El colgante de IA “Friend” sufre una campaña de vandalización en Nueva York
Los anuncios vandalizados se han convertido en arte urbano y símbolo del rechazo a la inteligencia artificial invasiva.

Una simple campaña publicitaria en el metro de Nueva York ha encendido un debate mundial sobre los límites de la inteligencia artificial y la soledad humana. Los anuncios del colgante “Friend”, un dispositivo con inteligencia artificial diseñado para escuchar conversaciones, responder y ofrecer apoyo emocional, han sido objeto de una intensa ola de vandalismo y crítica social. Bajo el lema “un amigo que nunca te dejará solo”, las vallas pretendían presentar el producto como una compañía constante. En cambio, despertaron una respuesta visceral: “AI doesn’t care” (a la IA no le importa), escribió un pasajero sobre una de las imágenes, añadiendo debajo: “La conexión humana es sagrada. La IA no es tu amiga.”
El rechazo a una “amistad” fabricada
En apenas unas semanas, los anuncios del colgante Friend se han convertido, según The New York Times, en “una de las campañas de metro más comentadas de los últimos años”. El propio fundador de la empresa, Avi Schiffmann, un joven de 22 años, gastó menos de un millón de dólares para inundar los vagones de la MTA con su mensaje. El objetivo era generar expectación en torno al lanzamiento del dispositivo (a la venta por 129 dólares y próximamente disponible en Walmart), pero el resultado ha sido una auténtica rebelión pública.
Las paredes del metro se llenaron de mensajes que iban desde el sarcasmo hasta la denuncia política. “Los amigos no dejan que los amigos vendan su alma”, escribió un pasajero en una de las vallas. Otro aprovechó el espacio para denunciar que los centros de datos de IA contaminan comunidades afroamericanas, mientras otro más advertía: “Dar tus datos personales a las grandes tecnológicas no curará tus heridas.” Las críticas se extendieron rápidamente por redes sociales, y hoy existe una web dedicada exclusivamente a recopilar las versiones vandalizadas de los anuncios, donde cualquiera puede crear y compartir su propia intervención gráfica.
Uno de los mensajes más repetidos atacaba el aspecto más temido del dispositivo: su capacidad para espiar al usuario. “Basura de vigilancia con IA”, escribieron en un cartel; “Te robaré tu información, tus datos y tu identidad”, se leía en otro. En conjunto, las respuestas reflejan un rechazo profundo hacia la idea de convertir la intimidad en un producto tecnológico, especialmente uno que registra conversaciones privadas bajo la promesa de compañía emocional.
El fenómeno ha trascendido la crítica puntual al producto y se ha transformado en una reflexión colectiva sobre la soledad y la deshumanización digital. Investigadores de la Harvard Graduate School of Education ya advirtieron en 2023 que las personas entre 30 y 44 años son el grupo más afectado por la soledad, y que un 73% considera que la tecnología contribuye a ese aislamiento. En ese contexto, los críticos acusan a Schiffmann de explotar una crisis emocional global para vender una solución que, paradójicamente, podría agravarla.
El fundador de Friend, sin embargo, defiende su creación. En declaraciones al New York Times, asegura que el colgante no pretende reemplazar a los amigos humanos, sino complementar la vida social de las personas. “No lo veo como algo distópico”, afirmó. “El amigo de IA es una nueva forma de compañía que puede coexistir con las relaciones tradicionales. Tenemos gatos, perros, niños y adultos en la misma habitación. ¿Por qué no una IA?”. Su argumento, sin embargo, no ha logrado calmar las preocupaciones sobre la privacidad, la dependencia emocional y los riesgos psicológicos de tratar a la IA como sustituto afectivo.
Mientras tanto, la empresa Outfront Media, responsable de la publicidad en el metro, reconoce que la campaña ha “explotado” precisamente porque la IA es el tema de conversación dominante en 2025. Aunque las ventas apenas superan las 3.100 unidades, Schiffmann considera que el objetivo real es “normalizar la idea de los amigos artificiales” y preparar al público para lo que, según él, será una convivencia inevitable entre humanos y máquinas empáticas.
El sitio web creado por el diseñador Marc Mueller para permitir a cualquiera “vandalizar” los anuncios ya ha recibido cerca de 6.000 aportaciones. En él, los visitantes pueden crear sus propias versiones y luego “subirse al tren” para ver una galería animada de las creaciones de otros usuarios. Algunas son humorísticas (con parodias que transforman “Friend” en “Fries” o “Fried Chicken”), mientras que otras adoptan un tono sombrío, advirtiendo sobre los riesgos de salud mental asociados al uso de compañeros de IA, tras casos polémicos que involucran a Character.AI o ChatGPT, e incluso investigaciones legislativas sobre su impacto psicológico.
El caso del colgante Friend es más que una anécdota publicitaria: simboliza la resistencia cultural frente a la normalización de la inteligencia artificial como sustituto emocional. En una sociedad marcada por la hiperconexión y el aislamiento, el rechazo masivo a este “amigo digital” revela algo esencial: que, pese al avance tecnológico, seguimos necesitando vínculos reales, imperfectos y 100% humanos.