EE. UU. se quedará con el 15% de las ventas de chips de IA de Nvidia y AMD en China
El acuerdo permitirá a Nvidia y AMD vender GPU de IA en China a cambio de entregar el 15% de sus ingresos al Gobierno estadounidense

Estados Unidos ha pactado con Nvidia y AMD ceder el 15% de ingresos de sus ventas de chips de IA en China a cambio de licencias de exportación. El acuerdo cubre modelos como el H20 de Nvidia y el MI308 de AMD, clave para centros de datos y entrenamiento de modelos. La medida reactiva operaciones interrumpidas por las restricciones anteriores.
El cierre del pacto llegó la semana pasada, exactamente tras una reunión entre Jensen Huang y Donald Trump, tal y como lo explica TechSpot con detalle. China concentra el 13% del negocio de Nvidia, y el desbloqueo de licencias permite vender de nuevo hardware de alto rendimiento en ese mercado.
¿Qué cambia en la práctica?
Con el acuerdo en marcha, el Departamento de Comercio ha empezado a emitir licencias para envíos a clientes chinos. Eso reabre pedidos de centros de datos que llevaban meses en pausa y reduce la incertidumbre técnica. Para los usuarios finales, no hay cambios funcionales en los chips: el ajuste es regulatorio y afecta a dónde pueden venderse.
Los modelos afectados, como H20 y MI308, son variantes creadas para cumplir límites previos de exportación. Las capacidades siguen orientadas a entrenamiento e inferencia en escala, pero con parámetros ajustados para su homologación. En la práctica, socios en China recuperan acceso a GPU, con plazos y volúmenes sujetos a licencia.
Para el lector tecnológico, el impacto inmediato es de disponibilidad: los grandes clientes chinos podrán comprar lotes de GPU compatibles con sus pilas de software. Eso estabiliza ecosistemas de cómputo y proveedores. No implica cambios en estándares, APIs o frameworks, así que proyectos sobre CUDA, ROCm o PyTorch no se ven alterados.
En paralelo, la política arancelaria vuelve al primer plano en consumo: un reportaje detalló que unos aranceles propuestos podrían encarecer un iPhone hasta un 40% en EE. UU., mientras Europa no aplicaría medidas equivalentes. Para el mercado, el efecto es un encarecimiento localizado, no un cambio técnico en los dispositivos.
También hubo presión pública sobre decisiones de fabricación: las críticas a la planta de iPhones en India ilustran que mover producción no evita el escrutinio político. el mapa de fabricación condiciona calendarios y lanzamientos, pero aquí el foco vuelve a ser IA para centros de datos, no teléfonos de consumo.
El ruido regulatorio tampoco es nuevo: en 2021, un juez suspendió temporalmente el veto a Xiaomi por falta de pruebas concluyentes. Aun así, generan incertidumbre en calendarios de producto, y logística, de ahí que la reactivación de licencias sea relevante para el suministro de GPU y contratos de servicio anuales.
En Europa, el debate se centra en dependencia tecnológica y datos: la búsqueda de proveedores alternativos en la nube va a más por motivos de privacidad y control. En ese contexto, vender GPU de IA en China estabiliza, aunque el acceso seguirá mediado por licencias específicas y plazos de aprobación.