Elon Musk funda su propio partido político tras la bronca con Trump por eliminar las ayudas a Tesla

El multimillonario anuncia su nueva formación tras enfrentarse al presidente por sus políticas económicas y subvenciones a vehículos eléctricos

Elon Musk funda su propio partido político tras la bronca con Trump por eliminar las ayudas a Tesla
Musk había abandonado su cargo gubernamental tras chocar con la administración por la eliminación de ayudas federales al sector del automóvil eléctrico
Publicado en Tecnología
Por por Sergio Agudo

Elon Musk, consejero delegado de Tesla y SpaceX, ha anunciado la creación del America Party tras las tensiones con Donald Trump por las políticas económicas. El anuncio del 5 de julio en X viene después de meses de enfrentamientos sobre las subvenciones a vehículos eléctricos y la gestión del gasto público estadounidense.

Como recoge Interesting Engineering, Musk había amenazado con tomar medidas drásticas si Trump seguía adelante con sus políticas. El empresario había abandonado su cargo en el Departamento de Eficiencia Gubernamental tras chocar frontalmente con la administración por la eliminación de ayudas federales al sector del automóvil eléctrico.

La guerra abierta entre Musk y Trump

La cosa viene de cuando Musk se largó del gobierno de Trump tras liarse parda con los recortes de gasto público. La situación se fue al garete con la aprobación del Big Beautiful Bill o Megaley Trump, una ley de gasto que incrementa el límite de deuda en 5 billones y elimina las subvenciones federales a los vehículos eléctricos.

Musk no se cortó un pelo y calificó estas medidas de "demenciales", argumentando que benefician a industrias obsoletas mientras perjudican a proyectos tecnológicos como Tesla. La tensión llegó al límite cuando el empresario lanzó una encuesta en X donde el 65,4% respaldó crear un tercer partido, algo que acabó materializando con el America Party.

La respuesta de Trump no se hizo esperar. El presidente cargó contra la iniciativa, tachándola de "ridícula" y comparando la estrategia de Musk con un "desastre ferroviario". En Truth Social, Trump recordó que los partidos alternativos no funcionan en Estados Unidos y solo generan "caos y confusión". También celebró la eliminación de las ayudas a coches eléctricos, una medida que golpea directamente a Tesla.

Las críticas presidenciales fueron más allá e incluyeron acusaciones de conflictos de intereses, ya que Musk supuestamente intentó colocar a un aliado en la NASA. Trump lo vio como una "colisión de intereses" con los contratos espaciales del empresario. El presidente insistió en que el Partido Republicano sigue siendo una máquina perfectamente engrasada, mientras los demócratas están "perdiendo el rumbo".

Es cierto que Musk no puede ser presidente por haber nacido en Sudáfrica, pero su estrategia pasa por conseguir influencia en el Congreso mediante 2-3 escaños en el Senado y 8-10 en la Cámara de Representantes. Esta táctica pretende emular modelos de partidos minoritarios que, sin tener mayoría, pueden bloquear legislaciones importantes.

El empresario tiene recursos de sobra: invirtió 250 millones de dólares en la campaña de Trump 2024 y cuenta con 220 millones de seguidores en X. Su discurso anti-establishment denuncia un "sistema unipartidista" que necesita cambios, aprovechando su experiencia previa de mezclar intereses empresariales y políticos durante su paso por la administración Trump.

Los expertos, eso sí, ven problemas en esta estrategia. Romper el bipartidismo tradicional no es tarea fácil, Tesla podría salir perjudicada por priorizar la política sobre los negocios, y asociarse con movimientos populistas puede ser contraproducente a largo plazo. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, ya le sugirió que se centre en sus empresas, recordando que los consejos de administración le exigen mayor dedicación.

La influencia de Musk en Washington había sido considerable, llegando al punto de que un ingeniero de su círculo gestionaba el 20% del PIB estadounidense. Sus propuestas más polémicas incluían jornadas laborales de 120 horas semanales para funcionarios, lo que refleja su enfoque tecnocrático y los problemas de trasladar la filosofía empresarial a la gestión pública.

De momento, Musk no ha detallado el programa político del America Party más allá de promesas vagas sobre "libertad" y "austeridad fiscal". Las elecciones de 2026 serán la prueba de fuego real para comprobar si puede movilizar votantes de verdad o si todo esto se queda en ruido mediático sin traducirse en poder político efectivo.

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