Están consiguiendo 'revivir' viejas baterías, y eso solo puede significar una gran revolución tecnológica
La inteligencia artificial acelera el reciclaje de baterías y podría cambiar la industria para siempre

El reciclaje de baterías de litio está viviendo una transformación importante gracias a la inteligencia artificial, que está resolviendo un problema que arrastraba años sin solución satisfactoria. El procesamiento de la masa negra, ese polvo oscuro repleto de metales valiosos que se genera al triturar baterías usadas, por fin tiene una solución eficiente que puede cambiar la gestión de residuos electrónicos y reducir nuestra dependencia de la minería tradicional.
Tal y como ha dado a conocer Interesting Engineering, la masa negra contiene litio, cobalto, níquel y otros materiales críticos cuya separación ha sido históricamente compleja y costosa. Los métodos tradicionales apenas lograban recuperar el 70% de estos materiales usando procesos químicos intensivos que consumían enormes cantidades de energía y productos químicos corrosivos, convirtiendo el reciclaje en una operación poco rentable.
La inteligencia artificial marca la diferencia
Ahora los sistemas de aprendizaje automático analizan la composición química en tiempo real y ajustan dinámicamente los parámetros de separación. Sensores hiperespectrales identifican hasta 15 elementos simultáneamente, creando mapas moleculares tan detallados que permiten una precisión que antes era impensable en la recuperación de materiales. Esta tecnología ha conseguido elevar las tasas de recuperación hasta el 95% mientras reduce el consumo energético en un 40%.
Las empresas pioneras como Redwood Materials y Li-Cycle ya están implementando estas soluciones en sus plantas automatizadas, que pueden procesar 8 toneladas de baterías por hora. Esto cuadruplica la capacidad de las instalaciones convencionales y demuestra que el reciclaje inteligente no solo es más eficiente, sino también más rentable. La huella de carbono de estos procesos es un 60% menor que la de la minería tradicional, mientras que los costes de producción se han reducido en un 30%.
Los beneficios van más lejos. Reciclar baterías antiguas puede salvar al planeta y además es más rentable, algo especialmente relevante cuando sabemos que las baterías de litio cada vez arden más a menudo y el problema puede ir a más debido al tratamiento inadecuado al final de su vida útil.
La Unión Europea ha tomado nota de estos avances e incluyó estas tecnologías en su paquete de economía circular 2025. Las cifras establecidas son significativas: niveles mínimos de materiales recuperados del 50% para el litio en 2027 y del 80% para 2031, como establece la normativa que hará obligatorias las baterías extraíbles a partir de 2027. Mientras tanto, China está construyendo 12 megafactorías de reciclaje inteligente para liderar este mercado emergente.
En el sector tecnológico, Apple anunció que para 2025 todas sus baterías utilizarán cobalto reciclado, mientras que la pureza de los materiales reciclados ha alcanzado el 99.9%, convirtiéndolos en aptos para fabricar nuevas baterías sin pérdida de calidad.
Los expertos prevén que para 2030, el 50% del litio usado en baterías nuevas provendrá de fuentes recicladas gracias a estos avances tecnológicos. Este desarrollo representa un cambio que va más allá de lo técnico: resuelve problemas ambientales importantes y está reconfigurando la cadena de suministro de las energías limpias. La combinación entre inteligencia artificial y sostenibilidad resulta fundamental en nuestra transición hacia la movilidad eléctrica y las energías renovables.