se escuchan fantásticamente bien
  • El subgrave es una gran baza

- Contras

  • La música se escucha mejor, pero sigue sin ser su fuerte
  • La escena sonora general es algo mejorable
  • Se echa de menos una companion app
82Sobre 100

Precio de la Creative Stage Pro y dónde comprar

La Stage Pro se puede conseguir a través de la web oficial de la marca.

Creative Labs | Comprar Creative Stage Pro (139,99€)

Ficha técinca de características

CREATIVE STAGE PRO
Especificaciones
DimensionesBarra de sonido: 550 mm x 70 mm x 78 mm
Subwoofer: 420 mm x 115 mm x 250 mm
PesoBarra de sonido: 1,2 kg
Subwoofer: 3,07 kg
Audio2 altavoces de rango completo de 2,25 pulgadas
Subwoofer exclusivo de 5,25 pulgadas
Respuesta de frecuencia: 55 Hz – 20 kHz
Relación señal/ruido: ≥72 dB
ConectividadBluetooth 5.3 (hasta 10 m)
Entrada óptica
Entrada auxiliar de 3,5 mm
Entrada USB (soporta MP3)
Entrada TV (ARC)
OtrosPotencia máxima: 160 W
Potencia RMS: 80 W
Control remoto incluido
Modos de ecualizador predefinidos
Controles de volumen accesibles en la barra
Compatible con dispositivos USB
Admite reproducción de archivos MP3 desde USB

Diseño

Creative Stage Pro, análisis: potencia, claridad y buen diseño en una barra asequible

Detalle del diseño de la Creative Stage Pro | Imagen: Sergio Agudo

Nada más sacarla de la caja el diseño fue un impacto bastante grande. Los tonos negros y dorados, inmediatamente, me llevaron a pensar en una unidad mucho más cara que la que tenía entre manos. Sí, luego la tocas y con el plástico por todas partes el efecto se pierde un poco, pero el primer impacto es bastante grande. Además, lo bien que queda cuando la dejas en el salón hace que te olvides pronto de eso.

La barra de sonido en sí tiene una rejilla en el frontal que sirve para proteger un pequeño display que ofrece algo de información:

  • Desde qué fuente estamos reproduciendo audio (puede ser Bluetooth, TELE cuando el audio viene de HDMI-ARC, OPT cuando viene desde un conector óptico o USB cuando reproduces música desde un Pendrive).
  • Qué modo de escucha estamos utilizando (presets de ecualización, modo Wide, etcétera).
  • Valores de volumen de la unidad.

En los laterales encontramos las salidas de graves de la barra, cubiertas por dos tapas doradas. En el centro de la parte superior tenemos los botones físicos de control, tan responsivos como cabría esperar (aunque puedes hacerlo todo desde el mando). En la parte trasera encontramos los conectores:

  • HDMI-ARC.
  • Salida óptica.
  • Conector jack de 3,5 mm (auxiliar) por si quieres conectar un dispositivo externo.
  • Conector USB para discos duros portátiles o pendrives.

También cuenta con Bluetooth 5.3, pero la antena va por dentro de la unidad y, como es lógico, no puede verse desde el panel de conexiones o desde fuera.

Calidad de sonido

Creative Stage Pro, análisis: potencia, claridad y buen diseño en una barra asequible

El subgrave, uno de los elementos que más hacen destacar a la Creative Stage Pro | Imagen: Sergio Agudo

Es cierto que conecté mi teléfono por Bluetooth a esta barra de sonido el primer día para probarlos con una fuente de sonido inalámbrica, pero para este análisis el grueso de mis pruebas se ha hecho con conexiones cableadas. ¿Por qué? Porque para ver películas durante el día y jugar a horas en las que no hay nadie en la cama, es mejor no introducir retrasos en la señal; es muy molesto que un Pinky que no tenías controlado te mate, o que se desincronicen audio y vídeo y te estropeen la película.

Con respecto a estas pruebas inalámbricas, puedo decir que suenan como cabría esperar. La Stage Pro, como dispositivo Bluetooth, se comporta bastante por el libro: si te olvidas de que Tidal debería estar aprovechando todas las capacidades que ofrece la alta calidad en lugar de estar comprimiendo por culpa del ancho de banda del protocolo de la runa, todo en orden. A mí me ha costado un poco, pero no pasa nada.

Y no pasa nada porque lo arreglé justo después. Conecté un reproductor de audio digital a través de la salida de 3,5 mm, directa al auxiliar de la barra de sonido. Ahí sí aproveché las capacidades de Tidal al máximo, y tuve la primera gran revelación: la Stage Pro ha mejorado mucho cómo reproduce la música con respecto a generaciones anteriores.

No sé hasta qué punto es psicoacústica y hasta qué punto son resultados medibles, porque en casa no tengo sistemas de medición y mi salón, que es el de un piso corriente y moliente, no tiene tratamiento acústico. Lo que sí puedo decir es que la adición del subgrave parece aportar mucha claridad, intensidad y pegada, por dos motivos:

  1. La parte más baja del espectro de frecuencias no necesita que la barra se esfuerce por representarla. El altavoz dedicado hace el resto, con lo que la Stage Pro se puede centrar en rangos de frecuencias que le resultan más naturales, ofreciendo más claridad.
  2. Al tener un altavoz dedicado para impulsar los sonidos más graves (habría estado bien que fuese al menos de 8 pulgadas, pero 5,25 es un valor suficiente), la música suena mucho más contundente. Las percusiones se benefician mucho del extra que aporta el subgrave. Además, hace falta mucho menos volumen para conseguir que todo se oiga a una buena intensidad.
Creative Stage Pro, análisis: potencia, claridad y buen diseño en una barra asequible

Detalle de los conectores traseros de la Creative Stage Pro | Imagen: Sergio Agudo

Ahora bien, ¿es la Stage Pro lo ideal para escuchar música? La respuesta es no. Es un buen dispositivo reproductor, suena bien y, desde luego, no tiene nada que ver con la Sound Blaster Katana SE o con los altavoces encastrados en cualquier televisor, pero no es un sistema estéreo completo. La escena sonora que genera el dispositivo está pensada para otro tipo de usos.

¿Y cuáles son? Me alegra que me hagas esa pregunta... pues fundamentalmente ver películas, series y jugar a videojuegos. No es la primera vez que me encuentro con algo así en un producto de Creative, así que no me sorprende (no en vano, cuando las tarjetas Sound Blaster llegaron a la fama, para eso servían). Y aquí es donde la Stage Pro gana enteros.

Vamos a poner unos ejemplos concretos. Si te gustan los FPS como Doom (especialmente Doom Eternal, Dark Ages no ha conseguido superarlo aunque haya encantado a la crítica), entre la Stage Pro y el subgrave vas a notar todo el peso y la fuerza de la superescopeta con cada disparo. Si te gustan los metroidvania como Blasphemous, vas a entrar de cabeza en un terreno donde la épica y la raíz son quienes mandan. Son sólo dos ejemplos puntuales, pero te garantizo que lo vas a disfrutar hasta con Stardew Valley.

Y si lo que quieres ver es una de esas superproducciones hollywoodienses con más tratamiento sonoro que un disco de Kiko Rivera, activa el modo Wide y sorpréndete. Es un sistema 2.1, no un 5.1 como la JBL Sound Bar 1300 MK2, pero me ha sorprendido lo mucho que gana cualquier blockbuster al activar el modo Wide.

Aquí la integración con Dolby Digital Plus juega un papel clave: el procesamiento multicanal realza la experiencia sonora por encima de lo que suele ofrecer una barra de este precio, sobre todo en cine y series. Eso sí, no llega al nivel de inmersión de un sistema Atmos real (ni lo pretende), pero en este rango de precio cumple sobradamente.

Resumiendo: la Stage Pro suena bien, muy bien. Tiene algunos puntos mejorables, pero por otra parte son esperables en una barra de sonido de este precio y características. Y, así y todo, por lo que cuesta se me ocurren pocas opciones que ofrezcan lo mismo en un rango similar.

Software y controles

Creative Stage Pro, análisis: potencia, claridad y buen diseño en una barra asequible

Detalle de los controles físicos y el display de la Creative Stage Pro

¿Lo mejor de la barra? Que es totalmente plug and play. Si tienes un conector HDMI-ARC en tu televisor, más plug and play todavía porque es la opción que viene activada por defecto en el dispositivo. Yo la he probado fundamentalmente con cable óptico, y mi experiencia general ha sido muy buena.

Aquí no es que podamos hablar de software... porque no hay. Lo que sí hay son unos botones físicos y un mando a distancia que funcionan perfectamente, poco hay que reprocharles. Pulsas en la propia barra o en el control remoto y la función se activa al momento; es el mínimo exigible y lo cumple de sobra.

Por lo demás, no hay mucho más que decir. Sí es cierto que me hubiera gustado tener una companion app con la que poder hacer configuraciones más avanzadas, o que me hubiera permitido hilar más fino con un ecualizador personalizado. No obstante, entiendo que por este precio (y más sin formar parte de la familia SXFI) no se puede pedir más. No tiene florituras ni app de control, pero cumple con lo que promete y, en esto del audio, a veces lo simple funciona mejor.

Mejores alternativas a la Creative Stage Pro

La primera alternativa está en casa. La Creative Stage 360 ofrece prestaciones muy similares a la Stage Pro, si bien es algo más cara que la que nos ocupa. No obstante esta prescinde del modo Wide en favor de Dolby Atmos entero y verdadero, con lo que el asunto del audio espacial está resuelto de otra manera; ganando enteros su escena sonora para productos audiovisuales con respecto a la Stage Pro.

Creative Stage 360

La segunda alternativa también tiene Dolby Atmos, pero no tiene subwoofer y es más cara. Nos referimos a la Sonos Beam de 2ª Generación que, a pesar de la buena prensa de la marca, lo que he podido probar de ella me ha hecho pensar en más de una ocasión que, cuando nos referimos a esta marca, pasa un poco como con Apple: funciona muy bien, pero le falta algo que justifique por completo su precio. A veces uno tiene la sensación de estar pagando más el nombre, que lo que recibe a cambio.

Sonos Beam de 2ª Generación

Conclusión

La Creative Stage Pro es la demostración de que aún se pueden encontrar barras de sonido asequibles que cumplan lo prometido. No es perfecta ni pretende serlo: prioriza la facilidad de uso, una buena pegada y una experiencia sólida en películas y videojuegos. Para el día a día, cumple mejor de lo que esperas por su precio.

No es una barra pensada para melómanos ni para audiófilos obsesivos con la escena sonora. La música gana muchos enteros respecto a generaciones anteriores, pero sigue estando un paso por detrás de los sistemas estéreo dedicados. Lo que sí ofrece es claridad en las voces y modos de escucha útiles para distintos escenarios, algo que se agradece mucho en este rango.

El diseño da el pego, aparentando más de lo que cuesta a primera vista, y la configuración plug and play elimina dolores de cabeza. Que no tenga app puede verse como una carencia, pero también es una bendición para quienes solo quieren enchufar y escuchar sin más complicaciones. No necesitas ser ingeniero de sonido para sacarle todo el partido.

Si buscas una barra que suba de nivel el sonido de tu televisor y te dé alegrías en cine y juegos, la Stage Pro cumple sobradamente. Si lo tuyo es el audio premium o buscas control absoluto desde el móvil, tendrás que mirar más arriba. Por su precio, pocas dan más y ninguna es tan fácil de recomendar, en serio. La usaría a diario encantado y, por lo que me cuenta mi familia, ellos también. Si te encuentras en la misma situación que yo, no lo dudes: no vas a encontrar más por menos.

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