El nuevo rascacielos saudí es una absoluta locura. Será imposible para el resto del mundo alcanzarlo
Actualmente, el edificio más alto del mundo tiene 828 metros de altura

Arabia Saudí avanza en sus planes para construir un rascacielos de 2 kilómetros de altura cerca de Riad, su capital, que sería más del doble de alto que el actual edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa de Dubái. Este proyecto, de unas dimensiones tan increíbles y colosales, forma parte de un nuevo distrito comercial en las afueras de la capital saudí, conocido como North Pole, y está siendo diseñado por el prestigioso estudio británico Foster + Partners. No es el único los saudíes destacan por la construcción de obras faraónicas como The Line, que está acabando con el acero del planeta.
Una estructura que desafía los límites de la ingeniería moderna
Según recoge New Atlas, la construcción de este rascacielos de 2 km de altura empequeñecerá todas las estructuras existentes actualmente, ya que busca duplicar la altura de los edificios más altos del mundo. Para poner en perspectiva estas dimensiones, la nueva torre será aproximadamente 3,5 veces más alta que el edificio más alto de Estados Unidos (El New World Trade Center) y hasta 10 veces más grande que el edificio más alto de España.
Los problemas técnicos para hacer realidad este proyecto son enormes y muy peligrosos. Las cargas de viento a tales alturas podrían destruir un edificio normal, mientras que le propio suelo podría no ser capaz de soportar esos cimientos. A esto se suman planteamientos sísmicos que complican aún más el diseño y la construcción, representando un reto sin precedentes para los ingenieros estructurales involucrados en el proyecto. Un terremoto podría ser fatal para una estructura de este estilo.
De acuerdo con MEED, el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita (PIF) ha invitado a empresas a presentar ofertas para la consultoría de gestión del proyecto. Entre los posibles licitadores se encuentran Aecom, Bechtel, Jacobs, Parsons y Turner, todas con sede en Estados Unidos, y la británica Mace. Foster & Partners fue seleccionado como arquitecto tras ganar un concurso de diseño lanzado a finales de 2022.
Se estima que el presupuesto para la construcción rondará los 5.000 millones de dólares, aunque aún no se han dado muchos detalles sobre la fecha de finalización ni sobre el diseño específico. El proyecto se encuentra en una fase inicial, ya que el PIF, que financia gran parte del actual boom de construcción en el país, junto con NEOM, la empresa de Bin Salman, el príncipe heredero del país, ha comenzado recientemente a solicitar ofertas para la gestión del proyecto.
Esta mega torre es solo el último ejemplo de la asombrosa cantidad de rascacielos que Arabia Saudita está construyendo actualmente, incluyendo otros proyectos de gran envergadura como su último y gigantesco puerto, o la anteriormente citada The Line. Estos desarrollos forman parte de la estrategia del reino para diversificar su economía más allá del petróleo y posicionarse como un centro global de negocios, tecnología y turismo, reflejando las ambiciones de la Visión 2030 promovida por el gobierno saudí.